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Armand Mattelart en Uruguay |
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escribe Hernan Salina Torres Uno de los 2 autores que, desde el Chile de Allende, escribiendo un libro nos ayudaron a desentrañar la estrategia de dominación subyacente en la infantil historieta del Pato Donald estuvo esta semana en Montevideo, y sigue combatiendo en la trinchera de la batalla estratégica de la información. Nacido en Bélgica y radicado desde hace años en Francia desarrollando la investigación y la docencia universitaria sobre comunicación e información, Armand Mattelart se instaló en Chile en 1962 y llegó a formar parte durante el mandato de Salvador Allende del equipo de gobierno de la Unidad Popular que diseñaba políticas de comunicación. En una entrevista que le realizara Hugo Castillo para su programa Utopía de radio Centenario, Mattelart relató que le costó mucho entender a la izquierda chilena, y que su tarea fue enfrentar desde la comunicación la ofensiva de la derecha. Las izquierdas -pluralizó en su diálogo con Hugo- tuvieron mucha dificultad en entender lo que eran los medios de comunicación, y sobre todo los medios como vehículo de una cultura de masa que se ha hecho cotidiana. Y 30 años más tarde muchos no lo han entendido aún, agrega. En la Isla Negra de Neruda escribieron con el chileno Ariel Dorfman el manuscrito de Para leer al Pato Donald en dos semanas. Fue editado en 1972 y traducido a quince idiomas. El pato Donald es hoy Microsoft, bromea y no tanto- el visitante y subraya que hay capítulos enteros de ese libro con total vigencia: hoy se aplica esa doctrina en Irak, el pueblo-niño. Para comprender la dimensión de esta afirmación de Mattelart no queda otra que buscar el libro en las mesas de las librerías montevideanas o conseguirlo de manos amigas. Cuando el golpe de Pinochet Mattelart envía un telegrama a sus amigos firmado como Donald duck, para hacer saber que está vivo. Logra escaparse de la dictadura chilena y le arranca a esos años oscuros de Chile dos hijos nacidos en la tierra de Allende. El imperio es cada vez más explícito, advierte quien preside desde hace una semana el Observatorio de Medios de Francia. Y sumándole la sentencia de que el neoliberalismo es productor de amnesia, Mattelart defiende un camino para los movimientos populares que resume como el de las tres R: resistencia, reflexión y realización. Ante una consulta de Hugo Castillo el investigador belga valora que en este panorama América Latina ya ha pasado a la ofensiva. En ese marco al mirar hacia el papel de los intelectuales de nuestra región opina que a la salida de las dictaduras los textos que elaboraban eran muy ambiguos, negaban la relación de fuerza imperial. En estos útimos años, en cambio, comienza a volverse realmente al análisis de las relaciones de fuerza que nunca debimos dejar de lado, añade Mattelart en una afirmación crítica que debe remover en su asiento a más de un intelectual latinoamericano. Muchas veces se ha hecho jugar un papel ambiguo a los cambios epistemiológicos muy importantes para entender la sociedad, profundiza. En esa evaluación de los pensadores de nuestros países en los años inmediatos a las dictaduras Mattelart insiste en que en lo que se escribía se comunicaba- las mediaciones eran tantas que no se podía analizar la sociedad, y era necesario. En un Paraninfo de la República cuya arquitectura sorprendió al visitante europeo, poblado mayoritariamente por estudiantes de Ciencias de la Comunicación, Mattelart tuvo palabras de reconocimiento para el docente e investigador uruguayo Roque Faraone: participamos juntos en la construcción de la primera generación crítica sobre la comunicación en América Latina, señaló. Faraone, que desarrolla su labor actualmente en la Facultad de Humanidades, realizó para Mattelart una presentación del Uruguay: en este país la comunicación no admite ciertos vocablos, no se puede hablar de imperialismo, de lucha de clases, no se puede hablar de dependencias, resumió. El investigador uruguayo destacó al visitante no solamente por el nivel de la producción intelectual, sino la continuidad de un compromiso y la coherencia de conducta política. En el legendario semanario Marcha se tomó la metodología de Para leer al Pato Donald para analizar otro historieta estadounidense, Lorenzo y Pepita, recordó Faraone. Se analizaba el mensaje latente y el mensaje manifiesto Junto a otros teóricos, explicó Faraone, Mattelart desarrolló ya en esa época el análisis de la concepción de la ideología dominante como ocultamiento de la realidad divulgada por los medios. La línea dominante era la función de control social que cumplían los medios y por tanto la denuncia de esta situación basada en una realidad de lucha de clases. Tras la experiencia chilena, el investigador belga participó, relató Faraone, en la labor de una sociedad en construcción hacia el socialismo por otro camino que no era el electoral, con la problemática de la salida del colonialismo, donde no había siquiera vías férreas: Mozambique. La acción de Mattelart implica una profunda comprensión de la tesis 11 de Marx (aquella que refiere que hasta ahora los filósofos no han hecho otra cosa que interpretar al mundo, y de lo que se trata ahora es de transformarlo), es decir de la necesidad de la acción para transformar lo irracional en algo más racional, en el campo de la comunicación, la política, la economía, puesto que la comunicación condiciona todos estos campos e incluso muchos otros más, valoró el profesor Roque Faraone ante un público que pobló el Paraninfo y siguió atentamente la conferencia de Armand Mattelart durante casi una hora y media. Bajo la piqueta fatal del espacio, Siete sobre Siete les ofrece junto a esta crónica un resumen de los conceptos que, alejados de toda solemnidad académica, expuso este representante de la mejor intelectualidad que ha generado el continente europeo. |
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