MONTEVIDEO. El jueves pasado el gobierno de Jorge Batlle concretó otra entrega de parte del patrimonio que es de todos Al mejor postor - 34 millones de dólares- remataron el Aeropuerto Internacional de Carrasco El «nuevo dueño» es un viejo conocido en la región, aunque no precisamente por su buena gestión empresarial.

La Terminal Aérea fue subastada en la Bolsa de Valores de Montevideo por 34 millones de dólares. Un consorcio de capitales estadounidenses, italianos y argentinos ganó la puja. Entre los accionistas figura Aeropuertos Argentina 2000, propiedad de Eduardo Eurnekian. El consorcio «planifica una inversión de 60 millones de dólares», según informó el representante de la empresa, Ernesto Gutiérrez.

En la Bolsa de Valores de Montevideo, se subastaron por US$ 34 millones los servicios del Aeropuerto Internacional de Carrasco, pese a la creciente oposición que se registró a distintos niveles del país.

Cerealsur -integrado por Aeropuertos Argentina 2000, American International Airport y Sea de Milán- fue el vencedor de la puja; y su representante Ernesto Gutiérrez, dijo en declaraciones a la prensa que el objetivo es reformular el sistema de aire y tierra. Gutiérrez sostuvo que se realizará un «cambio muy marcado en la calidad del servicio» y respecto al sistema tarifario señaló que no depende del consorcio sino que «está previsto por el gobierno».

Satisfacción oficial

Tras el remate, el presidente de la Bolsa de Montevideo, Carlos Perera, dialogó telefónicamente con el presidente de la República, Jorge Batlle, quien se mostró «muy contento» con el resultado de la operación.

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Lucio Cáceres, también se mostró satisfecho por haber «casi duplicado la base» que era de 15 millones de dólares, y remarcóque se trató de un «proceso transparente». El otro ministro involucrado, el de Defensa, Yamandú Fau, no se hizo presente en la subasta.

Historia

El pasado 25 de junio se realizó un primer intento de subasta por de la terminal, a la que no se presentaron interesados.

Tras ese fracaso, el gobierno decidió modificar los pliegos de la concesión, facilitando entre otras cosas el pago en tres veces -20% al firmar, 10% al tomar posesión y el restante 70% al año- y reducir la exigencia de algunas garantías.

Además, horas antes que se concretara el remate, se suspendió por falta de quórum la sesión en el Senado en la que se trataría una moción del Encuentro Progresista-Frente Amplio de suspender la subasta.

Los nuevos dueños

Los antecedentes de quienes ganaron el remate por la concesión del Aeropuerto Internacional de Carrasco anuncian problemas. Los incumplimientos de Aeropuertos Argentina 2000, los intereses de los integrantes de la sociedad y los vínculos con la administración Bush anticipan pujas a la hora de pagar y tensiones varias para el futuro cercano. De sendos informes publicados en estos días por varios medios se puede uno acercar a saber quién es quien en el consorcio «ganador» del remate.

El consorcio ganador

En Cerealsur se asociaron, por partes similares, tres grupos económicos: el grupo Eurnekian, la italiana y semipública Sea de Milán y la casi desconocida American International Airports (AIA). En Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000), se encuentran los mismos socios: son sociedades gemelas. Hasta comparten el mismo presidente, Ernesto Gutiérrez. Y los desconocidos son los mismos: Eurnekian, quien controla el gerenciamiento y Sea; junto con ellos se incorporan en esa sociedad los también italianos de Siemest, los norteamericanos de Lockheed Martin y Airways New Zealand. Todas las empresas nombradas son las nuevas concesionarias de Carrasco. Este grupo también controla el aeropuerto de Erevan, capital de Armenia, en una concesión a 30 años.

La cabeza del grupo es Eduardo Eurnekian, aunque en el recinto de la Bolsa, los voceros de Cerealsur intentaron quitarlo del centro de la escena repetidas veces. Eurnekian es dueño y señor de AA2000 y controla AIA. En esta última posee el 30 por ciento de las acciones y el management; ergo: Eurnekian controla Cerealsur.

Dentro de la poca información conocida de AIA, se sabe que a principios de octubre de 2002 fue protagonista de uno de los «pases del año» en el mundo de las finanzas norteamericanas: incorporó como presidente del cuerpo de asesores a John H. Sununu (64 años, nació en La Habana y mantiene fuertes vínculos con las organizaciones anticastristas de Miami), tres veces gobernador del estado de New Hampshire, ex secretario de la Presidencia de EE.UU durante el gobierno de George Bush padre, ex columnista de la CNN y de profesión lobbista.

Amigos en el gobierno

Como define el periodista Gustavo Stok en la revista América Economía, Eduardo Eurnekian acostumbra a engordar sus negocios gracias a la estrecha relación con los gobiernos de turno. Y para estrechar relaciones, el perfil de John H.Sununu parece ideal. En Argentina, los negocios de AA2000 pasan por un momento muy difícil: la Auditoría General de la Nación emitió en julio un informe lapidario sobre los incumplimientos de la empresa, allí detalla incumplimientos por 350 millones de dólares en el pago del canon por el control de los 32 aeropuertos. Por eso, el gobierno de Néstor Kirchner estudia la rescisión del contrato y el retiro de la concesión.

El menemista Eduardo Eukernian es la cabeza visible de Aeropuertos Argentina 2000 y tiene hasta el 2028 la concesión de 32 aeropuertos argentinos, entre ellos los bonaerenses Ezeiza y aeroparque Jorge Newbery.

Hoy tiene 71 años, si bien empezó su carrera de empresario en la textil que heredó de su padre, luego se extendió extendió al rubro medios de comunicación (El Cronista Comercial, América, Cablevisión, Radio América y Radio del Plata) y luego aéreos (LAPA, Southern Winds, Aeropuertos Argentina 2000).

Pero, además de estar en la mira del gobierno, Eurnekian tiene problemas con la Justicia del vecino país que lo procesó por «evasión impositiva agravada», por un negocio que hizo cuando era un poderoso empresario mediático. Pero no fue a prisión porque pagó una fianza de 14 millones de pesos argentinos (se le acusó por evadir 13,9 millones de pesos por la renta que cobró con la venta de Cablevisión).

Las moscas caen al dulce

«Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía» dice el dicho popular, perfectamente aplicable a esta situación.

La estrategia de ofrecer mucho por una concesión y después incumplir en los compromisos asumidos no es desconocida en Uruguay: ya se vio en varias obras públicas y el caso mas emblemático puede ser la concesión del agua que OSE otorgó a la española Uragua en el departamento de Maldonado. Se hace una buena oferta y, cuando las cosas se complican, se piden renegociaciones, presionadas por incumplimientos... Y vamos de mal en peor.