¿Qué es ser pobre?
yo qué sé, que a veces te falte para comprar un pan,
una leche o no tengas para cocinar y tengas que salir a pedir&

escribe Federico Ferrando

Adrián Arias y Marcelo Morales son dos investigadores uruguayos que se han planteado descubrir o, mejor dicho, analizar y dar a conocer en forma escrita, una realidad que golpea a la otrora Suiza de América y abruma la consciencia: la de la infantilización de la pobreza.

Tal es el título, en efecto, del trabajo editado en Montevideo por la Organización San Vicente Obra del Padre Cacho con el auspicio de la Fundación Konrad Adenauer de Uruguay, en el afán por aproximar una respuesta al problema.

Nunca antes, en la historia del Uruguay moderno, la realidad ha mostrado perfiles tan críticos como ahora en lo concerniente al deterioro económico y social que ha hecho presa del país. Este proceso, que comenzó a gestarse y desarrollarse con velocidad creciente en la década de los 90 trajo consigo manifestaciones de hambre y miseria que revisten una intensidad desconocida en esta sociedad. Como consecuencia y es habitual en este tipo de crisis, el sector más desvalido y afectado es el de la niñez golpeada perversamente y sin pudor por una política económica que apunta menos a las personas que a las cifras macroeconómicas.

El libro de Arias y Morales que interviene esta realidad con su investigación parte- sosteniendo premisas que colinden con las concepciones neoliberales del enfoque económico que prima en Uruguay- de la interrogante que inquiere sobre qué es un niño. Revisando las estimaciones de los economistas neoliberales para quienes los niños son un potencial que puede ser productivo, recuerdan también la manida mención de que para un país son el futuro, mientras para Mac Donalds (un paradigma) son clientes, los autores destacan la carencia constante de la palabra persona en la definición de niño y es precisamente esa la que ellos reivindican para encarar el enfoque de su trabajo.

Uruguay es hoy la nación latinoamericana con el índice de pobreza infantil más alto de América, situación que se acompaña con un fenómeno de marginación creciente.

Arias y Morales se introducen en ese mundo que desentrañan con el instrumental académico necesario para este tipo de trabajo, pero sin quedarse detenidos en las estimaciones numéricas, estadísticas. Ellos van más allá y munidos de una visión humanista captan el sentido del ser, del individuo que hay detrás de cada una de estas historias dramáticas que conforman la inmensa legión de excluídos que pueblan el nuevo Uruguay.

Los autores estructuran su libro en cuatro sintéticos capítulos en los que aportan, en el primero, una breve reseña histórica del proceso que Uruguay recorre desde 1985 hasta el 2002 con la crisis actual, la realidad vista desde los datos estadísticos ocupa el segundo de ellos mientras en el tercero analizan definiciones de pobreza y las significaciones que se le adjudica a la condición según el patrón impuesto por los intereses de quienes juzgan. Al proveer de un acercamiento a las diferentes miradas teóricas sobre el tema destacan, así mismo, en este capítulo la diferencia entre aquellas visiones que pretenden exhibir la pobreza como condición determinada e inevitable y la que la reconoce como proceso. Una distinción entre SER y ESTAR al decir de los autores. El cuarto capítulo aborda la compleja situación del niño pobre en un intento por desarrollar la empatía, la ubicación en el lugar del otro para comprenderlo. Con ese fin, Arias y Morales se interrogan sobre la realidad concreta de las visiones que enfrentaron en su trabajo de campo eludiendo la reducción a datos numéricos. Recurren aquí entonces a los testimonios que recogen de los propios niños de los que extraen sus reflexiones críticas con meticulosidad científica y sensibilidad humanística. En este aspecto se destaca, entre los anexos que incluye el volumen, una entrevista a una madre de 16 años cuya experiencia resulta leiv motiv de todo el libro en cuanto ejemplo de una realidad de miseria y desprotección repetida hasta el cansancio.

En resumen, el trabajo de estos investigadores que se interrogan sobre el fenómeno de tremenda desintegración social, de postergación permanente, de indignidad que impunemente se le inflinge a una niñez uruguaya cada día más desvalida, les despierta nuevas preguntas que, a su entender, resultan pertinentemente impertinentes. Porque en esa mezcla de indignación y bronca que ellos confiesan ante la miseria de lo que han experimentado con su tarea y aquella de las indiferencias, buscan romper con la insensibilidad, interpelarnos, incomodarnos con esa realidad que trasladan e intentan situar en nuestra consciencia como una piedra en el zapato.

Infantilización de la pobreza de Adrián Arias y Marcelo. Edic. Organiz. San Vicente Obra Padre Cacho. Mvdeo. 2002. 101 Págs.