La pobreza alcanza al 31% de la población
MONTEVIDEO. El economista y director del Instituto Cuesta Duarte, Daniel Olesker, señaló ante la agrupación parlamentaria del Encuentro Progresista que el ingreso global retrocedió diez años, mientras que el salario de los trabajadores sufrió un atraso de veinte años, ya que estaría en los mismo niveles del año 1984.

Olesker se refirió al desempleo en Uruguay, a la situación salarial y a la inexistencia de convenios colectivos. Asimismo realizó una ponencia sobre el «importante incremento de la pobreza, la cual en 2003 estaría llegando al 31,4 por ciento de la población» y la pérdida de poder adquisitivo que «supera el 20 por ciento».

Estableció que a partir del año 1998 comenzó a decrecer el Producto Bruto Interno, fecha en la cual comienza a incrementarse el desempleo, siendo entonces la mitad de lo que hoy es, y agregó que a partir del año 1990 la negociación colectiva y los niveles salariales sufrieron un importante deterioro.

Olesker indicó que si bien en el período comprendido entre los años 1990 y 1998 el ingreso creció, de todas maneras el salario real no acompasó ese crecimiento y que en el año 1998 el ingreso comenzó a decrecer y a la vez se hace más acelerada la caída del salario.

Aseguró que el ingreso global en nuestro país retrocedió diez años mientras que el salario de los trabajadores en general sufrió un atraso de veinte años, ya que estaría en los mismo niveles que los registrados en el año 1984.

Resaltó que en el año 2000 los niveles de pobreza ascendieron a 31,4 por ciento, y que para modificar esa situación deben implementarse políticas activas de empleo con innovación tecnológica. Agregó que la inversión pública en vivienda es una clave para la inyección de reactivación que se necesita. Propuso volver a la negociación colectiva, a la regulación de las empresas y al servicio nacional de empleo.

Financiera involucrada en fraude en Asunción
MONTEVIDEO. La Fiscalía de Delitos Económicos de Paraguay pidió el procesamiento de cinco directivos de un banco local, como derivación de una indagatoria por la cual se detectaron operaciones irregulares entre financieras instaladas en ese país y Uruguay.

Los directivos de Multibanco Pedro Miraglio, Oscar Pérez Samaniego, Enrique Von Eckartsberg, Ninfa Prieto y Eduardo Monti, fueron acusados por la Fiscalía. El sábado pasado, el Banco Central de Paraguay (BCP) rechazó un pedido de disolución voluntaria de Multibanco por falta de liquidez -planteado por sus directivos horas antes- y lo intervino.

A mediados de 2002, Multibanco absorbió la financiera Parapití, del grupo Peirano, que en aquellos momentos se derrumbaba en la región. Parapití era del grupo Velox, propiedad de la familia Peirano; la principal empresa del grupo en Paraguay, el Banco Alemán, cesó su actividad en junio de 2002 como resultado de la corrida de depósitos que provocaron las denuncias de ilícitos contra la familia propietaria.

Las puertas de Parapití también fueron cerradas como consecuencia de la intervención de Multibanco.
El fiscal Carlos Arregui, que actúa en el caso, anunció que el Ministerio Público paraguayo capturó documentación que evidencia presuntas operaciones irregulares desde 1998, entre Multibanco y una financiera instalada en Uruguay.

Se encontraron numerosos títulos emitidos por una empresa llamada Asunción Investment and Financiation Co. Pacific, con dirección en Rincón 486 piso 4, Montevideo, Uruguay, señala el acta de imputación contra los directivos de Multibanco. Es prematuro hablar de cifras, pero con el correr de los días podríamos cuantificar (...); básicamente se trata de las captaciones de dinero del público y su posterior colocación en forma de préstamo al margen de todo control tributario, señaló el fiscal

Llegaron golpistas venezolanos
MONTEVIDEO. La Cancillería uruguaya mantendrá en «reserva» la localización y datos de los militares golpistas venezolanos Carlos Blondell y Otto Gebauer a quienes el presidente Jorge Batlle otorgara asilo político a fines del mes de abril como forma de «proteger» a los uniformados, señalaron fuentes del Ministerio de Exteriores.

Los uniformados llegaron el lunes de noche a Montevideo aunque al cierre de este edición se desconocía su ubicación. El día anterior las agencias internacionales de información señalaban que los asilados en la residencia del embajador uruguayo en Caracas Juan Arteaga, habían dejado Venezuela y realizarían un vuelo de combinación desde el aeropuerto de San Pablo (Brasil).

El gobierno les concedió el «asilo territorial» el 30 de abril, pero el viaje no se pudo realizar hasta debido a la demora en el otorgamiento de los salvoconductos por parte del gobierno venezolano. El «asilo territorial» les permitirá a los oficiales viajar a otros países.