escribe Eduardo Andrade Bone

Los sucesivos gobiernos neoliberales de la Concertación de partidos políticos, que han gobernado Chile durante más de 13 años, se han comprometido en reestablecer el pleno imperio de los derechos humanos en el país. Sin embargo, ésto está lejos de ser una realidad que prestigie al país latinoamericano, sobretodo cuando pretender dar lecciones en esta materia, al resto de los países de la región. Lo cierto, es que Chile y los gobiernos de la Concertación, aún tienen una deuda pendiente con la comunidad internacional y con su propio pueblo, cuando se trata de los derechos humanos.

La Agrupación de Familiares y Amigos de los presos políticos chilenos, denunciaron que alrededor de 20 presos, iniciaron una huelga de hambre, con el objeto de llamar la atención por la demora del Parlamento en sancionar un proyecto de Ley que le rebaja las penas a la mayoría de ellos. La agrupación señaló que desde diciembre del año 2002, se mantiene paralizado y sin ningún tipo de tramitación una proposición de ley que les entrega beneficios carcelarios y rebajas de penas.

Los prisioneros políticos han pagado con creces su castigo y la libertad de muchos de ellos tiene razones y motivos, es justa y digna y nada tiene que ver con la impunidad expresó la agrupación a los medios de prensa nacionales.

Los presos que actualmente se encuentran en huelga de hambre pertenecen al Movimiento Juvenil Lautaro, al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y al Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Todos ellos, destacados luchadores sociales, que jugaron un papel importante en la lucha contra la dictadura, y que hoy día, se les niega la posibilidad de ciertos beneficios o su propia libertad, vía indulto presidencial.

Tras las políticas de amarre con los representantes de la dictadura, los gobiernos de la Concertación , han sido incapaces de dar superada está etapa, poner fin a la transición y reestablecer la existencia de un verdadero orden democrático, sin presos politicos y con pleno respeto por los derechos humanos.

Una vez reestablecida la democracia pinochetista en 1990, pués ésta funciona al ámparo de la Consejo de Seguridad Nacional y diseñada por la dictadura, aún ha sido imposible después de más diez años, que los presos políticos recobren su libertad y varios de ellos todavía no reciben condena definitivas.

Las autoridades de gobierno, los Tribunales de Justicia y la Dirección de Gendarmería aún no se han pronunciado sobre la huelga de hambre, la que se realizará hasta las últimas consecuencia, de acuerdo a lo expresado por los familiares y amigos, los que además, reiteran el apoyo de la solidaridad internacional, para terminar definitivamente con este flágelo y decir no más presos políticos en Chile.

Los presos políticos en huelga de hambre, ya van para la segunda semana con su accionar de protesta y reflejan muestras claras de problemas físicos. Por ahora los presos continuarán con su huelga de hambre, hasta ser escuchados por las autoridades pertinentes o se apruebe la ley que determina indulto para los reos que llevan más de diez años en prisión.