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23-Enero-2004

 

Simón Trinidad tenía un encuentro en Ecuador con emisario de Kofi Annan
Su detención fue un sabotaje a gestiones de canje

 

escribe Dick Emannuelsson

BOGOTA. Fue la CIA la que estuvo implicada en la captura en Ecuador del dirigente guerrillero de las FARC, Simón Trinidad. Según un comunicado de la organización guerrillera, Simón Trinidad había sido encomendado por la máxima dirección para que en Ecuador se encontrara con James Le Moyne, comisionado especial del secretario general de la ONU Kofi Annan en el proceso de paz de Colombia.

EL pasado miércoles 15, las FARC emitieron un comunicado donde revelaron que Simón Trinidad no se encontraba en Ecuador para someterse a exámenes médicos, sino para mantener un contacto secreto con el funcionario de la ONU James Le Moyne. Le Moyne que proviene de una familia de militares estadounidenses, ha gozado la confianza de la dirección de las FARC, luego de que durante tres años participara en el fracasado proceso de paz que tuvo como centro la zona de despeje de San Vicente de Caguán, donde en diferentes oportunidades este diplomático impidió que las negociaciones fracasaran. Según el mismo comunicado Trinidad tenía además otra importante misión a cumplir en Quito, mantener un encuentro con un representante del gobierno de Francia para encontrar un solución definitiva a la situación de Ingrid Betancourt, líder del Partido Verde, quien es prisionera de las FARC y que además posee nacionalidad francesa, quien es parte de una propuesta guerrillera de canje de prisioneros, a la que el gobierno colombiano se ha negado hasta el momento.

Turbia alianza entre Gutiérrez, Uribe y la Casa Blanca

La guerrilla acusa a los organismos de inteligencia de Estados Unidos y Colombia de ser responsable de la detención de Trinidad que significa una grave violación de la soberanía de Ecuador. Pero las FARC acusan también por primera vez, al presidente de Ecuador Lucio Gutiérrez por participar en una turbia alianza con el fascista Álvaro Uribe y la Casa Blanca vía Plan Colombia, que está dirigido contra los revolucionario de los países y que según el comunicado ambos países bolivarianos están unidos en una lucha común.

Las FARC han propuesto canjear a 60 militares y un grupo de 15 importantes políticos que están en su poder por entre 500 a 700 guerrilleros prisioneros del gobierno de Uribe.

El presidente Uribe desde que asumió la presidencia en agosto de 2002, propugna la idea que sola la ONU puede negociar con la guerrilla en futuras negociaciones de paz. Este punto de vista se contrapone rotundamente con la actitud amistosa que él ha mantenido hacia los escuadrones de muerte paramilitares y con las negociaciones que directamente a sostenido con los mismos. Por el contrario el presidente colombiano en Costa Rica públicamente regañó a la ONU por pasiva . El objetivo de Uribe ha sido obligar a la guerrilla a un alto el fuego unilateral y con la ONU negociar en el exterior.

Tanto Kofi Annan como Mikael Fruhling, jefe de la oficina de la ONU para los DD.HH. en Bogotá, han tratado de hacerle entender a Uribe que el máximo organismo internacional no son parte en la guerra civil colombiana, sino que están para facilitar que un diálogo entre el gobierno y la guerrilla lleguen a un buen puerto.

Ahora cuando se revela que las FARC estaban dispuestas a sentarse con la ONU para encontrar una solución, la detención de Trinidad revela que Uribe abandonó su propia táctica y la posición que había mantenido. Quizás es porque Uribe y Estados Unidos nunca quisieron que se produjera algún tipo de conversación entre la ONU y la guerrilla. Y por eso apresaron al comandante Simón Trinidad.

Inaceptables condiciones

En relación al problema de un posible canje de prisioneros las posiciones están congeladas. Ante el pedido de los familiares de los presos y secuestrados, las FARC nombró a un grupo de tres representantes con el cometido de negociar para lograr una solución. Por su parte el gobierno de Uribe se ha negado a designar sus representantes, lo que ha provocado desesperación entre los familiares.

Uribe ha puesto la exigencia de que todos los secuestrados, incluso los por razones económicas, sean liberados, y que sólo los guerrilleros que no cometieron delitos, (lo que todos en principio han hecho desde el momento en que se alzaron contra el Estado), contra los derechos humanos podrían ser liberados y deportados a otro país (se ha mencionado a Francia como posible) y donde se pueda garantizar que nunca más se vincularán a acciones armadas contra el Estado.

Para la guerrilla estas condiciones son totalmente inaceptables y no existen razones para poder negociar. Pero a pesar de ello, la presencia de Simón Trinidad en Quito para reunirse con la ONU y el gobierno francés señalaban una apertura en los contactos con el gobierno colombiano.

En Bogotá los periodistas hablan cada vez más de que fue la CIA la que estuvo tras la detención de Trinidad. Una hipótesis que se maneja es que los órganos de inteligencia norteamericanos tuvieron la suerte de interceptar las comunicaciones con el enviado de Kofi Annan o con el gobierno francés.

El gobierno colombiano en las últimas semanas ha mostrado como un trofeo esta detención del guerrillero, mientras que en Ecuador están decepcionados y siente que el orgullo nacional ha sido herido, preguntándose cómo es posible que agentes de la CIA y de Colombia puedan operar libremente en las calles de Quito donde llegaron a filmar a Trinidad.



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