Los dos se conocieron en un curso de baile en Buenos Aires, cuando años atrás -el tango que parecía decaído después de varias décadas vuelve a resurgir con bríos en todo el país- ocupando de nuevo como antaño las calles, los clubes de barrios y las milongas, esos locales tangueros donde la gente acude solamente para bailar. Marcela Troncoso era una médica que nunca ejerció su profesión, le interesaban la danza clásica y el dibujo, mientras que Víctor Danelinck es arquitecto y creció viendo a sus padres bailar tango.

Después como les dijeron que no bailaban mal y ellos mismos tenían el gusto por bailar como Víctor dice, se dedicaron a perfeccionar lo que ya hacían comenzando a presentarse en diferentes escenarios tangueros de Argentina y de los países vecinos, al tiempo de comenzar a dar cursos.

Desde hace unas semanas Marcela y Víctor están en Suecia por primera vez, dando cursos y haciendo presentaciones en Helsingborg y en Malmö. Hasta que aparecieron los viajes por América del Sur y después a Europa, ellos siguieron combinando sus profesiones con la danza, pero ahora las han abandonado para dedicarse totalmente a la danza y enseñar lo que saben hacer muy bien.

Resurgimiento del tango como danza

Si la época de oro del tango de los años cuarenta y cincuenta fue la de las grandes orquestas y cantantes, el actual resurgimiento está basado esencialmente en otro de sus componentes como es la danza. Un acontecimiento que sin duda ayudó a que el tango siempre presente como sentimiento en la cultura popular rioplatense, reviviera y con nuevos bríos saliera una vez más a conquistar el mundo, fue el espectáculo internacional Tango argentino que organizaron a fines de los setenta un grupo de bailarines famosos de Buenos Aires y que alcanzó un gran éxito en Broadway y en otros sitios famosos en el extranjero y que al regreso repercutiera en casa.

El aporte de los bailarines Juan Carlos Copes y María Nieves quienes le incorporan a la forma de bailar el tango elementos técnicos y estilos provenientes de la danza clásica, junto al desarrollo que le proporcionaron también como es el caso entre otros nombres conocidos los de Gloria y Rodolfo Dinzel.
Al mismo tiempo, Buenos Aires viene acogiendo desde años atrás un turismo del tango sin precedentes, de personas de todos los continentes que llegan para aprender a bailar o a tocar el bandoneón con los músicos argentinos y que luego regresan a casa con instrumentos, discos, partituras, vestuarios, videos, libros y hasta zapatos especiales para bailar tango.

Hoy se baila tango no sólo en Buenos Aires y Montevideo, también en todo el mundo, y no menos ese furor del género típico ha alcanzado hasta Suecia donde en sus principales ciudades cada fin de semana se dan cita desde el norte hasta el sur gente de todas las edades y profesiones para aprender o practicar el baile.

Víctor Danelinck y Marcela Troncoso han estado bailando y dando cursos en Europa en dos oportunidades, sobre todo en España y Francia. Víctor tiene además una especial relación con Uruguay, donde comenzó a viajar y comprar allá por principio de los 80 todo lo que hubiera de canto popular uruguayo, me llevaba. Todo lo de Zitarrosa, Los Olimareños, de los intérpretes más jóvenes». Después, se hizo amigo de José Artigas dueño por entonces de una conocida tanguería montevideana y junto a Marcela comenzaron a cruzar el Río de la Plata para hacer exhibiciones. Hoy Artigas dirige en Nimes, Francia, otra tanguería donde Víctor y Marcela son invitados ya habituales, lo que les ha permitido recorrer España y Portugal mostrando lo que hacen.

Es destacar que Marcela Troncoso es diseñadora de vestuario de danza y teatro, y junto a ello dibujante humorística. Sus dibujos se publican frecuentemente en la revista bonaerense El Tangante y sus estadías en Europa le han posibilitado exponer también sus trabajos en el Festival de Tango de Granada, en Lisboa, Ibiza, Murcia, Alicante, Barcelona, Nimes, y en otras ciudades donde se ha presentado junto a Víctor. Sus vestuarios para danza son conocidos y la elegante ropa que ellos emplean en las presentaciones son de su autoría.

Rescatando el abrazo del baile

Cuando le preguntamos a Víctor Danelinck y a Marcela Troncoso, si el tango como danza hoy no se ha vuelto sólo sofisticadas coreografías para bailarines profesionales, nos responden que se debe distinguir aquella que es parte de un espectáculo de otra más sencilla y reposada, que es el que se baila en las milongasque conserva el sabor y el gusto por bailar en grupo en torno a la pista sin muchos firuletes, como el que bailaban nuestros padres y abuelos, con cortes y quebradas sencillas.

Si ves bailar a Copes o cualquiera de los otros conocidos bailarines en una `milonga´, no los verás nunca haciendo figuras complicadas o luciéndose mostrando todo lo que saben o pueden hacer cuando actúan en un escenario. Los verás bailar serenamente y con una elegancia sin igual. Música y movimiento es un todo, existen pausas, silencios, movimientos lentos y rápidos de los bailarines, que los impone la música y no una desbocada carrera gimnástica señala Víctor.

El tango es el abrazo y el sentimiento entre los dos bailarines, resulta extraño cuando se ven parejas bailar como separados. Hay que rescatar en la danza ese abrazo, que es la esencia del tango, explican Marcela y Víctor.

El tango en opinión de estos dos buenos cultores del género, siempre ha tenido momentos de auge y de baja, pero como está en la memoria cultural colectiva rioplatense resurge siempre con fuerzas renovadas. Actualmente con el fortalecimiento de la danza, el tango ha recuperado para la gente un elemento importante, el de la participación. Por espacio de toda una época este aspecto se fue perdiendo con los espectáculos que ofrecían las grandes orquestas e intérpretes que tenían al público sólo como espectador, hoy como antaño vuelve a ser el gusto por bailarlo uno de sus rasgos más distintivos del género.

Marcela y Víctor, luego de cumplir también de presentaciones en Gotland proseguirán con otras presentaciones que les esperan tanto en Francia como en España, donde ella además expondrá sus dibujos./P.V.