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Gira por Suecia de militantes del MST |
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escribe Ricardo Daher El Movimiento Sin Tierra del Brasil mantendrá la política de ocupaciones de latifundios improductivos al mismo tiempo que dialoga con el gobierno para implementar una reforma agraria. Las contradicciones con el Ministerio de Agricultura y la escasa prioridad que el ministro de Hacienda le otorga a los temas sociales, no han disminuido la esperanza que despertó el gobierno de Lula, destacaron tres militantes del MST de gira en Suecia. Fabya, Lúcia y Adenilsa, militantes del Movimiento Sin Tierra de Brasil, realizaron esta semana una gira por varias ciudades de Suecia, en el marco de un programa de intercambio con organizaciones políticas, de solidaridad y de agricultores. Desde hace ya un tiempo, el Partido de Izquierda, el Grupo de Amigos del MST y otras organizaciones suecas están contribuyendo al desarrollo del movimiento en Brasil, y participando en intercambio de experiencias y militantes. Las tres mujeres llegaron de Bahía, al norte del Brasil, junto a otros dos compañeros, para participar en un seminario con agricultores suecos organizado por el Grupo de Amigos del MST e informar sobre el viaje que unos 45 voluntarios suecos harán a los campamentos del MST en Brasil, en febrero del próximo año. De visita en la redacción de LIBERACION, repasaron la realidad del Movimiento Sin Tierra y la coyuntura política en Brasil. Destacaron la prioridad en liberar a unos 17 presos del MST, acusados de diversos delitos inventados, en cinco estados, y del trabajo para presentar una propuesta de reforma agraria al gobierno. Se mantiene la esperanza Uno de los temas obligados fue la relación del MST con el gobierno del presidente Lula. "Lo primero que cambió tras la asunción de Lula a la presidencia -resumió Adenilsa- fue que se abrió la esperanza de cambio, y se modificó la relación del MST con el gobierno, creándose un ámbito de diálogo". También coincidieron en destacar que el cambio no ha sido sólo en iniciar un diálogo, sino que además se adoptaron medidas concretas que marcan el inicio de proceso de transformaciones. Por ejemplo, durante el pasado gobierno de Fernando Henrique Cardoso, muchos pequeños campesinos se endeudaron al punto de quedar al borde de perder sus fincas. El nuevo gobierno de Lula refinanció la deuda y dio nuevas oportunidades a los campesinos. Otra diferencia con el gobierno de Lula es que si bien el gobierno de Cardoso no ordenó reprimir directamente al Movimiento Sin Tierra, empleó otros mecanismos de represión, como el no otorgar recursos financieros a los campesinos que recibían tierras, imposibilitando su funcionamiento. Para estos detenidos, el MST está reclamando la solidaridad internacional que se exprese en el envío de cartas o correos electrónicos a los gobierno estaduales. "El MST no está contra Lula" Sin embargo, la nueva situación de diálogo con el gobierno, no significa que el MST vaya a detener la política de ocupación de latifundios improductivos. "Las ocupaciones son un arma que permite a la gente entender el fenómeno del latifundio", subraya Lúcia. De todas maneras, las tres militantes del MST se muestran optimistas en que el diálogo con el gobierno de Lula culmine en un proyecto de reforma agraria consensuada. "Sabemos que la reforma agraria, las graves carencias sociales, el hambre, la marginación, la salud y la educación, no se resuelven en poco tiempo", comentó Fabya. Destacó asimismo la reunión celebrada entre Lula y dirigentes del MST para comenzar a discutir un proyecto de reforma. Allí Lula anunció que el segundo semestre de este año lo dedicaría a atender los problemas sociales, no solo con medidas de emergencia, sino trazando planes para el futuro. Las dirigentes del MST recordaron que Lula llegó a la presidencia en una coalición de gobierno, y que ya había explicado que en el primer tramo de su gobierno iba a enfocarse a estabilizar las cuestiones financieras, atendiendo un reclamo de sus aliados. "La gran prensa difunde en Brasil, y otros se hacen eco en el exterior, de que el MST está contra Lula, pero es al revés", explican. "El gran problema de Lula es atender a los dos Brasil", señala Adenilsa. Al inicio de su gobierno, debía "atender las cuestiones sociales y al mismo tiempo tranquilizar a los mercados". El gobierno es una coalición, subraya Fabya, y aunque en el Congreso hay quienes apoyan la pronta resolución de las cuestiones sociales, hay otros como el ministro de Economía, Antonio Palocci, que no hablan de estos temas". Por su parte Lúcia destaca las contradicciones entre el Ministerio de Agricultura "a favor de los grandes terratenientes" y el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA), instituto dependiente del Movimiento de Desarrollo Agrario -similar a un ministerio- encargado de implementar y desarrollar la reforma agraria. Explica que mientras el INCRA respalda la reforma agraria, el Ministerio de Agricultura, a la hora de definir las políticas agropecuarias, quita recursos a ese organismo, define el respaldo y los subsidios para las grandes extensiones agrícolas destinadas a la exportación y dedicadas al monocultivo y a los transgénicos. "Una forma de apoyar a Lula es mantener la movilización, las ocupaciones de tierras, los campamentos, y mantener el tema de la reforma agraria en la discusión pública", coinciden las tres mujeres. La cuota de confianza en el gobierno de Lula está sostenida en el desarrollo de los programas y en la discusión y desarrollo de propuestas para atender los temas sociales más allá de las emergencias. En este sentido explican que el programa "Hambre Cero" atiende una necesidad urgente, y destacan que en su implementación se están desarrollando bases para construir una política destinada a las grandes mayorías y con su participación. Al mismo tiempo que se entregan las canastas básicas a los sectores más necesitados, el gobierno crea estructuras de participación a nivel nacional, estadual y local que analizan y buscan resolver definitivamente los problemas. "Se trata de enseñar a pescar también", subrayan. "De esta forma se crean mecanismos de participación con organizaciones sociales desde la base" para buscar soluciones permanentes a los problemas de salud, educación, trabajo, alimentación, etc. Lúcia explica que con estos mecanismos, el gobierno fortalece las organizaciones sociales, lo que es una apuesta para el futuro. "Atendiendo las prioridades sociales se están creando al mismo tiempo políticas para el futuro", insiste, y descata que "la gente tiene claro que no se van a resolver todos los problemas durante el gobierno de Lula". Prensa del MST El Movimiento Sin Tierra está realizando un importante esfuerzo editorial para divulgar las prácticas y experiencias de la organización, difundir novedades y contribuir a la formación de sus militantes. Enfrentados a un cerco informativo, de silencio en algunos casos, y desinformación en la mayoría, han debido destinar recursos para la publicación de periódicos y revistas, algunas destinadas a sus militantes, y otras a un público más amplio. Sin embargo, el circuito normal de distribución de diarios y revistas, también ignora a las publicaciones del MST. De esta manera, el esfuerzo editorial se debe completar con un enorme trabajo de distribución y venta, que no siempre alcanza a cubrir todo el territorio nacional a tiempo. En los últimos meses han editado el semanario "Brasildefato", destinado a todo público con información general y trabajos especiales sobre diversos temas, como por ejemplo, los transgénicos y el poder de las transnacionales. También se ha presentado la revista bimensual "Sem Terra" que apunta a un público general.
1: El cambio de presidente del INCRA forma parte de la naturaleza del gobierno y de sus responsabilidades de escoger a sus servidores en cada función, ya que son cargos de confianza política. Manifestamos nuestro respeto al presidente saliente. 2: El MST siempre mantuvo y mantendrá su autonomía en su relación con el gobierno. 3: Defendemos la necesidad de una reforma agraria como política prioritaria del gobierno. El pueblo eligió al presidente Lula para realizar transformaciones en el modelo agrícola actual. 4: Defendemos una reforma agraria que sea un instrumento para resolver los graves problemas del desempleo, del hambre y la pobreza en el medio rural. 5: Para eso necesitamos una reforma agraria popular, que represente la democratización del acceso a la tierra con la apropiación de los latifundios improductivos, conforme a la Constitución Federal. Defendemos la implementación de agroindustrias asociadas con la reforma agraria, la democratización de la educación en el medio rural y en un nuevo modelo tecnológico y de asistencia técnica, adecuando la agricultura familiar y la cooperativa. 6: Los compromisos históricos del Partido de los Trabajadores y demás partidos de izquierda que ganaron las elecciones, y del propio presidente Lula, expresados en el documento de campaña, Vida digna en el campo, coinciden con nuestra propuesta de reforma agraria y tenemos la confianza de que continúan vigentes. 7: Esperamos que el gobierno adopte las medidas necesarias que ejecutivas y /o administrativas, para que la reforma agraria sea de hecho una prioridad. 8: De nuestra parte, como movimiento social, seguiremos en nuestra tarea principal, que es conscientizar y organizar a los trabajadores para seguir luchando por la reforma agraria. San Pablo, 3 de setiembre |
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