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Entrevista a Ricardo Sánchez, dirigente |
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Hay evidencias de que el gobierno de Estados Unidos estuvo involucrado en el golpe de estado de abril, afirmó Ricardo Sánchez, miembro de la Dirección Nacional de la Juventud Comunista de Venezuela, y denuncia una constante campaña de provocación de altos funcionarios norteamericanos contra el gobierno de Hugo Chávez. El joven comunista sostiene que esas evidencias son contundentes, y que el presidente Chávez no las ha revelado aún, en espera de que el Poder Judicial, que investiga el golpe de estado de abril del 2002 -que sacó del poder a Chávez por 47 horas- se pronuncie. Recordó el reciente incidente en la embajada norteamericana, donde se hicieron burlas al presidente, y destacó que existe una campaña de provocaciones. En ese sentido denunció que sectores de la oligarquía están reclamando una intervención directa norteamericana para derrocar a Chávez, y no descartó la posibilidad de que recurran a un atentado. La derecha está arrinconada y por eso pueden intentar asesinar al presidente, y reveló que existe el riesgo de que comiencen a organizar grupos paramilitares. Asimismo, dijo que había que estar atento a la correlación de fuerzas en la interna de las FF.AA, ya que antes nadie pensaba que se podía llegar a un golpe militar, y sucedió. Deben juntar las firmas Sobre la reciente firma del acuerdo entre el gobierno y la oposición, Sánchez destacó que el mismo ratifica la Constitución, y sólo establece que el plebiscito sobre el gobierno de Chávez, se realizaría si la oposición logra reunir las firmas necesarias para su convocatoria. Es decir, el 20% del padrón electoral. El joven comunista recordó que la negociación para este acuerdo llevó cinco meses, y contó con la mediación del Secretario General de la OEA, el colombiano César Gaviria. Este acuerdo señala que las partes respetarán la Constitución, y que es el Consejo Electoral Nacional quien regula las elecciones, y no una comisión especial. El gobierno accedió de inmediato porque eso era lo que había sostenido siempre. Pero ahora la oposición empieza a cuestionar el acuerdo. Si ellos quieren plebiscito, que recojan las firmas. Si lo cumplen va, pero si no lo logran, no habrá plebiscito. No vamos a hacer un plebiscito obligado. La debilidad del gobierno no es política, sino económica, subraya. La oposición El dirigente de la Juventud Comunista de Venezuela, destaca que con el triunfo de Chávez en las elecciones presidenciales, los partidos tradicionales quedaron totalmente desmantelados. Desde entonces, la derecha comenzó a crear nuevos partidos o intentó fortalecer algunos sectores de Acción Democrática o de los Socialcristianos que aún quedaban en pie. Mientras tanto, destaca Sánchez, empiezan a participar en la política, los medios de comunicación social, y el empresariado. De las 5 principales televisoras, 4 son privadas y tienen cobertura nacional, la quinta es del estado, y recién ahora comienza a ser recepcionada en casi todo el país. Estas cuatro cadenas, propiedad de importantes grupos empresariales, tomaron el liderazgo de la oposición. Y llevan a cabo una política de ignorar todos los logros del gobierno, y se concentran en dar espacio a la oposición y la crítica. Entre los diarios de tirada nacional, el panorama es similar, aunque en los últimos meses han bajado en su nivel de crítica al gobierno, al comprobar que han perdido tiraje. En ese sentido, Sánchez señala que el diario El Nacional, que antes tenía 7 secciones, debido a la reducción de sus ventas, pasó a tener solo 2. Señaló que los partidarios del gobierno no tienen un diario de tirada nacional, y que por ahora se han volcado en desarrollar la prensa alternativa. Por otra parte, el nivel de sindicalización de los trabajadores venezolanos ha sido siempre bajo, y las dirigencias sindicales están burocratizadas. La CTV quedó en manos de la derecha, pero no representa a todos los sindicatos. La izquierda no tenía tampoco una presencia importante en los sindicatos, y recién ahora se intenta desarrollar la Unión Nacional de Trabajadores (UNeTe) para nuclear a los trabajadores que apoyan el proceso revolucionario. Proceso de liberación nacional Entendemos que el proceso encabezado por el presidente Chávez es un proceso de liberación nacional, y que más allá de sus dificultades en lo teórico y conceptual, debe ser apoyado y no se debe permitir que sea abortado, destacó el dirigente de la Juventud Comunista. Hasta ahora, el proceso revolucionario ha emprendido lo que denominamos la primera fase, la revolución política, sostiene el joven comunista. Destacó que se ha llevado a cabo un cambio de la vieja Constitución oligárquica, hacia un Nuevo modelo que recoge a los sectores más excluídos de la sociedad. La propuesta de Bolívar se plasma con una propuesta social, y es el país que estamos construyendo. Es un cambio de la democracia denominada representativa, a una democracia participativa. Sánchez destaca que la nueva Constitución ratifica la educación pública y rechaza la privatizaciones en el sector, también reivindica el derecho a la salud, la vivienda y el trabajo para todos los habitantes. Sánchez lamenta que el proceso revolucionario llegó tarde para impedir otras privatizaciones en áreas estratégicas, como teléfonos, líneas aéreas, etc.. Ahora se busca desarrollar la agricultura y la ganadería en el sur, y explica que se ha organizado la entrega de tierras a cooperativas bien organizadas, brindando además servicios básicos y créditos para su desarrollo. Sánchez añade que el gobierno busca arraigar a la gente en el campo para impulsar la producción nacional, otorgando facilidades para la construcción de viviendas y creando infraestructura, por ejemplo, desarrollando las vías férreas. En ese sentido destacó un convenio con la República Popular China, para la compra de maquinaria agrícola, y el asesoramiento de técnicos agrarios. Integración latinoamericana El gobierno venezolano realizará un plebiscito sobre el ALCA, aunque consideramos que no es la mejor opción. Necesitamos una integración latinoamericana, no una integración neoliberal, afirmó Sánchez. En este proceso de integración, Sánchez destaca las buenas relaciones con Cuba y Brasil. Recordó que con Brasil se inició un proceso de integración económica ya con el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, y que ahora con la asunción de Lula, la integración puede alcanzar otros planos. La situación mundial acerca a los dos procesos. Con Cuba, las relaciones son iguales a las que podríamos tener con cualquier otro país. Pero al tratarse de dos países con proceso revolucionario, la integración es mayor. En ese sentido recordó los convenios de venta de petróleo a Cuba -y con otros países de Centroamérica-, la colaboración de cientos de médicos cubanos en Venezuela, que atienen en lugares que los médicos venezolanos no se atreven a ir, la colaboración en el campo del deporte, y la asistencia médica en Cuba, a unos 3 mil venezolanos por año, sin tener que pagar nada. Con Colombia la situación es algo más compleja, subrayó Sánchez, al existir por parte de funcionarios del gobierno de ese país, una actitud de provocación. El gobierno venezolano trata de ser muy cuidadoso. Desde Venezuela no se financia ni se permite el ingreso ni el paso de la guerrilla colombiana. Tampoco se permite el ingreso de los paramilitares ni las incursiones del ejército. Sánchez recuerda que Venezuela rechaza el llamado Plan Colombia impulsado por Estados Unidos para eliminar la guerrilla en ese país. Dirigente de la JCV El Partido Comunista de Venezuela forma parte del bloque que apoya el proceso revolucionario, integrando los distintos frentes creados al tal fin, como el Polo Patriótico, o el Comando de la Revolución, explica Sánchez. Si bien el PCV no ha logrado bancas en el Congreso, está representado en estructuras del gobierno y en los gobiernos locales. |
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