En los momentos en que el gobierno neoliberal de Ricardo Lagos, se apresta junto con el Parlamento, a promulgar la ley en torno de la propuesta de derechos humanos realizada por los actuales gobernantes, y en donde se quiere imponer la impunidad legalmente, con el apoyo del actual Jefe del Ejército, que se encuentra impaciente porque aún los legisladores no toman una resolución definitiva en torno del tema, se presenta una nueva querella contra del mayor responsable de las violaciones a los derechos en humanos en Chile (1973-1989), el ex dictador Augusto Pinochet.

La acusación judicial se ha realizado por homicidio calificado y asociación ilícita genocida, la que fue presentada por los abogados del CODEPU, en representación de la familia de Raúl Jaime Olivares Jorquera, cuyo cadáver fue entregado con claros indicios de haber sido torturado en agosto de 1975. Raúl Olivares Jonquera, formaba parte del Grupo de Amigos Personales (GAP), del presidente Salvador Allende y militantes del PS, que fuera detenido por personal de la policía de civil.

El requerimiento judicial fue presentado contra el ex comandante en Jefe del Ejército y varios funcionarios de la policía de Investigaciones que están involucrados en la detención y posterior muerte del joven. De acuerdo a lo establecido en el proceso, Olivares, al momento de su detención, contaba con 25 años de edad, fue detenido por policías de civil a la salida del cine Californias en pleno centro de Santiago, el 1 de agosto de ese año y luego conducido hasta los locales de la Brigada Investigadora de Asaltos, que en ese entonces se encontraba ubicada en la calle Zañartu, del municipio de Independencia.

Días después de su detención y de acuerdo a declaraciones de diversos testigos, su cadáver fue enviado al Servicio Médico Legal, donde posteriormente fue entregado a sus familiares. Según los testigos, el cuerpo presentaba diversas evidencias de haber sido torturado. Ahora y después de las investigaciones realizadas, y lo dado a conocer por diversos medios de prensa de la época, de acuerdo con el montaje efectuado por el organismo policial, Olivares murió en un «presunto enfrentamiento» con los detectives.

De acuerdo a todos los antecedentes recopilados en la causa, el detenido murió por causa de una asfixia secundaria y de sofocación por aspiración de sus propios vómitos, lo que permite establecer «se trató de un homicidio», de acuerdo a lo señalado por la abogada Alejandra Arriaza. El presente caso, aparece en el conocido Informe Rettig, en el cual se índica que Raúl Jaime Olivares, fue víctima de personal policíal del Estado chileno. Luego se agrega que Olivares, de acuerdo a lo informado por familiares y testigos, éste fue detenido junto a otras dos personas, acusados de asalto a mano armada a sucursales de los bancos Osorno y Chile y a tres taxistas. Su muerte fue involucrada en el denominado «enfrentamiento», relacionado con esos «atracos». Ahora se espera, que en los próximos días la querella pueda ser acogida, de manera que ésta siga su trámite correspondiente, en donde los Tribunales de Justicia tomen una resolución al respecto, en donde se pueda establecer la verdad y los responsables de este crímen producido en dictadura, puedan responder de las acusaciones que pesan sobre ellos./Eduardo Andrade Bone