El próximo 11 de septiembre a las 18.30 horas se realizará un acto político-cultural en Folkets Hus de Estocolmo, con la participación de artistas y personalidades, chilenas, latinoamericanas y suecas de diferentes generaciones para recordar el 30o. aniversario del golpe militar ocurrido en Chile contra el gobierno de Salvador Allende. Con ese motivo Liberación conversó con el conocido cantante y compositor Mikael Wiehe, quien es uno de los organizadores del programa de ese día.

¿Porqué usted aceptó apoyar esta iniciativa surgida en principio de organizaciones chilenas junto a ABF?
MW- En principio se nos invitó a Jan Hammarlund y a mí para cantar en esa fecha. Tal como estaba pensada entonces esa actividad, se corría el riesgo de interesar a muy poca gente, máxime teniendo en cuenta que se realiza a sólo tres días del referéndum en Suecia en relación al euro. Y por lo tanto sentí que teníamos necesidad de que el programa pudiera convocar lo más ampliamente posible, no sólo a los chilenos, sino además a suecos y otros latinoamericanos.

De esa manera, me comprometí en ayudar a diseñar el programa junto a Jan Hammarlund, además porque me parece que el 11 de septiembre de 1973 del golpe militar en Chile no sólo tiene importancia como suceso histórico, sino que el mismo trasciende el pasado permitiendo hoy echar luz sobre el tiempo que vivimos y el peligroso papel actual del imperialismo de Estados Unidos a nivel mundial.

En lo personal, el golpe en Chile de 1973 tuvo una importancia decisiva en mi toma de posición política. Diría que influyó más que la guerra de Vietnam. Porque me confirmó lo que otros compañeros mayores que estaban comprometidos con la causa de Vietnam venían sosteniendo, sobre el papel intervencionista e imperialista norteamericano. Para mí, lo que pasó en Chile contra el gobierno de Allende y el pueblo chileno, fue un shock difícil de olvidar.

Por eso cuando ahora 30 años después de ese trágico hecho que inauguró la dictadura militar de Pinochet, me pareció importante comprometerme participando y ayudando directamente a organizar esta actividad que se realizará en Folkets Hus de Estocolmo.

¿Qué importancia tiene esta conmemoración hoy día?
-Creo como decía antes, que esta fecha nos permite poner los hechos en una perspectiva histórica. Ver el pasado desde el presente que vivimos, y además porque existe un futuro también de luchas venideras.

No sólo Chile sufrió en los 70 una dictadura militar apoyada por EE.UU; Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Haití y otros países más de América Latina soportaron también regímenes dictatoriales pro-norteamericanos con un costo enorme de vidas. En eso que EE.UU. siempre consideró su patio trasero practicó todos los métodos que hoy llama antiterroristas: torturas, desapariciones, genocidios, cárceles, exilios, en fin represiones masivas& Y no hubo límites para esa guerra que EE.UU. llevó adelante contra los pobres que se rebelaban.

Y con el golpe en Chile todo eso, para nosotros en Suecia se nos rebeló y se hizo más claro. Máxime cuando comenzaron a llegar aquí miles de exiliados chilenos y latinoamericanos. Naturalmente el mayor espacio de difusión y conocimiento de esa dramática realidad por aquellos años lo ocupó la situación de Chile.

Los dos 11 de septiembre

Y ahora, tras la desaparición de la Unión Soviética, EE.UU. se ha convertido en el único super poder que busca la hegemonía mundial.

Mucho más aun, del otro 11 de septiembre, el de 2001 en Nueva York. Porque yo ahora tengo el temor de que se repita lo que pasó en los 70, con represión, torturas, guerras locales, pero no sólo en América Latina, porque EE.UU. considera hoy a todo el resto del mundo como su patio trasero.

Y para nosotros que creemos en otro mundo, que no esté gobernado por las multinacionales norteamericanas y otras, que no queremos un mundo donde se aislen prisioneros sin defensa alguna como en Guantánamo; que no queremos que se expulse gente y se les mande como prisioneros a países donde no existen las más mínimas garantías individuales, es decir para los que queremos un mundo con democracia desde abajo y no desde arriba, es importante contener y reunir una fuerza que se ponga a esa hegemonía.

Por eso creo que es importante poner el foco en esa fecha, 11 de septiembre. Porque ella puede expresar dos cosas al mismo tiempo: lo que el gobierno de EE.UU. llama lucha contra el terrorismo y lo que nosotros vemos como el terror y la represión de parte suya y de sus aliados que tratan de desplegar e imponer en todo el mundo.

¿Y qué importancia juegan en estas luchas los más jóvenes?
-A eso iba. Porque en ese compromiso cabe preguntarse: ¿Vamos a ser nosotros los de los 60 y 70 quienes vamos a proseguir esa lucha? Yo creo que no, porque existe ya una nueva generación de jóvenes que multitudinariamente se vuelcan a las calles en todo el mundo oponiéndose a ese imperialismo de hoy. Por eso creo importante poner el acento en la relación que existe entre el pasado y el presente, y nosotros los del 60 y 70 trasladar ese conocimiento que tenemos de los sucesos de ayer, de las luchas de entonces.

Por eso en este caso, en una celebración de este tipo como ésta del 11 de septiembre, 30 años después del golpe en Chile, no puede ser sólo un pequeño acto políticamente correcto para aquellos que ya sabemos de lo que se trata, sino que tenemos que intentar por lo menos darle una mayor amplitud , para tratar de llegar a más gente de todas las edades.

El ideal sería que se pudiera contar para esta conmemoración con tanta gente como sucedió el 15 de febrero pasado, cuando millones de personas en todo el mundo dijeron no a la guerra de EE.UU. contra Irak. Es decir, contar no sólo con anarquistas, socialistas, izquierdistas, con los que somos convencidos de siempre; sino además con personas de todas las edades, de diferentes posiciones y religiones, es decir tener amplitud para poder contar con un importante respaldo popular.

Y es tan básico ésto, tanto para llevar adelante esa lucha contra el imperialismo hoy, como para en este caso, conmemorar el 11 de septiembre de 1973.

Una fecha que importa a todos

Con todo el respecto que me merecen los compañeros que luchan desde sus respectivos partidos y que tienen visiones propias, debo decirles de que es necesario deponer sectarismos. Porque tan justo y necesario como homenajear a los caídos y luchar para que haya justicia, es también celebrar a los vivos que siguen la lucha y la llevan adelante.

Seguramente este 11 de septiembre es muy importante para los 40 mil chilenos que viven en Suecia, pero también lo es para miles de suecos que se comprometieron en la solidaridad con Chile y América Latina desde 1973 hasta los años 80. Pero debemos incluir además a los que por edad no participaron por esos años. A los que hoy en Suecia contribuyen en todos los planos de la sociedad, en diferentes ámbitos, a esos chilenos y latinoamericanos jóvenes, que llegaron jóvenes o nacieron aquí o en otros exilios.

¿Porqué pensaron un acto con estas características?
- Pienso que ese día se lo puede recordar de diferentes maneras. Habrá quienes querrán recordar a sus familiares desaparecidos o asesinados y hacerlo en el ámbito privado de sus hogares. Otros desearán concurrir a actos donde se analice una vez más lo que ocurrió el 11, porqué y lo que pasó después. Y siento un gran respecto por este tipo de posturas.

Pero nuestra ambición con Jan Hammarlund y Göran Eriksson de ABF ha sido realizar un acto político-cultural amplio, que recuerde el 11 de septiembre de 1973 y lo que significa también para miles de suecos el golpe de Pinochet apoyado por EE.UU., y de esa forma contraponerlo contra lo que hoy el gobierno norteamericano hace en el mundo.

Es claro que tenemos el deber de homenajear a los caídos y víctimas de esa brutal dictadura. Y en ese homenaje deben participar chilenos, latinoamericanos y suecos que de diferentes formas están ligados a esa historia: como es el caso del joven bailarín Luis Emilio Recabarren, hijo de desaparecidos, o como América Vera Zavala, activa políticamente en Suecia e hija de exiliados, y el grupo Advance Patrol conformado por la generación más joven, juntos a Tito Beltrán una figura conocida a nivel público; o el grupo folclórico chileno Rucalí de larga trayectoria en Suecia; y Julio Numhauser, autor de Todo cambia una de las canciones más conocidas creadas luego del golpe chileno. Creímos importante invitar también al semanario Liberación por la importancia que ha tenido y tiene como expresión de los latinoamericanos en el país. Estará Jan Hammarlund, que desde siempre ha estado ligado al pueblo de Chile y a otras causas solidarias, quien ha sido un divulgador en Suecia del canto de Violeta Parra. Como lamentablemente Björn Afzelius no estará presente, estaré yo en su lugar que cantando mi canción por Víctor Jara. Y estará Arja Saijonmaa, quien participara en tantos actos de solidaridad con Chile cantando junto a Inti -Illimani; y Gertrud Stenung, cantante y violoncelista que ha hecho temas de Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Escritores y poetas como Sun Axelsson, quien fue la primera que gracias a que vivió en Chile nos dio un temprano conocimiento a los suecos de la cultura chilena; y Lasse Söderberg también ligado desde siempre a la solidaridad con Chile y América Latina, quien ha traducido a poetas y escritores al sueco. Hemos querido que esté también Thomas Hammarberg, ex-secretario general de Amnesty International para que se refiera al tema de los Derechos Humanos en Chile. Invitamos a familiares del desaparecido embajador sueco en Chile Harald Edelstam que salvó miles de vidas de chilenos y latinoamericanos luego del golpe militar. En nombre del gobierno de Chile representado por el embajador Pepe Auth, se le agradecerá a Edelstam pos mortem, lo hecho por él. Y pienso que esto es muy importante porque por primera vez oficialmente, el Estado chileno le va a reconocer a Edelstam todo lo que hizo por sus compatriotas. Creo que eso es necesario, porque no va a ser sólo el gesto de una organización en particular quien le reconozca a Harald Edelstam todos sus valientes esfuerzos por los chilenos y por la lucha contra la dictadura militar. Y por último, pensamos que teníamos que invitar a Isabel Parra, porque además de ser conocida internacionalmente su nombre está unido a esa tradición político-cultural de la canción chilena de la que fue parte Violeta Parra, Víctor Jara y tantos otros artistas y poetas populares.

¿Porqué esta actividad va a costar 100 coronas y no es gratis?
- Por muchas razones, entre ellas porque el local cuesta dinero, aun con el apoyo económico que nos brindará ABF. Y traer a Isabel Parra también cuesta. Si hubiera sido un acto sólo político, quizá se haría casi sin costos. Pero al elegir de que esta actividad tuviera la mayor difusión posible debemos hacer propaganda, publicar algunos anuncios pagos, solventar costos de transporte de artistas, alojamiento de algunos. Pero hay que dejar claro de que quienes allí participamos no vamos a cobrar por nuestras actuaciones. Si logramos llenar de público el Folkets Hus el objetivo de recordar estos 30 años será cumplido y económicamente los costos de la actividad serán cubiertos. /R.D.