Kirchner rechazó una cena de Batlle y se reunió con la nieta de Gelman
El presidente Néstor Kirchner ocupó desde poco de arribar a Uruguay el centro de las luminarias que están preparadas con motivo de la Cumbre del Mercosur, que se inició formalmente el lunes. Lejos de las imposturas que siempre deparan los protocolos. Fue así que durante sus primera horas en Montevideo marcó la cancha y sorprendió con una serie de reuniones que soslayaron olímpicamente en que país estaba, reforzando al mismo tiempo la idea de que para el presidente argentino Batlle es a esta altura un mal innecesario.

Kirchner firmó un acuerdo bilateral de cooperación energética junto a su par boliviano Carlos Mesa, el primero de sus interlocutores en reuniones bilaterales. Enseguida, se reunió con Tabaré Vázquez, a quien en el entorno del patagónico identifican como futuro presidente uruguayo. La frialdad caracterizó el trato del gobierno uruguayo al líder argentino.

Pero la señal inequívoca de que Kirchner no se deja arrastrar por las agendas oficiales se desprende de la reunión que mantuvo, con la nieta del poeta argentino Juan Gelman, secuestrada de manos de su madre María Claudia García, antes de ser ésta desaparecida por las dictadura coordinadas de Uruguay y Argentina en la década del 70. El personal de comunicación de Casa Rosada difundió la novedad a un puñado de medios argentinos, subrayándoles que el «caso Gelman» había cobrado mucha notoriedad en Uruguay y que el gobierno local intentaba darle «bajo perfil», aunque reclamó la ausencia de cámaras en el momento del encuentro.El canciller argentino Rafael Bielsa, que acompañó en todo momento a Kirchner, le recordó a éste que para la hora en que podía arribar la joven, estaba prevista una cena en el Hotel del Prado de parte del gobierno uruguayo a los mandatarios visitantes. «No voy a la cena, quiero ver a ella ahora», señaló tajante Kirchner.

Batlle aprovechó y dio un golpe bajo al Mercosur
Tras reunirse con el Ministro para los Italianos en el Mundo, Mirko Tremaglia, el presidente Jorge Batlle aprovechó la presencia de los mandatarios mercosurianos para dar un golpe bajo al bloque regional señalando que Uruguay apuesta a «abrir Europa al Mercosur».

«El Uruguay siente que para crecer, el país tiene que crecer afuera de la región. Es muy difícil que nosotros podamos crecer dentro de la región, porque básicamente producimos lo mismo. Brasil y Argentina producen lo mismo que el Uruguay, Brasil en más cantidad y la Argentina en más calidad, además de cantidad, calidad, así que desarrollarnos ahí es para el Uruguay como para el Paraguay muy difícil. Nosotros tenemos que salir a buscar los mercados del mundo, esa inserción en el mercado mundial que el Uruguay se ha planteado quiere decir que es una inserción fuera de los límites de la región», declaró el mandatario.