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La única certeza: |
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Los argentinos que concurrirán a las urnas para elegir presidente el próximo domingo 27 de abril, tienen una sola certeza: la elección se definirá en una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Tras el fracaso del intento de sectores del Justicialismo de aprobar en el Congreso una ley de lemas, que hubiera permitido a cada partido presentar más de un candidato a la presidencia, y que acumularían entre si para sumar al más votado entre ellos, es probable que esa segunda vuelta, que se llevará a cabo el 18 de mayo, enfrente a dos candidatos peronistas. Aunque el balotaje se instauró en la reforma constitucional que habilitó la segunda presidencia de Menem, está será la primera vez que se ponga en práctica. Según la Constitución, la segunda vuelta será necesaria entre los dos candidatos más votados, si en la primera ronda, ninguno de los pretendientes a la presidencia, obtiene el 45 por ciento de los votos, o más del 40 por ciento, con 10 puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor. Las encuestas de última hora, aseguran resultados muy parejos entre los tres candidatos del peronismo, seguidos de cerca por la candidata del ARI, Elisa Carrió. Ante un panorama electoral que definen como de alta volatilidad, los principales encuestadores coinciden en que Néstor Kirchner, Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá pueden ilusionarse con pelear la segunda vuelta. Pero ninguno se anima a arriesgar nombres: el final sigue abierto. Ninguno de los dos agrede al otro frente a una cámara o un micrófono y hasta se han elogiado. El puntano y el santacruceño compartieron muchos años como gobernadores de sus provincias, tienen una buena relación personal y se piensan mutuamente como eventuales aliados para el balotage. La candidata de ARI, Elisa Carrió, también hizo de la polarización con Menem una estrategia electoral y es probable que haya sido la primera. En cambio, Ricardo López Murphy apunta a mostrarse como la única opción no peronista con chances de acceder a la Presidencia. El único candidato que al menos públicamente no eligió un enemigo a vencer es Menem. El ex presidente sigue diciendo que se impondrá en la primera vuelta, sin necesidad de balotage. Sin embargo, Menem admitió que Rodríguez Saá puede entrar en segundo lugar. Fuentes de su equipo contaron que se trabaja sobre la hipótesis de tener que enfrentar una segunda vuelta. De hecho, Menem se niega a dar los nombres de sus eventuales funcionarios porque se reserva la carta de ofrecer ministerios si debe negociar apoyos para la segunda vuelta. De todas maneras, los sondeos hablan de una derrota segura de Menem en cualquier escenario de balotage. |
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