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1973 Chile 2003 |
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Las últimas palabras del presidente Salvador Allende En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal. En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al Gobierno que represento por voluntad del pueblo. Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva , de los soldados de la Patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero Presidente de la República. 8:45 A.M. Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito. El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse. Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará su a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida. 9:10 A.M. Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeño su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción crearon el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, victimas del mismo sector social que hoy estará esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios. Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios clasistas que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista. Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará. Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores! Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición. Cronología NOVIEMBRE 4. Allende asume la Presidencia. Comienza la aplicación del programa de la Unidad Popular y de las Primeras 40 medidas, se reanudan las relaciones diplomáticas con Cuba y con los otros países socialistas. Se declara Chile como Nación no Alineada. DICIEMBRE. Se inicia la nacionalización de la industria textil. Se suscribe el acuerdo UP - CUT (Central Unica de Trabajadores) que instaura la participación de los trabajadores en todos los ámbitos de la sociedad. Comienza la aplicación de la nueva economía y se prepara la Creación del Area de Propiedad Social. 1971 ABRIL. En las elecciones municipales la Unidad Popular obtiene el 51 % de los votos. En Mayo, Allende lee su primer mensaje ante el Congreso: la Vía Chilena al Socialismo. OCTUBRE. Allende presenta el proyecto de ley sobre las Areas de la Economía y participación de los trabajadores. Se propone la creación de tres áreas de propiedad: privada, mixta y social, esta última se constituirá con 91 empresas básicas. Se dan, además los pasos necesarios para estatizar la banca y el comercio exterior. Pablo Neruda recibe en Estocolmo el premio Nobel de Literatura. NOVIEMBRE. Visita oficial de Fidel Castro que permanece por más de tres semanas en Chile. DICIEMBRE. El Primero de Diciembre los partidos de oposición organizan la llamada marcha de las cacerolas vacías que se transforma en la primera gran movilización anti UP. Una intensa y creciente campaña de propaganda agita los fantasmas del miedo al caos y al terror revolucionario. El gobierno norteamericano, la CIA y las trasnacionales estadounidenses no cesarán de intervenir en Chile, apoyando directamente con medios materiales y dinero a las organizaciones terroristas de derecha, los complots militares, los medios de comunicación derechistas y al partido demócrata cristiano. 1972 SEPTIEMBRE. Se inicia la huelga de los camioneros. Las compañías norteamericanas del cobre amenazan de embargar los cargamentos de cobre en el extranjero. La UP denuncia un plan que pretende precipitar al país a una guerra civil, llama a formar comités antifascistas y a la organización popular para paliar los efectos de la crisis resultante del boicot externo e interno. OCTUBRE. La huelga de los camioneros se transforma en un verdadero lock out patronal. La movilización anti UP se articula: la oposición parlamentaria, la intervención norteamericana, los grupos de extrema derecha así como los sectores medios, representados por la Democracia Cristiana se unen en torno a las posiciones más irreductibles. El país es prácticamente paralizado durante más de tres semanas El Gobierno decreta el estado de emergencia .Se constituyen los cordones industriales , las Juntas de Abastecimientos y Precios (JAP) y otras formas de participación popular en las empresas. Un cargamento de cobre es embargado en Francia, los estibadores franceses se niegan a desembarcar los barcos embargados, y los tribunales franceses levantan el embargo. Pablo Neruda es nombrado embajador de Chile en París. El proceso político chileno despierta enorme interés en el mundo entero. Desde sus primeros días, el Gobierno de la Unidad Popular contó con la simpatía de vastos sectores que se manifestarán en los años de dictadura con el apoyo constante a la resistencia, en la acogida de los refugiados chilenos y en el terreno diplomático. NOVIEMBRE. La crisis se supera, Allende crea un gabinete con la participación de los militares. El comandante en jefe del Ejercito, general Prats es nombrado Ministro del Interior (El general Prats y su esposa serán asesinados por la DINA, la policía secreta de Pinochet en septiembre de 1974 ). También integrarán este nuevo gobierno los representantes de la CUT. 1973 ABRIL. Se inicia una nueva serie de conflictos gremiales, el más grave es el de los mineros del mineral de cobre El Teniente que durará más de dos meses y medio. Las otras minas de cobre no participan en la huelga e incrementan la producción. El proyecto de la UP sobre la Educación provoca nuevos enfrentamientos. JUNIO. El 29 se produce el levantamiento del regimiento Blindado número 2 de tanques, al mando del Coronel Roberto Souper. Es sofocado en una acción dirigida personalmente por el general Prats. La CUT y los cordones industriales apoyan al gobierno. Los militares comienzan a aplicar la Ley de control de Armas aprobada por la oposición el año 72. Esta ley es aplicada exclusivamente en fábricas, poblaciones y organizaciones populares, y su única consecuencia es un aumento de las tensiones. El bloqueo parlamentario es total. JULIO. Allende intenta, con la mediación del Cardenal Silva Henriquez, un diálogo con la DC sin resultados; la DC participa activamente en la concertación contra el gobierno y la democracia, junto a la derecha. El 27 es asesinado por comandos de ultraderecha el edecán naval de Allende, comandante Arturo Araya. Se agravan la crisis económica y aumentan los atentados terroristas de Patria y Libertad. AGOSTO. Se reinicia la huelga de los camioneros, Allende decide enfrentar la situación incorporando a los jefes de las fuerzas armadas y carabineros a su gobierno, los que tres semanas más tarde renuncian. Eduardo Frei, presidente del Senado, declara que el gobierno es inconstitucional, abriendo paso a una salida golpista. Varias provocaciones son montadas contra el general Prats siendo obligado a renunciar a su puesto de comandante en jefe del Ejército, en el que es reemplazado por Augusto Pinochet. SEPTIEMBRE. El Comando Nacional de Gremios ( Coordinadora de organizaciones patronales) llama a una ofensiva nacional contra el Gobierno de la UP. El 4 de septiembre, en todo el país se celebra el tercer aniversario del gobierno en Santiago. Alrededor de un millón de personas desfilan por última vez frente al Presidente Allende. El 9, Carlos Altamirano, Secretario General del Partido Socialista llama al enfrentamiento, a oponerse por todos los medios a la ofensiva golpista, descartando cualquier tipo de diálogo. El 10, Allende anuncia a sus ministros y a los militares su decisión de convocar a un pleibiscito para resolver la crisis. El 11 de Septiembre un golpe de estado termina con el estado de derecho en Chile, las instituciones democráticas son clausuradas y reemplazadas por una dictadura encabezada por Augusto Pinochet, quien crea una nueva institucionalidad basada en la represión y la eliminación sistemática de sus opositores. La constitución así creada es la que rige aún hoy la República de Chile. La guerra encubierta de la CIA contra Chile Helms en una libreta anotó sintéticamente los deseos que Nixon le transmitió: "No le preocupan los riesgos involucrados. No se comprometerá a la Embajada. Hay diez millones de dólares disponibles, y más si es necesario. Trabajo a tiempo completo, los mejores hombres que tengamos, hacer caer la economía. 48 horas para preparar un plan de acción". En la desestabilización del gobierno de la UP, en la preparación psicológica del golpe y posteriormente en la falsificación de la historia como justificación de la dictadura, a El Mercurio le cupo un papel significativo asignado por el gobierno norteamericano y la CIA. Según aparece en informaciones de esa época desclasificadas posteriormente por EE.UU, (Cover Actions in Chile -1963 -1973), se establece que la CIA destinó 13 millones 332 mil dólares para financiar operaciones encubiertas, de los cuales 4,3 millones se invirtieron en propaganda y apoyo de medios de comunicación. El informe se pregunta: ¿Qué compró el dinero de las Acciones encubiertas en Chile? Y se responde: "En la práctica financió actividades que cubrían un amplio espectro, desde la simple manipulación propagandística de la prensa hasta el financiamiento en gran escala de partidos políticos chilenos; de sondeos de opinión pública hasta intentos directos de fomentar el golpe de Estado. El alcance de la oficina de la CIA en Santiago incluía la colocación de material elaborado en la prensa chilena, mediante colaboradores de propaganda, el financiamiento directo de publicaciones, y operaciones para atacar la influencia comunista e izquierdizante en organizaciones estudiantiles, campesinas y sindicales". Para crear un clima psicológico a nivel internacional favorable al golpe de 1973: "más de 20 periodistas auspiciados por la CIA en todo el mundo, fueron llevados a Chile para que produjeran reportajes negativos sobre Allende, lo que hicieron", escribió el periodista Walter Isaksson autor de una biografía de Kissinger. Radios, canales de televisión, periódicos y revistas chilenas, se beneficiaron de la ayuda económica proporcionada por la CIA, y con posterioridad al golpe y durante un buen trecho de la sangrienta dictadura encabezada por Pinochet, siguieron directivas concretas de los agentes norteamericanos para justificarla, y ayudar a "extirpar definitivamente el cáncer marxista en Chile".
Un pais con una clase obrera unida en una sola organización sindical, donde el sufragio universal y secreto es el vehículo de definición de un régimen multipartidista, con un Parlamento en actividad ininterrumpida desde su creación hace 160 años, donde los Tribunales de Justicia son independientes del Ejecutivo, en que desde 1833 sólo una vez se ha cambiado la Carta Constitucional, sin que ésta prácticamente jamás haya dejado de ser aplicada. Un pais de cerca de 10 millones de habitantes que en una generacion ha dado dos Premio Nobel de Literatura: Gabriela Mistral y Pablo Neruda, ambos hijos de modestos trabajadores. Historia, tierra y hombre se funden en un gran sentido nacional. Su tradición, su personalidad, su conciencia revolucionaria, permiten al pueblo chileno impulsar el proceso hacia el socialismo, fortaleciendo las libertades cívicas, colectivas e individuales, respetando el pluralismo cultural e ideológico. El nuestro es un combate permanente por la instauración de las libertades sociales, de la democracia económica, mediante el pleno ejercicio de las libertades políticas. La voluntad democrática de nuestro pueblo ha asumido el desafío de impulsar el proceso revolucionario dentro de los marcos de un estado de Derecho altamente institucionalizado, que ha sido flexible a los cambios y que hoy está frente a la necesidad de ajustarse a la nueva realidad socioeconómica. Hemos nacionalizado las riquezas básicas. Hemos nacionalizado el cobre. Lo hemos hecho por decisión unánime del Parlamento, donde los partidos de Gobierno están en minoría. Señores delegados: Yo acuso ante la conciencia del mundo a la ITT, de pretender provocar en mi Patria una guerra civil. Esto es lo que nosotros calificamos de acción imperialista. La agresión de las grandes empresas capitalistas pretende impedir la emancipación de las clases populares. Representa un ataque directo a los intereses económicos de los trabajadores. La acción futura de la colectividad de naciones debe acentuar una política que tenga como protagonistas a todos los pueblos. La Carta de las Naciones Unidas fue concebida y presentada en nombre de 'Nosotros los Pueblos de las Naciones Unidas'. Cuando se siente el fervor de cientos de miles de hombres y mujeres, apretándose en las calles y plazas para decir con decisión y esperanza: 'Estamos con ustedes, no cejen, vencerán', toda duda se disipa, toda angustia se desvanece. Son los pueblos, todos los pueblos al sur del Rio Bravo, que se yerguen para decir : '¡Basta! ¡Basta a la dependencia! ¡Basta a las presiones! ¡Basta a la intervención!'. Para afirmar el derecho soberano de todos los países en desarrollo a disponer libremente de sus recursos naturales. Existe una realidad, hecha voluntad y conciencia. Son más de doscientos cincuenta millones de seres que exigen ser oídos y respetados. Cientos de miles de chilenos me despidieron con fervor al salir de mi Patria y me entregaron el mensaje que he traído a esta Asamblea Mundial. Estoy seguro que ustedes, representantes de las Naciones de la Tierra, sabrán comprender mis palabras. Es vuestra confianza en nosotros lo que incrementa nuestra fe en los grandes valores de la humanidad, en la certeza de que esos valores tendrán que prevalecer. ¡No podrán ser destruídos!.
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