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Los Kjarkas en Estocolmo |
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escribe Jaime Padilla Ven que debemos mejorar... ESTOCOLMO. Cerca de 700 personas el viernes 17 de octubre, unieron en esta capital, sus voces a la primera interpretación musical de Los Kjarkas. La canción explosionó como un himno de esperanza. Una bandera boliviana con un crespón negro en señal de duelo, por las dolorosas consecuencias en Bolivia a raíz de un conflicto socio-político que ingresaba entonces a su cuarta semana de incertidumbre, adornaba el fondo del escenario del Teater Solna Gymnasiet. Un apasionado aplauso recibió a los seis integrantes de Los Kjarkas. Desde el escenario miembros de la Asociación Antawara, organizadores del espectáculo, comunicaron brevemente al público las últimas noticias provenientes del país. Teddy Chivi, que desde una ciudad vecina se trasladó para asistir al concierto diría: "La música de Los Kjarkas nos han transportado por unos instantes a nuestro país, con canciones que hablan de amor, de la vida y del dolor, une a todos quienes nos encontramos por diversas razones fuera de nuestra tierra". Los Kjarkas, de ahora rescatarían también del recuerdo para aquellas personas que han llegado a estas tierras a principios de 1980, la canción: Cutimuy (Vuelve), composición original de Gonzalo Hermosa, vocalizado en aquella época cuando él como solista había incursionado en el ámbito artístico con el nombre de Andrés Tierra y Sentimiento. Su interpretación convulsiona nuevamente al público y los aplausos se prolongan por varios minutos. "Las nostalgias suelen curarse con canciones que han marcado en algún momento nuestras vidas", comentó Vladimir Ariscurinaga, ex dirigente sindical boliviano. Un rumor recorría entre el público en sentido que el presidente Sánchez de Lozada se habría fugado a Santa Cruz. "Es inminete su renuncia" agregaban otros. La nota simpática de esta actuación estuvo protagonizado por el charanguista del grupo; Makoto, joven artista de origen japonés, en momentos en que este interpretó una composición de Los Kjarkas en su lengua materna. Los artistas sobre el escenario se entregan como diría alguien en "alma y cuerpo" a sus canciones, porque cantan y tocan sus instrumentos con fulgurante fuerza. La presencia de Los Kjarkas en Suecia, amplía el espacio artistico boliviano en los países escandinavos. Su paso por Oslo, capital de Noruega, algunos medios de prensa de ese país destacaron que los noruegos junto a la colonia boliviana y latinoamericana desbordaron también allí de alegría con los creadores de la Lambada, (cuyo título original es Llorando se fue). "Vayan donde vayan Los Kjarkas cautivan a su público por su peculiar estilo y su variado repertorio musical que traspone fronteras", insistía un comentarista radial. Luego de Suecia, experiencias similares en Italia -último país que visitarían antes de retornar a Bolivia- marcará -sin duda- un nuevo hito en la carrera artística de esta agrupación que difunde incansablemente el patrimonio musical de su pueblo. |
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