inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces
19-Diciembre-2003

 

Una promesa complicada

 

escribe Emilio Comas Paret.

En la Santa Biblia, versión de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, en el Libro de Números, capítulo 13 versículo 2 se lee:

Y Jehová habló a Moisés diciendo:

3 Envía a tus hombres que reconozcan la tierra de Canaan, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis a un varón, cada uno príncipe entre ellos.

18 Enviólos pues, Moisés, a reconocer la tierra de Canaan, diciéndoles: Subid por aquí, por el mediodía y subid al monte:

19 Y observad la tierra qué tal es; y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;

20 Qué tal la tierra habitada, si es buena o mala; y qué tal las ciudades habitadas;

23 Y subieron por el mediodía y vinieron hasta Hebrón: y allí estaban los hijos de Aimán y Sesai, y Talmaic, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes que Zoán, la de Egipto

28 Y le contaron y dijeron: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel.

29 Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fuertes; y también vimos allí a los hijos de Anac.

30 Analec habita la tierra del mediodía; y el Hetheo, y el Jebuseo, y el Amorrheo, habitan en el monte; y el Cananeo habita junto a la mar; y a la ribera del Jordán

La historia bíblica continúa más o menos de la siguiente manera: Moisés, orientado por Jehová, quiso enseguida tomar la Tierra Prometida, el pueblo hebreo se negó por la fortaleza que mostraban los habitantes de Canaan, hasta gigantes según razón había; Jehová se enfureció por la desobediencia, condenó al pueblo hebreo a vagar 40 años por el desierto y a Moisés a que nunca vería la prometida estancia.

Al final de todo se inició la invasión de los israelíes y comenzando por los cananeos, fueron derrotando a los demás habitantes de Canaan y destruyendo sus ciudades y ocupando sus tierras.

En esta historia, como objetivamente usted puede ver hay ciertas contradicciones: Primero, Jehová promete una tierra, Canaan, que está habitada desde hace siglos, con ciudades como Hebrón, de larga vida; y muchos pueblos, que tienen una buena defensa, están organizados, tienen una cultura. Primera pifia de Jehová.

Tanto Jehová como Moisés quieren hacer la guerra de manera inmediata, pero el pueblo hebreo no se siente preparado y tiene miedo de ser derrotado y destruido como pueblo; sin embargo Jehová insiste en atacar. Segunda pifia de Jehová.

El pueblo que habitaba Canaan, que después serían los palestinos, por habitar en la península de Palestina, vivía y trabajaba en paz, entonces no había derecho alguno para sojuzgarlo. Tercera pifia de Jehová.

Esta ocupación militar en épocas bíblicas y dirigidas por el Dios de dioses y Señor de señores iba a generar un odio ancestral y permanente entre pueblos que entonces no eran antagónicos, que se mantiene a través de los siglos y hasta hoy. Cuarta pifia de Jehová.

A veces habría que pensar que Jehová es como dice el poeta Jaime Sabinés de Dios; tan juguetón y travieso y viejo sabio o niño explorador, pero nosotros somos algo así como sus conejillos de Indias.

Y hasta hoy dura esa confrontación de pueblos, pasando por la diáspora hebrea, la formación del estado de Israel a finales de la Segunda Guerra Mundial y a expensas de la ONU y el mantenimiento de una política de ocupación y robo de territorios por parte del gobierno sionista a partir de entonces.

Este enfrentamiento ha causado innumerables daños, tanto al pueblo palestino como al hebreo.

Solo después de la última Intifada, luego que Sharon, el carnicero de Sabra y Shatila provocara la ira religiosa de los palestinos; Palestina ya cuenta con 2000 muertos, de ellos 480 niños y 180 mujeres.

Suman 36,743 los heridos, 573 instituciones y oficinas han sido destruidas, así como 7139 fábricas y comercios. Se han efectuado 20,588 bombardeos aéreos por parte de Israel, y a partir de una variante de guerra genocida de nuevo tipo inventada por los sionistas, han sido destruidas o dañadas 53,656 viviendas, hecho insólito porque es la primera vez en la historia de las guerras que se usan los asesinatos selectivos y la destrucción de las viviendas de los asesinados como una forma de afectar además a los familiares de los muertos.

Todo esto favorece a la destrucción casi total de la infraestructura económica de Palestina, tanto que se calcula que el 60% de sus habitantes están sumidos en la pobreza. Todo ello se agudiza en las regiones de Gaza y Cisjordania donde el 80% del agua está en manos hebreas y tienen entre un 57 y un 60% de personas en edad laboral desocupadas.

Los hebreos por su parte ya suman 860 sus muertos, la mayoría civiles inocentes, muertos a partir de ataques suicidas de fundamentalistas palestinos, que si bien son rechazados por la opinión pública por lo irracional que es, en la irracional ética de la guerra, causar la muerte a personas que no están vinculadas al conflicto y que incluso a veces pudieran estar en contra, no cabe la menor duda que constituye una opción desesperada para defenderse golpeando, aunque lo que logran al final es exacerbar aún más el odio interétnico.

El pueblo hebreo también sufre y no solo los ataques suicidas que nunca han logrado la muerte de un alto dirigente sionista. La construcción del muro en la Ribera Occidental que ya lleva 150 kilómetros está costando una millonada, (que sale de los nueve mil millones de ayuda de USA). Desde los años 50 la economía israelí no decrecía y los dos últimos años ha perdido $3000 millones de dólares cada año. El estado productivo del país es deficiente, el turismo ha descendido de 4,2 millones en el 2000 a 750 mil en el 2002. El desempleo ya está en el 12%. La fuga de capitales se calcula en $20,000 millones de dólares.

Esto es, si no fuera por la ayuda de USA y de la poderosa emigración, sionista en su mayoría, ya el Estado hebreo hubiera colapsado.

Se incrementa cada día la lucha dentro de Israel porque se logre la paz con los vecinos, hay grupos de intelectuales y pacifistas trabajando en este sentido y recientemente el gobierno sionista tuvo que enfrentar la protesta de 27 pilotos activos, encabezados por un general, que se niegan a participar en las operaciones selectivas que ya llegan a un número de 70 y que ocasionan la muerte de civiles y daños incalculables.

El panorama se complejiza más cada día que pasa. La amenaza de expulsar o asesinar a Yasser Arafat y el último bombardeo a Siria a un supuesto centro de entrenamiento palestino, presupone una extensión del conflicto.

Pero todo ello está avalado por la anuencia del Presidente de USA, que habla del derecho de Israel a defenderse del terrorismo y además porque no existe una condena internacional a esta manera de actuar de la dirección hebrea y eso les suelta las manos.

La Unión Europea por su parte pide a Israel que mate a los líderes palestinos pero con menos daños colaterales.

En la ONU el voto de 192 países no puede con la decisión de los cinco miembros del Consejo de Seguridad, mientras Israel ya a esta altura ha violado 36 resoluciones de este último organismo.

Sharon busca expulsar a los palestinos de Gaza y Csjordania, ocupar estos territorios e incrementar la cifra de tres millones de refugiados y por lo pronto está impulsando la construcción de 600 nuevas viviendas en la Ribera Occidental con lo que hecha por tierra la cacareada Hoja de Ruta.

El mundo árabe mientras tanto mira a otro lado.

Emilio Comas Paret, escritor cubano autor de cuentos y novelas.



Copyright ©
Semanario Liberación
Box 18040
20032, Malmö, Suecia
Teléfono: +46 40 672 65 02
Telefax: +46 40 672 65 03
Correo electrónico: