FMI mete mano al Banco República
MONTEVIDEO. La misión del Fondo Monetario Internacional que se encuentra en el país encabezada por Gilbert Terrier tiene como una de sus prioridades la llamada «reforma» del Banco de la República (BROU) y la finalización de la reforma ya iniciada en el Banco Hipotecario (BHU) que supone prácticamente la liquidación del organismo cuyo costo en gran medida lo ha debido asumir el República.

Este objetivo no es nuevo, está en varias de las Cartas de Intención que acordó el gobierno con el FMI y el Banco Mundial. Es mas, cuando la crisis bancaria, una de las propuestas planteadas por el FMI a la delegación que concurrió a negociar con el organismo, fue la liquidación total de la banca estatal lo que en primera instancia -según declaró el Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) Ariel Davrieux- fuera rechazado en tanto sería demasiado traumático para el país.

Sin embargo el Fondo no ceja en sus intentos de concretar la reforma del organismo y el martes se reunía con autoridades del BROU para analizar su situación. Aparentemente del resultado de la misma dependería el «permiso» para que el gobierno echara mano del Fondo de Estabilidad Financiera creado en agosto con dinero del FMI.

En cuanto al BHU el compromiso sería tener una propuesta presentada a fines de setiembre que apunte a una «caída de sus costos operativos», lo cual supone nuevo cierre de sucursales y agencias, así como reducción de personal.

Por otra parte el gobierno presentará al organismo los resultados fiscales es decir el cumplimiento de un nuevo ajuste que permitió alcanzar un superávit primario de 2% para pagar casi 500 millones de dólares de deuda externa con el consabido costo social, la presentación al Parlamento del proyecto de privatización del agua, el de reforma de la Caja Militar, otro sobre reforma tributaria; la concreción de la privatización del Aeropuerto de Carrasco así como la auditoría externa del Fondo de Estabilidad del Sistema Bancario.

Modifican calendario de primarias partidarias
MONTEVIDEO. Las elecciones primarias de los partidos políticos en Uruguay con vistas a la justa presidencial que se librará en octubre de 2004 fue aplazada para junio del próximo año por una resolución del Parlamento, según trascendió la pasada semana aquí.

Con la anuencia de todas las bancadas parlamentarias, la nueva ley trasladó la tradicional celebración de las internas en abril para mediados de año, y los potenciales candidatos a la primera magistratura echarán andar sus campañas con menos tiempo. La legislación uruguaya establece una segunda vuelta a las urnas en caso de que ningún aspirante se alce con el 50 por ciento o más de los votos, la cual podría ocurrir en noviembre en una batalla cerrada entre los contrincantes más fuertes.

De acuerdo con los sondeos de opinión, el líder del izquierdista Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), Tabaré Vázquez, y su agrupación, van primero en las preferencias electorales con un 45 por ciento, superando a los partidos conservadores de derecha (Partido Colorado y Partido Nacional-Blanco). Vázquez, quien aparece como la figura política más relevante en este país en los últimos tiempos, no alcanzó la mayoría necesaria en la pasada justa presidencial de 1999 en la primera vuelta, a pesar de que fue el candidato más votado en esa ocasión. Una alianza electoral de última hora entre el PC y el PN catapultó a la presidencia en la segunda ronda al actual presidente Jorge Batlle. Sin embargo, la normativa precisa que el Legislativo quedará constituido con los 99 asientos en la Cámara de Diputados y los 30 en el Senado a partir del conteo del primer sufragio. El próximo jefe de Estado uruguayo que resulte electo en la contienda debe asumir el mando el 1 de marzo de 2005 por un período de cinco años.