MONTEVIDEO. Conformando una de las principales derrotas a nivel legislativo del gobierno de Jorge Batlle, el martes la Asamblea General fue escenario de una lucha voto a voto en torno a la forma de pago a jubilados y pensionistas, frustrando un nuevo intento privatizador de la administración colorada. En una jornada inolvidable la Asamblea General Legislativa levantó por cómoda mayoría (72 en 107, según el cómputo global), el veto impuesto por la Presidencia a la prohibición de la instalación de cajeros digitales automáticos para el pago de haberes jubilatorios en dependencias del Banco de Previsión Social.

La decisión, en la cual estaban fuertemente comprometidas las organizaciones de jubilados y pensionistas de todo el país, así como el sindicato de trabajadores del Banco de Previsión Social (BPS), generó divisiones en los partidos blanco y colorado, alentadas asimismo por la cercanía de la instancia electoral y el fuerte peso de los pasivos en el electorado.

En efecto, convocados por distintas agremiaciones de jubilados, los trabajadores del BPS nucleados en la Asociación de Tabajadores de la Seguridad Social (ATSS) y el eco de la transmisión desde fuera y dentro del Palacio de las leyes de la Radio Centenario los esta vez no tan pasivos comenzaron a congregarse poco después de las 12:30 frente al acceso a las barras de la Cámara de Diputados tratando de evitar un sol que caía a pique en el lugar.

Luego de un buen rato de iniciada la asamblea, comenzó el ingreso del público a la barra que siguió con interés, el desarrollo de la misma.

Dentro del hemiciclo mientras tanto los legisladores trataban de fundamentar algunos a favor, como en el caso del Encuentro Progresista-Frente Amplio, el Nuevo Espacio y algunos miembros de la bancada blanca, y otros contrarios al levantamiento del veto. El colorado electo por Durazno, Guzmán Acosta y Lara puso en la balanza su reelección como diputado forista y el mandato del Poder Ejecutivo y se inclinó por lo primero.

La Constitución fija un quórum de tres quintos de presentes de cada cámara para dejar sin efecto la anulación del Ejecutivo, lo cual en el caso de los diputados se cumplió con creces y en el del Senado con la diferencia mínima.

Los partidarios de mantener el veto basaron sus argumentaciones en la idea de «defender la posibilidad de opción de los pasivos».

El resultado de la votación determina que el Directorio del BPS no podrá instalar cajeros automáticos en dependencias de la institución, aunque aquellos pasivos que deseen seguir cobrando por el sistema automático puedan hacerlo a través de los cajeros del Banco República.

Cuando, cercano a la hora 15:40 llegó el momento de la votación, ya se adivinaba en los rostros de los legisladores y de los asistentes a las barras el resultado, que quedó resonando en el Salón de los Pasos Perdidos como un grito de victoria popular. A partir de allí todo fue euforia, dentro y fuera del Palacio.