inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces
18-Julio-2003

 

José María Zonta en la nueva poesía costarricense

De La Noche Irremediable a Norte

 

Escribe Juan Cameron

El joven creador costarricense es quizá, junta a Ana Istarú, la figura más relevante de la promoción de los 80 en su territorio. Herederos de una rica producción, que ellos mismos ponen en duda frente a otras manifestaciones del continente, los nuevos poetas respetan una tradición enriquecida por el entorno y el apoyo indiscutido que su país ofrece a sus artistas.

Costa Rica posee particular galería de poetas cuya tradición, en el siglo XX parte con Isaac Felipe Azofeifa (1912) y le continúa Eunice Odio (1922-1974), Joaquín Gutiérrez (1918), Carmen Naranjo (1931), Jorge Charpentier (1933), Ana Antillón (1934), Jorge Debravo (1938- 1967), Julieta Dobles (1943), Alfonso Chase (1944), Osvaldo Sauma (1949), Lil Picado (1951), Carlos Francisco Monge (1951) y Mia Gallegos (1953), entre algunos de los nombres más importantes; pero esta lista no es ni completa ni excluyente.

La visión autocrítica, a veces demasiado rigurosa, ha impedido una difusión mayor en las letras continentales. Con todo, superado ese impasse, los nuevos aportes cobran vigencia para su lectura y posicionamiento. Ana Istarú (1960), Jorge Arturo (Venegas), José María Zonta (1961) y Jorge Chávez (1969) se destacan por una poética que intenta romper con moldes estrechamente vinculados a la herencia española, según los mismos manifiestan, y acceden a un discurso nacional.

Zonta ha tenido un vasto desarrollo en la última década. En 1997 y 1998 obtiene con sus producciones el Premio Nacional de Poesía, es ganador del Premio Latinoamericano de Poesía EDUCA y del Premio de la Universidad de Costa Rica y luego, en España, recibe los premios internacionales Ciudad de Irún y Gabriel Celaya. El año 2002 obtiene el prestigiado Sor Juana Inés de la Cruz.

José María Zonta, quien abandonara el ejercicio jurídico para dedicarse en forma exclusiva a las letras, nació en Pérez Zeledón el 21 de octubre de 1961; reside en San José En la actualidad es miembro del Consejo Directivo de la Editorial Costa Rica y ha sido asesor literario del Semanario Universidad. Entre sus publicaciones figuran La noche irreparable (1986 y 1999), Los elefantes estorban (1994), Tres noviembres (1996), Lobos en la brisa (1998), Juego azul (1998), Ladrones, Casarsa (2001) y Norte (2003).

Sin duda se integra a la mejor tradición, en la vigencia de su poesía. El reconocimiento de una línea que continúa la obra de Debravo, Charpentier y Chase no podría ponerse en duda a pesar de un estilo propio y reconocible.

En Charpentier hay un juego de reflejos ubicados en forma dramática sobre el piso mosaico. Espejos negros y blancos cuyas imágenes se entrecruzan y no se sabe quien es Alicia; siquiera si ella existe. En Zonta el reflejo es límpido, transparente, con planos similares a los de un tinglado japonés. Más que una directa influencia, Zonta toma del primero la actitud de plena entrega frente al texto y a su personal motivo.

De Jorge Debravo, quien muriera en un accidente carretero a los veintinueve de su edad, rescata el ritmo y la amplitud de la imagen frente a la naturaleza. Debravo bien pudo ejercitar una poesía telúrica o de profundo amor a su lar. Y sin embargo dio preferencia a un amplio ritmo y a una traducción vital de su entorno. Zonta lleva este recurso al extremo, sobre todo en Norte, al reflejar a través de un paisaje supuesto un ánimo muy personal en busca de la armonía: El fuego sangra/ más calladamente/ que otros animales. Y es aquí donde rescata los elementos en sentido simbólico.

En cambio su vinculación con Alfonso Chase, quizá el poeta con mayor desarrollo en las letras del itsmo en las décadas recientes, reside en el buen uso y la precisión del lenguaje. Chase, quien es una figura respetada en su medio y autor conocido entre sus pares de la lengua, se ha dedicado en estos años recientes a la investigación literaria, la docencia y la publicación en otras áreas literarias. Sin embargo su figura se establece como un hito dentro de la poesía contemporánea y, a partir de su nombre, puede constatarse la existencia de una nueva promoción, la del 65, que influye directamente en los autores que continúan.

Norte es la más reciente producción de José María Zonta. Como el relato de su iniciación a través de la palabra, obtiene en su trabajo momentos de singular claridad y oficio que, para goce del lector, entrega con un lenguaje simple y bellamente tratado: el bambú/ es un grillo que calla. Ya conocíamos La noche irreparable, el libro que obtuviera el premio Nacional de Joven Creación, en 1984. En él se vislumbra al poeta en un trabajo donde coincide el más logrado de los aciertos con el trato fugaz de una escritura que debe -en su momento- pulir a veces su decir (el gerundio seguido de una palabra «poética», por ejemplo). Y así lo ha hecho. De allí el merecido reconocimiento que posee entre los lectores del continente y entre los colegas de oficio; lo cual se traduce en admiración y afecto.



Copyright ©
Semanario Liberación
Box 18040
20032, Malmö, Suecia
Teléfono: +46 40 672 65 02
Telefax: +46 40 672 65 03
Correo electrónico: