inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces
10-Octubre-2003

 

El mundo sin Sadam

 

escribe Cándido

No hace tanto tiempo que lo dijeron, para que lo hayamos olvidado: el mundo será mucho más seguro sin Sadam Hussein aludiendo tanto a la caída de la dictadura de éste como a su propia cabeza, junta o separada del cuerpo por algún misil liberador. Era uno de los argumentos, complementarios al de las armas de destrucción masiva y a la posibilidad de un ataque nuclear en un lapso de 45 minutos, para justificar la descalificación de la misión de inspectores de la ONU presidida por un sueco honrado y con dignidad llamado Hans Blix, llevarse por delante la ONU y el derecho internacional, como etapas previas a la guerra contra Irak. Los ideólogos de esta estrategia contaron con el apoyo incondicional de algunos vasallos europeos además de Tony Blair, José María Aznar, Silvio Berlusconi, Poul Nyrup Rasmusen, Alexander Kwasniewski, que se empujan entre sí para ver cual es primero en inclinarse ante el emperador. Y quinta columnas del imperio para moldear según los intereses imperiales, el incierto proyecto de una Union Europea, democrática y civilizada.

No menos importante fue el apoyo recibido a la promesa de un mundo seguro, después de Sadam por los vasallos de los medios de comunicación. Dedique el lector unas horas a releer a los columnistas de la gran prensa, a recordar a los comentaristas internacionales, los suecos en primera línea, demostrando o sugiriendo que efectivamente estaríamos mucho más seguros después de Sadam. (No contaron que el desmantelamiento de los servicios psiquiátricos realizado tanto por burgueses como por socialistas, en el marco de la política neoliberal aplicada en este país en las últimas dos décadas, sería un peligro mucho más real que la amenaza de las armas de Sadam.)

Todas esas mentiras las dijeron en febrero, las repitieron en marzo al desatar la guerra y, créase o no, las repiten en octubre. Él 8 de agosto pasado, el increíble Bush dijo a los periodistas que Irak es un lugar más seguro ahora y su economía está en vías de ponerse en marcha! No hay que repetir lo que todos sabemos. Lo de Irak es una chapuza completa, militar y política, más histórica que la de Vietnam. Y lo será cada día más. Pronto irán los soldados turcos a incentivar el incendio, ya lo advirtieron los kurdos. Las bolsas negras con los pobres soldados reclutados entre los pobres del imperio y los de sus vasallos, aumentan cada día. La paz en el Cercano Oriente, otra promesa de preguerra, ya se sabe como está. El reguero de combustible ha llegado a Siria y, como en el aprendiz de brujo, nadie puede con Sharon que amenaza con utilizar todas las armas (¿Incluidas las nucleares?) para combatir el terrorismo. Tanto Blair como Bush han repetido en estos días sus mentiras y en abierto desprecio hacia la humanidad, han afirmado que volverían a hacer lo mismo. Además de criminales y mentirosos, son reincidentes.

En todo código penal, la reincidencia es un agravante. Pero no para nuestros formadores de opinión. Un comentarista internacional de la STV comentó complacido que el congreso laborista había aplaudido a Blair de pie durante 7 minutos al término de su discurso, y sólo 2 (minutos) a su adversario en el partido. Y un cotizado editorialista proangloamericano elogió a Blair por haberse mantenido firme sin pedir perdón. (Por sus mentiras y su falta de escrúpulos). En Estados Unidos, los ciudadanos siguen aterrorizados , en las capitales de la civilizada Europa es más fácil morir al final de un partido de fútbol pateado en el suelo y en la cabeza que por misil de Sadam. Las personas mayores no se atreven a salir de noche y los jóvenes van casi todos armados. Las mafias, rusas, bálticas o colombianas, trafican con drogas y muchachas, y dirimen discrepancias por el mercado a tiros en los restaurantes de lujo sin que nadie pueda o quiera frenarlos. Hay culpables de esta inseguridad global en que vivimos. Pero no son los que le dijeron, lector amigo.



Copyright ©
Semanario Liberación
Box 18040
20032, Malmö, Suecia
Teléfono: +46 40 672 65 02
Telefax: +46 40 672 65 03
Correo electrónico: