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El Pen Club sueco compró |
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El martes pasado el Pen Club sueco compró el paquete de las "bibliotecas libres" cubanas que le vendió el Centro Internacional Liberal (SILC), al patrocinar una reunión pública en Estocolmo para escuchar a Ramón Colás miembro de la Fundación Cubano-Americana (CANF) conocida organización de la extrema derecha cubana con base en Miami, quien se presenta como responsable de ese proyecto de subversión encubierta hacia Cuba, financiado por el gobierno de Estados Unidos. Colás pertenece a la principal organización de la contrarrevolución de Miami que no solamente apoya la guerra económica contra Cuba, ( que durante 11 años consecutivamente ha sido condenada por la Asamblea General de Naciones Unidas, la última vez con 173 votos a favor y 3 en contra: EE.UU, Israel y las Islas Marshall), sino que exige a que esta aumente más aun. Como miembro del CANF, el señor Colás hoy recibido con honores por el PEN sueco, fue firmante pocos meses atrás de una carta dirigida al presidente Bush donde se quejaban de que éste había abandonado su promesa de incrementar su política agresiva contra Cuba para cambiar el régimen y de que el "movimiento disidente" no había recibido el apoyo prometido. En la carta además, le recordaban a Bush que CANF apoyó fuertemente su campaña presidencial y se le exigía que ahora (después del ataque a Irak) debía llevar una campaña más efectiva contra Cuba para que esta volviera a cumplir su antiguo papel de estrecho amigo y aliado de Estados Unidos. La Fundación Cubano-Americana conocida por su posición de extema derecha, fue formada en 1983 por iniciativa del entonces presidente Ronald Reagan al Consejo de Seguridad Nacional, desde el comienzo manteniendo estrechos lazos con la CIA y el Departamento de Estado, con el cometido de organizar bajo el mismo paraguas a diversos pequeños grupos terroristas del exilio cubano, y poder así constituirse como un poderoso lobby. Con el tiempo la CANF es hoy una de las más fuertes organizaciones de lobbistas en EE.UU después de la de Israel, y tiene en su dirección a viejos colaboradores de la dictadura de Batista, así como a sus descendientes; antiguos multimillonarios como la familia Bacardí, o nuevos que se hicieron ricos en Miami con el negocio del narcotráfico. Pero la Fundación no sólo ha limitado sus actividades hacia Cuba, sino que además colaboró activamente con Estados Unidos en el apoyo al terrorismo llevado adelante por UNITA en Angola, en el de los Contras en Nicaragua en los años ´80, que tuvo como consecuencia que el gobierno norteamericano fuera acusado en el Tribunal de La Haya. También la CANF estuvo involucrada en el escándalo Irán-Contras de finales de los ´80. Así mismo que el financiamiento que la Fundación le proporcionó a una larga serie de acciones terroristas en Cuba, cuyos objetivos fueron las instalaciones turísticas. Entre otros los atentados con explosivos contra hoteles y restaurantes en La Habana en el verano de 1997 en el que resultó muerto un turista italiano. O tres años atrás el intento de asesinato del presidente de Cuba, que estaba planeado para cuando Fidel Castro asistiera a la Cumbre Iberoamricana en Panamá. La CANF ha participado activamente en la formulación de la ley Helms-Burton que promueve la instalación de un régimen pro-norteamericano en Cuba, y para ello se propuso crear una oposición interna en la isla, así como penar a las empresas extranjeras que comercien o inviertan en la isla. Las llamadas "bibliotecas libres" (1) en Cuba no son ni bibliotecas ni tampoco libres. Son parte del plan mayor de Estados Unidos de desestabilizar la situación interna en Cuba que posibilite la intervención norteamericana. Son tan libres como Armando Valladares fue en su tiempo el "poeta inválido". El Pen sueco y Amnesty de la misma manera que ahora, compraron en 1997 el "paquete Valladares" como ahora lo hacen con las "bibliotecas libres". Fue cuando adoptaron a Valladares que ni había sufrido maltratos en la cárcel ni tampoco había escrito un poemario que fue publicado en su nombre por un actual vice presidente de la Internacional Liberal, como tampoco su autobiografía. Valladares no había sido torturado hasta la invalidéz como trataron de hacer creer mediante una intensa campaña publicitaria a nivel internacional, salió de la cárcel caminando camino hacia el avión que lo llevó a París y en inmejorable estado físico. Una filmación hecha secretamente en la cárcel lo mostraba haciendo gimnasia en su celda cuando nadie lo veía. Ex-policía de la dictadura de Batista, Valladares estuvo 20 años preso condenado por organizar atentados con explosivos en La Habana por encargo de la CIA. Este artista de la simulación, poco después fue lanzado por Estados Unidos como su embajador ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra donde cumplió su triste papel sin pena ni gloria, para desaparecer en el olvido de un buen pasar en Miami. Y tampoco volvió a escribir ni un renglón más de poesía. Cuando a Valladares lo liberaron, Bo Lindblom, (por entoces miembro de la dirección de Amnesty), criticó a su organización por haberse dejado embullar por la campaña y escribió que: "Valladares le brindó un pésimo servicio al trabajo por los DD.HH. Cuando a la opinión pública se la dirige hacia lo que no sucedió o no sucede, se pierden así las posibilidades de llamar la atención sobre lo que realmente ha sucedido o realmente sucede". De la misma manera que en el caso Valladares cumplió su papel una gran campaña de desinformación, sucede ahora con las "bibliotecas libres". Se podría desear que el Pen Club sueco aprenda de esta experiencia anterior y no sea partícipe una vez más de una deliberada desinformación y campaña que quiere llevar a Cuba a la misma situación de miseria y opresión que el resto de América Latina. Inventando una opresión en Cuba, con el propósito además de impedir que nuestra mirada se dirija a lo que realmente sucede en el resto de ese continente. (1) Ver artículo en Liberación del 12 de septiembre de 2003. |
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