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Los millonarios no se jubilan nunca |
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En una reciente entrevista periodística, el multimillonario financista internacional y ex-director de Volvo, Pehr G Gyllenhammar sostuvo que no es necesario jubilarse a los 60 años, porque No tenemos recursos para pensiones anticipadas. Quien lo dice tiene 68 años y hace diez años atrás fue despedido de Volvo, cuando un grupo de accionistas principales lo cuestionaron y exigieron su renuncia haciendo fracasar una fusión entre esta empresa y la compañía francesa Renault. Pero Gyllenhammar no quedó en la caja de desocupados contrariamente a lo que se podía pensar, tampoco significó para este privilegiado el fin de su carrera y el anonimato, se trasladó a Londres y fue empleado inmediatamente por poderosos grupos financieros internacionales, entre ellos como asesor de los banqueros Lazard y Rothschild. Lo que Gyllenhammar dice, no es algo extraño en la forma de pensar en el selecto de magnates del capitalismo internacional que como él mismo usan dos relojes, para no perderse un minuto en acumular más dinero a costa de millones de personas, las cuales si consiguen alcanzar los 60 después de una vida de sacrificios y poder jubilarse, están destruidos físicamente, y no frescos como una lechuga y saludables como PG. Este magnate apoya naturalmente la política mundial de alargar el límite de edad de las jubilaciones, para de esa forma evitar aportes patronales y lo que es peor aun, especular con los fondos de pensiones y de seguros a nivel internacional, una de las últimas fuentes de riquezas que han sido expropiadas a la sociedad por el capitalismo financiero. El argumento comunmente empleado por personas como Gyllenhammar y gobernantes neoliberales del primer mundo es que: La espectativa de vida aumenta y la población de Europa envejece, como él mismo dice en la entrevista de Dagens Nyheter, (17/11/03): Nosotros no tenemos recursos para dar pensiones anticipadas. Existen hoy sólo tres opciones; trabajar más años, ahorrar más o recibir menos jubilación. O una combinación de estas tres variantes, dice olímpicamente don PG. Para Gyllenhammar, nunca ha habido problemas para tener lo que tiene, porque se casó con la hija de Gunnar Engellau, el mítico dueño deVolvo y a los 36 años fue su sucesor al frente de la compañía. También fue director general de la aseguradora Skandia, cargo que heredó en este caso de su padre, como también un apartamento de propiedad de la empresa en el centro más pituco de Estocolmo. Una lucha interna entre él, su familia y los principales tiburones propietarios de acciones en Volvo, lo desplazó del puesto de mando de la empresa que durante 23 años fue suyo. No menos fue también esta reyerta, una victoria del grupo Wallenberg, propietarios de Saab, Stora Kopparberg y Atlas-Copco, que contribuyeron al desplazamiento de Gyllenhammar del mundo financiero sueco de entonces. Al final y como remate, PG Gyllenhammar le confesó al embelesado periodista de DN que lo entrevistó, que desea quedarse hasta los 70 años al frente de Aviva, una poderosa aseguradora británica-francesa, y que él trabaja más horas ahora de las que trabajaba antes en Volvo& Claro, él puede hacerlo, pues como dice el refrán Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. Lo que él no menciona es que, cuando fue obligado a dejar Volvo y aun no tenía cumplidos los 60 años, recibió a cambio una pensión de 2 millones de coronas suecas. /P.V. |
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