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22-Agosto-2003

 

Asumió Nicanor Duarte Frutos
''Si seguimos fabricando pobres,
terminará la democracia''

 

Antes de asumir la presidencia, Nicanor Duarte Frutos definió que la prioridad de su gobierno será la reactivación económica tras 20 años de estancamiento, agudizado, definió, por el despilfarro, la inestabilidad, la debilidad de las instituciones, y la corrupción. "Creo que si seguimos fabricando pobres, terminará la democracia y volveremos a proyectos totalitarios", resumió el nuevo mandatario. "O salvamos a la nación y ofrecemos un futuro a nuestros hijos, o perecemos por egoístas, codiciosos e incapaces y condenamos a las generaciones venideras al infierno".

El pasado 14 de agosto asumió la presidencia del Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, tras ganar las elecciones nacionales el pasado 27 de abril, como candidato del Partido Colorado, en el poder en los últimos 50 años.

Duarte ganó las elecciones con un discurso populista y crítico a la corrupción que se ha impuesto en los últimos gobiernos, al tiempo que en el plano internacional se alineó con las posiciones nacionalistas y antiglobalizadoras.

Paraguay, con algo más de cinco millones de habitantes, es una de las nacionales más desiguales y pobres del continente sudamericano, que además ha sufrido dos guerras que casi exterminaron a su población. Una en 1865 y la otra en la década del 30 del siglo XX. Desde 1954 a 1989 soportó una las dictaduras más represivas, encabezada por el general Alfredo Stroessner, hoy refugiado en Brasil y todavía con algunas influencias en el gobernante Partido Colorado que el mismo encabezó por medio siglo.

Tras el golpe de Estado que derrocó a Stroessner, el primero de febrero de 1989, encabezado por el general Andrés Rodríguez (consuegro de Stroessner), Paraguay inició un proceso democratizador con la supremacia del Partido Colorado, que en cinco décadas se convirtió en un partido de Estado, al punto que todos sus funcionarios, incluyendo a los efectivos de las fuerzas armadas, debía ser afilados al mismo y pagar una cuota de membresía.

Si bien esta exigencia fue anulada con el nuevo gobierno, esa influencia no fue anulada. En 1994 fue electo presidente, también por el Partido Colorado, el ingeniero Juan Carlos Wasmosy. Fue el único presidente civil que terminó su mandato, aunque toda su gestión estuvo plagada de denuncias de corrupción y debió enfrentar un intento de golpe de Estado a mediados de su mandato. Todavía la Justicia investiga varias causas en la que está involucrado el ex presidente, que ya fue procesado en otras.

La gestión de Wasmosy favoreciendo a algunas sectores del poder, dividió al gobernante Partido Colorado, y posibilitó la aparición del general Lino César Oviedo como candidato presidencial. Su postulación fue impedida por la Justicia militar que lo procesó por ser el presunto autor intelectual del fallido golpe militar de 1996. En su lugar fue proclamado Raúl Cubas, que prometió en su campaña electoral, liberar a Oviedo. Poco después de ganar las elecciones, Cubas cumplió su promesa y eso desató una guerra interna dentro del Partido Colorado. Los sectores vinculados al ex dictador Stroessner y al entonces vicepresidente de Cubas, Luis María Argaña, iniciaron una feroz oposición al mandatario. El 23 de marzo de 1999, Argaña es asesinado y eso desata una violenta protesta popular que culmina, tras varios muertos, con la renuncia y exilio de Cubas.

Así, el Congreso designa como presidente interino a Luis González Macchi, vinculado al argañismo y al viejo stronissmo. González Macchi logra, con apoyo de la bancada del Partido Colorado extender su mandato hasta el fin de período que le correspondía a Cubas, aunque debe enfrentar varias denuncias, y hasta un juicio político del que solo se salva por un voto, sobre malversación de fondos y corrupción. El ahora ex presidente, tiene aún varios juicios pendientes y por ello pesa una orden judicial que le impide salir del país.

Durante el gobierno de González Macchi, el Partido Colorado concluye su ruptura, y el sector vinculado al general Oviedo, refugiado en Brasil, crea su propio partido, logrando más del 10 por ciento de los votos y con peso decisivo en la balanza de poderes dentro del Congreso.

El nuevo presidente

Nicanor Duarte Frutos, realizó una rápida carrera política dentro del Partido Colorado, y fue ministro en los gobiernos de Rodríguez, Wasmosy y González Macchi. De origen humilde, utliza un discurso populista y se define por un Estado regulador. Consultado sobre su definición ideológica, sostuvo "Nosotros lo que queremos es un régimen de mercado que contribuya a mejorar los indicadores sociales de nuestro país. La única economía que sirve más allá de los rótulos ideológicos es la dignificación del pueblo y que la gente acceda a salud, educación y empleo. Si hay un sistema económico que profundiza la pobreza es porque no sirve. Entonces, nosotros queremos materializar lo que dice nuestra Constitución, de que Paraguay es un Estado social de derecho. No proclamamos un intervencionismo estatal ni mucho menos sino un Estado regulador, activo, que promueva la equidad social y que combata la pobreza, que ponga límites a los afanes muchas veces desorbitados del capital".

Casado con una militante menonista, incluye en su discurso conceptos religiosos.

"Paraguay va ser bendecido y vamos a construir juntos una historia diferente. Estamos en condiciones de iniciar un proceso de recuperación de la economía, de generación del empleo, de volver creíble como Gobierno, como Estado, como nación. De todas estas cosas dependen la reactivación del aparato productivo, la creación de puestos de trabajo, la reducción de la alta inseguridad, del pánico constante, del pueblo que tiene la sensación que vive en una jungla, donde el Estado ha desaparecido. Hay que recuperar de vuelta la presencia del Estado garante de integridad física del patrimonio de las personas, de la vigencia de la ley".

En su primer entrevista como presidente, Duarte prometió reactivar la inversión pública, y para ello adelantó la necesidad de aumentar los recursos del Estado a través de una reforma fiscal. " Vamos a universalizar el IVA, bajar el Impuesto a la Renta, elevar las recaudaciones. Todo el mundo sabe que este es el país donde hay maletines, donde hay jefes que reciben dinero que debe terminar en las arcas del Estado y no en los bolsillos de padrinos o de alcahuetes. Eso va a terminar durante mi gobierno".

Sobre los primeros días de gestión sostuvo que "en los primeros cien días trataremos de recuperar la confianza nacional e internacional, empezar a mover el aparato productivo, levantar las recaudaciones, reorientar el gasto público mediante medidas de austeridad. Por sobre todo, nuestro objetivo principal será devolver la fe al campesinado, agricultores, obreros, que ya demasiado tiempo viven como huérfanos en su patria. Debemos construir la paz social".

Señaló que impulsará "un Estado promotor de la equidad social que combata privilegios, que reoriente el crédito público hacia los sectores genuinamente productivos, que desarrollen política rudimentaria a las comunidades rurales. Nos permitan evitar la migración del campo a la ciudad, terminar con un estado neoliberal que se sacraliza el mundo de la especulación financiera y está matando el ímpetu del sector productivo. Hay 250 mil fincas en el Paraguay, de no más de veinte hectáreas, que se están perdiendo por falta de asistencia técnica y crédito básico, mientras el Estado despilfarra millones y millones de dólares en créditos fraudulentos a grupos seudoempresariales y a mafiosos.

IPS perdió mil millones de dólares en esta transacción, casi la mitad de la deuda externa, el Banco Nacional del Fomento acaba de transferir su cartera morosa de 350 mil millones y los agricultores, campesinos, familias rurales que están abandonados, mal denominados asentamientos, sin tierra, sin agua y sin crédito".

Duarte también anunció una depuración de los cuadros de la administración pública y cambios profundos en los cuadros de las FFAA y de la Policía Nacional.

"Tenemos que poner en práctica el estado social de derecho que proclama la Constitución. No estamos para satisfacer a los conservadores y reaccionarios que creen que la pobreza es una realidad natural en la historia de los pueblos y que los privilegios irritantes deben ser sostenidos, ni le haremos el juego a oportunistas que se hacen de progresistas, sin sentido de historia común y de desarrollo para todos".

En materia de política internacional, el nuevo presidente sostuvo que "Primero somos paraguayos, después, somos de América del Sur, de esta región y tenemos que diseñar nuestra política exterior. No podemos mirar al Paraguay y a América del Sur con un prisma americano o europeísta. La política exterior debe ser de apertura y respeto mutuo, con igualdad de trato, porque todos tenemos dignidad, como seres humanos, como países, más allá del tamaño, de la población o del nivel de civilización".



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