inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces
20-Junio-2003

 

Disparen contra Cuba

 

escribe Cándido

Las voces de dos expresidentes, Julio M. Sanguinetti, de Uruguay y Felipe González, de España, se sumaron estos días al coro universal de la hipocresía y la sumisión al imperio, de los ataques a Cuba y a su presidente Fidel Castro. Ambos coincidieron con el líder cubano en Buenos Aires en ocasión de la asunción a la presidencia de Argentina, de Néstor Kirschner.

En una página de opinión del diario español El País (9-6-03) Sanguinetti se "florea" con disquisiciones psicosociológicas sobre las "crisis de adolescencia" en los individuos y en las naciones para terminar lamentando que "la estrella" de la reunión (en Buenos Aires) haya sido "un viejo dictador con 44 años de poder omnímodo, asentado en el terror de una policía política y la exclusividad de una prensa oficial, una radio oficial y una televisión oficial". Amargado, continúa el ex presidente: "Un Parlamento electo popularmente se venía abajo para aplaudir a quien acababa de fusilar sin garantías a tres infortunados ciudadanos que intentaban escapar de la cárcel que es su patria y condenar a destajo a la prisión a los líderes opositores". Se lamenta también que se le haya ofrecido (a Fidel), "nada menos" que la Facultad de Derecho de Buenos Aires (que resultó insuficiente para albergar a los que querían escucharlo) para que pronunciara un discurso. Y concluye en que, debido a ese hecho "la contradicción adolescente se hace allí dramática y asume una dimensión sarcástica". En conclusión, para el ex-presidente uruguayo, el pueblo y los parlamentarios argentinos y los demás pueblos latinoamericanos que guardan la misma consideración a la Revolución Cubana y a su líder, son más o menos idiotas que no han sabido madurar y permanecen estancados en la adolescencia.

Sanguinetti que es un político experiente y teóricamente bien equipado, con una cultura general sólida, muy superior a la de muchos colegas europeos, es también un aventajado discípulo de Maquiavelo, sabe muy bien porque ocurrió lo que relata. En el mismo momento que condena la aplicación de la pena de muerte "a tres infortunados ciudadanos que intentaban escapar de la cárcel que es su patria" (aquí JMS desmiente lo dicho más arriba sobre su capacidad intelectual y cae víctima del "síndrome cubano" que le hace perder el equilibrio emocional -y consecuentemente, intelectual, además de ético que, como es sabido no era el punto fuerte de Maquiavelo), tres niños uruguayos morían de desnutrición en la democracia que Sanguinetti administró durante dos períodos desde el retiro de los militares, y en la que cogobierna en estos días. Y aunque discrepen (los pueblos latinoamericanos) con la aplicación de la pena de muerte a los tres terroristas, saben que a pesar de todo, en Cuba no hay niños de la calle, ni prostituidos como en todas las demás capitales latinoamericanas sin excepción, Montevideo y Buenos Aires incluidas. Desde el punto de vista económico, social y cultural, verdadero índice para medir el respeto a los derechos humanos y la democracia, en su dimensión de gobierno del pueblo y para el pueblo, Cuba está a la vanguardia en el Continente. Ahí, entre muchas otras cosas, deben buscar los ex-presidentes mencionados la explicación , de por qué fue Fidel Castro y no ellos, "la estrella" de la reunión en Buenos Aires.

En cuanto a Felipe González, que comparó a Fidel Castro con "Franco cuando se estaba muriendo", en una entrevista en diario Nuevo Herald de Miami, debería estar pidiendo perdón, según escribió Eduardo Haro Tecglen (El País.14-3-2000), por todo lo que hizo en sus años de presidente del gobierno español.



Copyright ©
Semanario Liberación
Box 18040
20032, Malmö, Suecia
Teléfono: +46 40 672 65 02
Telefax: +46 40 672 65 03
Correo electrónico: