Un nuevo diseño de casas prefabricadas, construidas fundamentalmente de plástico, se está imponiendo en la campiña sueca. Sin embargo, el paisaje no cambia demasiado, porque desde fuera se ve como una construcción tradicional, y por dentro es más cálida y seca.

El nuevo diseño es rápido de montar, son piezas prefabricadas de plástico duro y acero, y el trabajo de los constructores se asemeja más a jugar con un mecano que a la fatiga tradicional del oficio. Una casa de 270 metros cuadrados, se arma en pocas semanas, y desde el exterior, en nada se diferencia a las tradicionales construcciones. Por dentro, es más cálida y seca.

El novedoso diseño fue desarrollado en la Escuela Técnica Real de Estocolmo, y consiste en armas las partes prefabricadas, plástico duros, o PVC combinados con chapas metálicas, con uniones de acero y tornillos metálicos. La idea base es combinar materiales cuyas propiedades fortalezcan las del otro. Las partes son unidas por tornillos, y pegamentos que eliminan cualquier filtración. El plástico más usado para las paredes y techos, es el mismo que se utiliza para las heladeras portátiles. Las chapas metálicas están cubiertas por el plástico que impiden que se deforme y se deterioren con la humedad.

Los constructores señalan que el modelo es muy liviano y que su capacidad de aislamiento es fenomenal. Ha sido diseñada para estar ubicada cerca del mar y para soportar los embates de la humedad y evitar los hongos y el moho que aparecen siempre en las construcciones tradicionales.

La empresa que se ha dedicado a este nuevo diseño, ha construido ya unas 50 casas en todo el país. Además de las paredes prefabricadas de plático, también se utiliza un nuevo sistema de calefacción y ventilación que empieza debajo del piso y trepara por el interior de las paredes hasta extractores que eliminan el aire sobre el techo. Este sistema permite que la casa permanezca siempre seca. El precio de construcción es similar al de las casas comunes.