La organización cultural y solidaria Antawara Bolivia ha logrado un éxito sin precedentes cuando ofreció al público en general, un intensivo espectáculo lleno de colorido y ritmo. A pesar del agobiante calor del fin de semana pasado, miles de personas llegaron a este parque que es uno de los más grandes y concurridos de Estocolmo.

El ritmo de la música latinoamericana sirvió de envite a los veraneantes que gozaban del soleado fin de semana. Pero Antawara no solamente recurrió a la espontaneidad del público sino que para atraerlo hizo un buen trabajo de promoción y propaganda, lo que posibilitó llegar a muchos niveles de la sociedad sueca y latinoamericana, que se hicieron presentes en esa cita, que es la segunda y que está llamada a convertirse en tradición de verano.

Se estima que miles de personas el día sábado y el día domingo presenciaron el programa, que tuvo una composición variada, desde la danza infantil que tuvieron en el grupo más joven de Antawara y la organización Nagilán a unos participantes de excepción, para luego dar paso a bloque musical, con música tradicional latinoamericana.

Cantautores como Elcira Letellier, Eduardo Vilches y Terry y grupos de música como el conocido Grupo Marka de Bolivia, Comadre e Panza fantástico grupo que ofreció al público una excelente variación de música argentina y el Trío Latino deleitaron al público con sus entregas musicales. Más tarde el programa se abrió a los jóvenes quienes presentaron números de rock, pop y rap latinos y también danza moderna. Nuevos nombres como Razalitos y la combinación perfecta, Juventud latina siglo XXI, Grupo Lucas, Latin girls y otros le dieron la nota de color juvenil al festival.

No faltó la nota amena y de exhuberante gracia y fue la protagonizada por Cristina Calderón y Juan Carlos Villalobos que hicieron a su turno de Brenda Lee, Cecilia, Elvis Presley, Méndez y finalmente Pimpinella en un derroche de picardía, gracia y buen gusto.

Luego volvió el baile, con la presencia del cuerpo de baile de Antawara, que recorrió musicalmente la geografía latinoamericana y la excelente participación de grupos de baile como Lautaro, Rucalí, y Ecos de Chile.

El público que gozó del espectáculo desde la una de la tarde pudo degustar de la cocina latinoamericana y adquirir bellas piezas artesanales expuestos en numerosos puestos de venta y exposición del festival y a partir de las 8 de la noche ser también protagonista y bailar hasta la medianoche con las orquestas de salsa y cumbia Hatugey y Latin Power en un hermoso final de fiesta.

En resumen, Antawara volvió a triunfar en el Festival de verano en Rålambhov y ya se hizo de un pedazo del verano de Estocolmo, que pretende hacerlo tradición. Tanto directiva, como socios y bailarines están convencidos que así será y ya comienzan la tarea de evaluación a fin de entregar al público, el próximo año un programa aún mejor que el actual. No hay mejor cansancio que el que provoca un intenso y exitoso trabajo. Antawara recupera fuerzas para luego preparar su presencia en el festival internacional de Enköping el día 2 de agosto.