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07-Noviembre-2003

 

Intelectuales de todo el mundo reunidos en Cuba, México y Ecuador
América Latina plantea
alternativas a la globalización

 

Intelectuales, dirigentes políticos, religiosos, sindicales y sociales de América Latina, han advertido en tres importantes foros regionales, sobre los peligros del modelo de exclusión social de las grandes mayorías que implican las políticas neoliberales en aplicación en el continente, y exigen el desmantelamiento del modelo.

La resistencia al modelo neoliberal en América Latina ha comenzado a generar propuestas alternativas de desarrollo, primer síntoma de que se está construyendo el ataúd para enterrar al neoliberalismo. Este pasado mes de octubre, se llevó a cabo en La Habana, Cuba, la XXI Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), que reunió a más de 300 académicos. La síntesis del encuentro de cinco días, que contó entre otros con la presencia del filósofo norteamericano Noam Chomsky, es que ya no es sólo necesario criticar la globalización neoliberal, sino que es imprescindible comenzar a desmontarla.

El sociólogo brasileño Emir Sader, destacó que América Latina vive la peor crisis de su historia, y afirmó que el 2003 será un año de viraje en la región y cada país es un foco de crisis.

"América Latina vive su peor crisis desde los años 30 y a la vez el más extenso y profundo proceso de movilización social desde hace muchas décadas; no por casualidad, porque América Latina fue el laboratorio de experiencias del neoliberalismo nacido en Bolivia con Sánchez de Lozada, en Chile con Pinochet y que después se extendió gradualmente al resto del continente".

Sader sostiene que hoy, "cada país es un foco de crisis, y el continente vive hoy la resaca de la farra especulativa de los años 90, la pesada herencia de estados que recaudaron plata para pagar los intereses de la deuda, el estancamiento económico y la precaria situación de quienes trabajan".

"La mayor parte de los latinoamericanos ya no son ciudadanos, sino individuos porque ya no tienen justicia a donde acudir. Pero hoy somos testigos de la más espectacular ola de movilización que el continente ha vivido desde hace décadas. Ese es el telón de fondo de lo que pasó".

"El 2003 es un año muy especial. Si 1973 con el golpe de Estado en Chile representó el freno a un proceso de avances en las luchas populares, 30 años después vivimos un viraje en Latinoamérica, no sólo por las elecciones de gobiernos que pretenden romper con el neoliberalismo. Recordemos la sublevación boliviana y otros fenómenos políticos: articulación de un proyecto de MERCOSUR que puede ayudar a cambiar la faz política, económica y social del continente que desde mucho tiempo no tiene una articulación propia, autónoma e independiente de la hegemonía norteamericana. América Latina pasa a tener un protagonismo en recomponer una alianza del sur del mundo. No por casualidad las peleas menores entre Europa y EE.UU. desaparecieron de la noche a la mañana con la aparición de una alianza que incorporó a países como China, India, México, Brasil y que son la gran mayoría de la población del mundo".

El sociólogo brasileño afirmó que "el sur del mundo empieza a organizarse y América Latina tiene un protagonismo importante en esa circunstancia. Ese es el telón que plantea desafíos para nosotros. El cuadro es favorable por el agotamiento del neoliberalismo, agotamiento porque los presidentes de la década del 90 presentan problemas, se elegían y reelegían automáticamente aprovechando los modelos neoliberales. Eso valió para Fujimori, Menem, Cardoso. Ahora, al contrario, desde el fracaso de De la Rúa, se agotó el modelo. Los presidentes que lo mantienen, fracasan de inmediato: fracasó De la Rúa, Sánchez de Lozada, Valle, Fox, Toledo y fracasarán todos los que mantengan el neoliberalismo, probablemente Lucio Gutiérrez es un caso similar. Es un dato histórico que demuestra que el modelo está agotado".

"Los movimientos sociales latinoamericanos han demostrado que tienen fuerzas y voluntad, capacidad suficiente para oponerse, pero se nos plantea un tema nuevo: cuál es el proyecto político para poder construir un proyecto hegemónico alternativo. Existen fenómenos muy distintos en América Latina. Sean las grandes movilizaciones populares en Argentina en el 2001, sean las manifestaciones sucesivas del movimiento popular ecuatoriano que tumbaron dos Presidentes y quizás tumben un tercero, sea el movimiento boliviano que tumbó a Sánchez de Lozada... se plantea el tema de cómo esa fuerza social puede transformarse en fuerza política. No será del modo tradicional porque las estructuras del sistema político existente están corrompidas".

"En general, en América Latina, las caras de los gobernantes no son las caras de la gente. Y eso significa crisis de legitimidad absoluta, más, cuando ya no pueden presentar ni siquiera la estabilidad monetaria".

Zapatistas, Cuba y Sin Tierra como modelos

Sader centró las interrogantes en el modelo que deberá sustituir al neoliberalismo. "Cómo transformar esa fuerza social en alternativa de poder. Seguramente una de ellas está marcada por el ejemplo significativo de los zapatistas: crear poderes locales, crear nuevas formas de vida, nuevas formas de sociabilidad, las llamadas juntas de buen gobierno van a disputarse las hegemonías, no sólo en el debate político, sino en formas concretas de sobrevivencia. No sólo es el caso zapatista, es el de un millón de personas que viven en los asentamientos del movimiento de los sin tierra en Brasil, construyen su propia forma de vida, su propio sistema educacional, formas de producción... No son soluciones nacionales, pero hay que discutir a ese nivel. La fuerza de la hegemonía norteamericana no está en las armas, ni en la tecnología, ni en la economía, está en sus valores, en su ideología, proponen una forma de vida que espute al mundo. Frente a eso, tenemos que crear otra forma de organización social, otros valores... de ello Cuba es un ejemplo".

"Tenemos que encontrar otras formas de hacer política, que no sea desechando las formas parlamentarias, sino combinándolas, en algún lugar óptimo en que encontremos la forma de recoger la herencia de Allende y del Che, no será ni un modelo ni otro, pero en algún lugar hay que hallar la manera de convergencia, de multiplicación de estrategias nuevas que articulen las dos".

Sader también abordó el actual debate sobre el sistema de Libre Comercio de las Américas (ALCA en su sigla en inglés). "Tenemos una lucha continental contra el ALCA y por el MERCOSUR. El ALCA significa los modelos económicos actuales, modelos primarios exportadores que necesitan del mercado norteamericano porque viene de la exportación de productos primarios. El MERCOSUR puede significar que se vuelque la economía hacia los mercados internos, hacia proyectos de desarrollo, la integración tecnológica, educacional, informativa, cultural, deportiva, etcétera. Este es un momento de alianza entre el movimiento social fuerte y los gobiernos que pretenden romper con la hegemonía norteamericana. No será con los gobiernos actuando solos, o con los movimientos sociales resistiendo solos, será una gran alianza en nuevos términos que puede generar un proceso en América Latina que contribuya a la construcción de un mundo multipolar en que nuestros países ganen autonomía para decidir su destino".

"Quizás haya que convocar a un foro social del MERCOSUR donde planteemos qué proyectos de integración suramericana y latinoamericana queremos y discutamos con esos gobiernos para construir un frente que no sea sólo diplomático, económico; sino también social y político, que recaude la fuerza de los pueblos que ya han comprendido que la manera de inserción de sus países en el mercado internacional, define su vida".

Sader sostiene que los países latinoamericanos deben además negociar con los países desarrollados para construir un nuevo orden internacional más democrático. "Si hay que negociar con el Primer Mundo, hay que hacerlo a través del MERCOSUR, negociamos como países globalizados y no globalizadores y hay que revertir todo eso para construir el mundo posible que queremos desde el Foro de Porto Alegre que en verdad empezó con el grito de Chiapas y que está cumpliendo 10 años ahora. Que se tiene que celebrar porque fue ahí cuando empezó ese enorme movimiento, que significó un grito moral, que ahora cuaja con la más grande ola de movilizaciones populares en América Latina".

"Es una pelea muy dura, pero ya pasó el peor momento, pasó y supimos resistir y construir alternativas que ahora empiezan a parecer como posibilidades reales. América Latina no tendrá la misma cara en diciembre que la que tuvo en enero. Este año se ha dado un viraje, año en que las crisis de legitimidad se extienden y queda abierta la idea de que no es posible multiplicar ese modelo neoliberal".

Construir un Nuevo orden internacional

El sociólogo chileno Tomás Moulian abogó por la construcción de un Nuevo orden internacional con equilibrio de fuerzas, y sostuvo que América Latina tiene que jugar un papel importante en la conformación de ese nuevo orden. Sin embargo, subrayó la responsabilidad de que Europa participe en este cambio. "Si el viejo continente continúa detrás de Estados Unidos en política no habrá posibilidades de construir un orden internacional relativamente democrático, relativamente justo y bajo el control de los pueblos, lo cual será muy peligroso".

Todos creían que terminada la Guerra Fría (1947-1990) vendría la paz perpetua, comentó, pero ha sucedido todo lo contrario, porque sufrimos el dominio de una sola superpotencia que actúa como gendarme mundial y ha puesto a la humanidad en el más grave peligro de destrucción en toda su historia.

Para el también Rector de la Universidad de Artes y Ciencias Sociales de Santiago de Chile, nuestros pueblos necesitan aliarse a otras fuerzas para neutralizar "los rebrotes histéricos del hegemonismo norteamericano.

En opinión del académico, no hay ninguna diferencia entre el presidente George W. Bush y el gobierno nazifascista de Adolfo Hitler (1933-1945) desde el punto de vista de su concepción de la guerra preventiva, de inventar un enemigo y atacarlo antes de constituirse en amenaza.
Moulian, expresó un moderado optimismo sobre la situación del hemisferio, afectado -dijo- por las pretensiones hegemonistas de la Casa Blanca y más de dos décadas de aplicación desenfrenada del neoliberalismo.

Por su parte, el sociólogo argentino Atilio Borón, que centró su ponencia en cuestionar las afirmaciones de los más importantes economistas defensores de las reformas neoliberales aplicadas en las décadas del 80 y 90, concluyó que "el veredicto de la historia es inapelable: estas reformas fracasaron. Y esta frustración se puede determinar en tres aspectos fundamentales: a) no lograron promover un crecimiento económico estable; b) no lograron aliviar la situación de pobreza y exclusión social que prevalecía en nuestra región como producto del desplome del modelo de industrialización sustitutiva de importaciones y la crisis de la deuda; c) lejos de fortalecer las instituciones democráticas y su legitimidad popular, este modelo tuvo como consecuencia debilitarlas y desprestigiarlas hasta un nivel sin precedentes en la historia latinoamericana"."Lejos de ser portadoras del progreso social, las políticas neoliberales precipitaron un holocausto social sin precedentes en la historia de la América Latina contemporánea", sostuvo Borón, que añadió que con las reformas neoliberales, "el 1 % más pobre de las sociedades latinoamericanas perdió casi el 14 % de sus miserables ingresos mientras que los superricos acrecentaron los suyos en un 52 %".Esta fractura entre ricos y pobres reaparece en otros índices y los datos recientemente producidos por la Organización Panamericana de la Salud. "La esperanza de vida del 10 % más rico de la sociedad venezolana es de 72 años, mientras que la que le aguarda a quienes tienen el infortunio de nacer en el 40 % más pobre es de apenas 58 años. Y en Chile, país considerado el paradigma de una exitosa reforma económica, la tasa de mortalidad infantil en las comunas más pobres triplica a la que se observa en las comunas más ricas: 26.9 por mil contra 7.5 por mil nacidos vivos".

Borón afirmó además que la aplicación de las políticas neoliberales minaron las bases de la democracia y promovieron el descreimiento en el sistema político.

"Si entre 1945 y 1980 los países latinoamericanos experimentaron un módico progreso en dirección de una cierta mayor igualdad social; si en ese mismo período experiencias de distinto tipo, desde variantes del populismo hasta algunas modalidades del desarrollismo, se las ingeniaron para sentar las bases de una política que, en algunos países, fue agresivamente "inclusionista" y tendiente a "ciudadanizar" a grandes sectores de nuestras sociedades, el período que se inicia a partir de la crisis de la deuda tiene un signo manifiestamente contrario. En él viejos derechos se convirtieron en inalcanzables mercancías; las precarias redes de solidaridad social fueron demolidas al compás de la fragmentación social ocasionada por las políticas económicas ortodoxas y el individualismo promovido por los nuevos valores dominantes; los actores y las fuerzas sociales que en el pasado canalizaron las aspiraciones y las demandas de las clases y capas populares -los sindicatos, los partidos populistas y de izquierda, las asociaciones populares, etc.- se debilitaron o simplemente fueron barridos de la escena. De este modo los ciudadanos de nuestras democracias se vieron atrapados por una situación paradojal: mientras que en el "cielo" ideológico del nuevo capitalismo democrático se los exhaltaba como soberanos y depositarios últimos de un amplio repertorio de derechos y habilitaciones, en la prosaica "tierra" del mercado y la sociedad civil eran despojados prolijamente de esos derechos por medio de crueles y acelerados procesos de "desciudadanización" que los marginaban y excluían de los beneficios del progreso económico y la democracia".

Geopolítica imperialista

El investigador egipcio, Samir Amin, enfocó su ponencia en la geopolítica del imperialismo. Sostuvo que "el capitalismo ha sido siempre, desde sus orígenes, un sistema polarizante por naturaleza, es decir, imperialista". Y subrayó que "esta polarización -es decir, la construcción concomitante de centros dominantes y periferias dominadas y su reproducción más profunda en cada etapa- es propia del proceso de acumulación del capital operante a escala mundial, fundado sobre lo que yo he llamado la ley del valor mundializada".

Amin sostiene que desde sus orígenes hasta 1945, el despliegue del imperialismo fue plural. "La segunda guerra mundial provocó una transformación mayor en lo concerniente a las formas del imperialismo: la sustitución de un imperialismo colectivo, asociando al conjunto de los centros del sistema mundial capitalista (para simplificar, la "tríada": Estados Unidos y su provincia exterior canadiense, Europa Occidental y central y Japón), a la multiplicidad de imperialismos en conflicto permanente". El investigador egipcio añade que "el derrumbe de la Unión Soviética y el desvanecimiento de los regímenes nacionales populistas nacidos de las luchas de liberación nacional posibilitaron que el proyecto de los Estados Unidos se desplegara con vigor, sobre todo en el Medio Oriente, pero también en África y América Latina".

Según Amin, la dirigencia norteamericana "ha comprendido perfectamente que, para conservar su hegemonía, dispone de tres ventajas decisivas sobre sus competidores europeos y japonés: el control de los recursos naturales del globo terráqueo, el monopolio militar y el peso que tiene la "cultura anglosajona" a través de la cual se expresa preferentemente la dominación ideológica del capitalismo".

Así, resumiendo, "el proyecto de dominación de los Estados Unidos -la extensión de la doctrina Monroe a todo el planeta- es desmesurado. Este proyecto, el cual he calificado por esta razón como Imperio del Caos desde el derrumbe de la Unión Soviética en 1991, estará fatalmente confrontado al crecimiento de las resistencias crecientes de las naciones del Viejo Mundo, las cuales no aceptarán someterse. Los Estados Unidos estarán entonces llamados sustituir el derecho internacional por el recurso a las guerras permanentes (proceso que ha comenzado en el Medio Oriente, pero que apunta ya hacia Rusia y Asia), deslizándose por la pendiente fascista (la "ley patriótica" ya le ha dado poderes a su policía frente a los extranjeros -"aliens"- que resultan ser similares de los que fue dotada la Gestapo).

Los Estados europeos, socios en el sistema del imperialismo colectivo de la tríada, ¿aceptarán esta deriva que los colocará en posiciones subalternas? La tesis que yo he desarrollado coloca el acento no tanto en los conflictos de intereses del capital dominante como en la diferencia que separa las culturas políticas de Europa y la que caracteriza a la formación histórica de los Estados Unidos, y encuentra en esta nueva contradicción una de las principales razones del fracaso probable del proyecto de los Estados Unidos".

Las democracias verdaderas se pueden alcanzar

"Para la humanidad este minuto es trascendental, está lleno de incógnitas, de ansias de soluciones, y esta reunión ha demostrado que son posibles, que la democracia verdadera que hoy es como una aguja en un pajar, se puede alcanzar", aseguró el presidente cubano Fidel Castro en la clausura de la XXI Asamblea General de CLACSO .

El Presidente cubano calificó el presente de momento trascendental y de viraje en la historia, y enfatizó que la clave de la victoria sobre el actual orden de cosas está en "las ideas justas en el momento justo, en las circunstancias históricas precisas, porque ya se sabe que ningún imperio ha sido eterno". El mundo vive una época de cambios para el establecimiento de los pueblos contra el hegemonismo de los grandes centros de poder.

"El gobierno de EE.UU. está aislado y aunque su poder predomine en el mundo, ello no quiere decir que sea invencible". Y agregó, "con seguridad no llega a 50 años, lo pienso sinceramente, no digo la nación norteamericana, no queremos su decadencia, le deseamos la misma suerte que a todos los pueblos", y recordó cómo Hitler soñó con un imperio de mil años; mas le sobraron 988, ironizó.

Destacó que la situación es ahora más difícil porque el imperialismo es más fuerte. Y recordó que recientemente había tropas en la frontera de Perú y Bolivia, en momentos de convulsa situación social. "Jamás se imaginó un poder como el que domina al mundo", advirtió. "Esa sola potencia reúne más riquezas y recursos que todas las demás". Se refirió, entonces, al intercambio desigual como una de las formas de saqueo más brutal que existen. Una potencia, acotó, pretende imponer sus criterios, basada en la idea de que lo que existe en este instante es también lo que nos espera en el futuro: la explotación del hombre por el hombre.

Condiciones para las transformaciones

Dijo estar convencido de que en esa batalla de la humanidad por salir de la barbarie, el pueblo norteamericano tendrá un rol importante, un pueblo que no es nuestro enemigo -aseguró- y que muchas veces ha sido engañado, pero que ha demostrado sus grandes virtudes. Recordó las circunstancias en las que nació la batalla de ideas, a raíz del secuestro de un niño, y cómo la experiencia acumulada en estos años ayudó a contrarrestar la invasión cultural del imperio, algo que también sufren los pueblos de América Latina

Trajo a colación varias de las medidas de la globalización neoliberal que afectan a los pueblos: la privatización de recursos naturales, incluido el agua en algunas regiones. Además, subrayó como agobiantes dificultades el intercambio desigual y el analfabetismo.

Ante la falta de investigaciones sociales referidas al Medio Ambiente, Fidel preguntó en broma si los académicos tenían prohibido hablar de ecología. "No sé qué mundo vamos a legarle a la Humanidad si desaparece la especie. Ojalá en este siglo, la humanidad se gane el título de Homo Sapiens. Estamos en el punto donde se decide si la especie sobrevive o si perece".

El presidente cubano afirmó que la situación en América Latina hoy es mucho peor que la de Cuba cuando se inició la lucha contra el gobierno corrupto de Fulgencio Batista (1952-1959), y ésta -agregó- era lo suficientemente mala para iniciar la Revolución.

Sin embargo, aclaró, nadie puede esperar modelos para comenzar transformaciones en cada país, porque cada movimiento de resistencia debe aplicar a sus condiciones los métodos de lucha más adecuados, pues ningún proceso revolucionario se parece a otro.

Pero, insistió, dadas las condiciones existentes en la región se pueden esperar otros procesos en numerosos países.

Tras definirse como marxista-leninista, pero no dogmático, aseguró que no ser esquemático ha sido uno de los secretos de la Revolución cubana en su resistencia contra más de 40 años de hostilidad norteamericana.

En su intervención el líder revolucionario recordó que en su país nunca se ha reprimido al pueblo, una razón que no pueden alegar los gobernantes de las naciones industrializadas, en las cuales es frecuente ver a las fuerzas del orden con carros lanzando agua y gases lacrimógenos.

Encuentro en México

También el pasado mes de octubre, días antes de la cita en La Habana, casi un centenar de intelectuales y líderes de movimientos sociales de América Latina analizaron la situación mundial, la globalización y la hegemonía norteamericana, en un encuentro denominado "En defensa de la Humanidad". De este encuentro surgió un documento final que advierte sobre los peligros para la humanidad que entraña el modelo neoliberal impuesto en el mundo y la actual política del gobierno de los EE.UU.

El análisis de la situación es similar al que poco después se realizaría en Cuba. "Una cantidad cada vez mayor de seres humanos ha sido declarada prescindible para el modelo en expansión; y predomina la idea de que los organismos públicos deben desentenderse de la suerte de los excluidos de la globalización.
El medio ambiente, la biodiversidad y los ecosistemas con los que ha convivido la humanidad a lo largo de milenios son convertidos en objeto de comercio y de acumulación, al servicio del interés privado. El agua, y otros recursos fundamentales para la vida humana son presa de esos mismos intereses. El consumismo y el despilfarro de los recursos son las normas promovidas por el capitalismo neoliberal. La humanidad enfrenta peligros que atacan directamente su sustento social, cultural y ambiental. Esta amenaza no proviene de fuerzas naturales, sino de poderes económicos y políticos que niegan los más altos valores concebidos a lo largo de la historia y exaltan la avaricia y el egoísmo". El documento final repasa también la política agresiva del gobierno de George Bush y recuerda que "en 1989, las potencias imperialistas aseguraron que con la caída del Muro de Berlín el mundo entraría en una era de entendimientos y prosperidad asegurada. Sin embargo, otros muros conspiran contra este propósito: muros en la frontera de México con Estados Unidos y en los territorios ocupados de Palestina; muros legales y raciales en las legislaciones de los países de la Unión Europea que otorgan un trato indigno a los inmigrantes de los países pobres; muros económicos de carácter proteccionista que bloquean el acceso al "mercado libre" predicado por el neoliberalismo; muros que violentan los derechos de mujeres y niños; muros de intolerancia a las opciones sexuales, a los gustos, hábitos y modos de vida de la humanidad; muros político-económicos que marginalizan al continente africano. En América Latina, Estados Unidos sigue hostigando a Cuba, con el riesgo de una intervención militar directa contra una revolución que durante 45 años ha resistido innumerables campañas de desestabilización, agresiones y bloqueo económico, gracias a su arraigo popular y a su firme voluntad de construir otro tipo de sociedad".

Finalmente establece una serie de medidas destinadas a crear una estrategia en defensa de la humanidad. Entre estas iniciativas está la de constituir un comité coordinador, integrar comités promotores en unidad con los movimientos sociales en defensa de la humanidad en los países, regiones y localidades vinculados con este comité coordinador y gozando de autonomía plena. Además, se propone articular a los intelectuales que trabajan en la academia, los centros de investigación científica y humanística, las universidades e institutos de educación media y superior, así como a quienes trabajan en los medios de comunicación y cultura, y los que forman parte de los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil. Constituir un comité que cubra un espectro amplio de temas y países y que pueda reaccionar de manera inmediata ante una situación de emergencia que amerite el posicionamiento de nuestra red y las movilizaciones necesarias.

Los objetivos específicos de nuestra red serían: a) analizar la realidad para aportar y difundir conocimientos, descubriendo lo que no es inmediatamente evidente; b) deslegitimar el sistema dominante haciendo uso de métodos analíticos críticos al pensamiento único; c) proponer alternativas fundadas en la acción comprometida en los movimientos y procesos sociales de nuestros pueblos y en el análisis de sus experiencias de resistencia e innovación; d) identificar el común denominador de las luchas de resistencia para vincular el carácter local con la lucha global; e) fomentar la resistencia al poder dominante por medio del ejercicio del poder alternativo, la creación de redes interculturales y la difusión de las voces múltiples y diversas de la humanidad. También, entre otras iniciativas, proponer la creación de una universidad internacional que tendrá como meta reunir a los humanistas, científicos y artistas del mundo para consagrar sus conocimientos específicamente a la educación, la investigación y la difusión cultural, destinadas a alcanzar la paz y un mundo más libre y más justo.

Jesuítas contra el ALCA

Con un poco de retraso, la Compañía de Jesús en América Latina, dio a conocer un documento en que resume un encuentro celebrado en julio en Ecuador para analizar el ALCA.

En este material, los jesuítas sostienen que la pobreza y la marginación han aumentado en el continente. "Hay un inmenso abismo entre los grupos que concentran la riqueza y la inmensa mayoría de la población que está por debajo del nivel de pobreza".

En ese sentido destacan que en el planteo del ALCA no se aborda la problemática de la pobreza y adelanta una oposición al planteo de integración comercial impulsada por el gobierno de los Estados Unidos.

Uno de los argumentos es que la composición del ALCA es "impresionantemente asimétrica". "El punto de partida de las economías de los 34 países que conforman América del Norte, Central, el Caribe (con excepción de Cuba) y Suramérica es sumamente desigual. Del PIB total, el 79% corresponde a Estados Unidos, el 5,9% a Canadá, el 4,7% a Brasil, a México el 4,2%, a Argentina el 2,51%, y la gran mayoría de los países no superan el 1% del PIB total del ALCA. Por lo tanto, la negociación del ALCA se realiza en términos de poder extremadamente desiguales y asimétricos".

También se denuncia que la forma de negociación no es transparente. "Lo negociado sigue siendo un secreto, y el texto no logra incorporar las diversas propuestas que han presentado las organizaciones ciudadanas del continente. En la mayor parte de los países la sociedad civil se encuentra sin información sobre lo que sus gobiernos están negociando. Lo mismo ocurre con sectores productivos completos (empresas, trabajadores) que serán fuertemente afectados por el ALCA. No se han previsto referendums para la aprobación popular del Tratado". Los jesuístas destacan que el ALCA es injusto por cuanto se trata de un pacto de igualdad entre desiguales. "No hay duda que ello generará mayor desigualdad".

Destacan además que el ALCA es mucho más que un tratado commercial, ya que presenta un esquema de privatización (especialmente de servicios y bienes públicos tradicionalmente reservados al Estado), de liberación de mercados y de seguridad para las inversiones extranjeras, a las que se conceden ventajas sobre las nacionales.

Los jesuítas cuestionan el recorte a la soberanía de los países al plantearse que tenga rango supraconstitucional y denuncian que el ALCA representa un refuerzo al proteccionismo de EE.UU.

El documento afirma que otro tipo de integración es posible. "Se está empezando a abrir un espacio nuevo para imaginar, pensar y planear estratégicamente una nueva integración que parta de los intereses y valores de la gente y no deje en manos del mercado el futuro de la humanidad. Teóricamente hay otras posibilidades y empíricamente hay diversas formas de integración de distintos países y bloques distintas de la dinámica globalizada. Se está consensuando una Alternativa para las Américas.

"La condición para que esta alternativa posible llegue a ser una realidad es principalmente política: hace falta desarrollar un Sujeto social que planee y vaya acumulando fuerzas para lograrlo. Para ello ya no basta hacerlo sólo desde cada sector, sólo desde cada país. El reto es construir un Sujeto social multisectorial e internacional. Este sujeto está iniciando su construcción. Su desarrollo es una meta de largo plazo".



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