escribe Emir Figueroa
La imagen más lejana que tengo de Hugo Blanco es su nombre en muro frente a mi casa. Yo tenía 6 o 7 años y él ya estaba en prisión HUGO BLANCO LIBERTAD! gritaba el muro. Ahora, más de tres décadas después, sentado tomando un café y escuchando las noticias del ataque a Irak, es difícil concentrar la conversación en una sola línea. Hablamos de su vida, hablamos mucho de la juventud, de la solidaridad, pero también hablamos del quechua, del huayno, del guaraní, hasta canturreamos juntos una samba argentina. A pesar de su pelo totalmente cano, no pierde ese aspecto de fortaleza de cuando lo veía de lejos- en algunas marchas en la Lima antidictatorial. Aquí algunos aspectos de esa larga conversación:
En un orden de cosas como el presente, donde se bombardea a un país cercado durante meses, dando la espalda a Naciones Unidas y esgrimiendo justamente que el bombardeo es porque no cumplió las resoluciones de Naciones Unidas, ¿Es posible otro mundo?
Yo creo que precisamente el rechazo a la guerra, que vemos en todo el mundo, nos muestra que sí, que es posible otro mundo, hace unos días decía una oradora que esta guerra ha dividido a Europa, yo pienso que no, yo veo que Europa esta unánimemente contra la guerra. Que algunos gobiernos como Blair, Aznar o el gobierno italiano estén a favor de la guerra, no quiere decir que sus pueblos lo estén. Aquí en Europa se han producido las manifestaciones e protesta mas fuertes. Lo emocionante es que toda esta gente no esta haciendo manifestaciones por su propio estómago, sino por solidaridad, con un pueblo lejano que esta siendo masacrado. Es claro que no con Hussein, sino con el pueblo iraquí.
Eso nos pone optimistas. Y no solamente van los mayores como yo, también marchan jóvenes. Eso es ya una prueba que otro mundo es posible. A veces criticábamos tanta preocupación por pintarse el pelo y todo eso, pero cuando los ves con el pelo pintado y todo, gritando contra la guerra, es emocionante.
¿Qué otros signos ves de esa posibilidad?
Hay otras manifestaciones, por ejemplo ahí de donde yo vengo: Cusco, Peru. Una pequeña comunidad en Limatambo, donde la democracia del ayllu, que es la tradicional comunidad campesina andina, se ha extendido a todo el distrito y en estas ultimas elecciones a nivel mayor: la provincia. De este modo no es ya el alcalde el que gobierna, sino la gente misma, esos son los esbozos de ese otro mundo posible. Otro ejemplo nos dan los desocupados en Argentina, los piqueteros, con una organización muy horizontal; igualmente en las asambleas barriales de Buenos Aires, verdaderas instancias horizontales, donde no hay dirigentes. Hay mas de cien fábricas que han sido tomadas y son administradas por los obreros, que continúan produciendo, Esa producción podría ser redirigida entonces en función de las necesidades de la población, experiencias similares yo he visto en Chile: los obreros no piensan en ellos cuando tienen la fábrica, piensan en el pueblo.
Has mencionado los piqueteros de Argentina, hay además los movimientos indígenas de Ecuador y Bolivia, los sin tierra de Brasil, la resistencia popular ciudadana en Venezuela, hasta los movimientos indígenas armados en México. ¿Cuál es el hilo conductor que relaciona los movimiento populares en América Latina hoy?
Hay un elemento común: el cansancio conciente o inconsciente con respecto a este mundo dirigido por las multinacionales que globalizan el mundo en su propio beneficio. Nosotros buscamos otra globalización, como las que se expresan en esas redes de organizaciones, como la que vemos hoy claramente en el movimiento mundial contra la guerra, es decir otro tipo de globalización, la globalización por abajo, en beneficio de la humanidad. Ese rechazo es porque este sistema está hiriendo a todos: a los jóvenes, a los indígenas, a las mujeres, a los campesinos, a los trabajadores, inclusive a ciertos sectores capitalistas en nuestros países. Ese rechazo nos une.
¿Cuál sería la bandera, el objetivo último de este movimiento alternativo de globalización alternativa, en tu opinión?Mira, yo no soy quien debe definir la bandera de este movimiento, la definirán los que la están levantando. Sin embrago yo pienso que conciente o inconscientemente el movimiento es contra el gobierno de las multinacionales sobre el mundo entero. Gobierno que si no rompemos, vamos camino a la destrucción del medio ambiente y con él a la destrucción de la especie humana. Luchar contra las multinacionales y su sistema es luchar por la sobrevivencia de nuestra propia especie. Repito, es posible que esto se de en un nivel inconsciente: si le preguntamos a cualquiera de los que está marchando contra la guerra, posiblemente nos dirá que marcha porque quiere impedir que masacren a ese pueblo, simplemente eso, verdad? Si le preguntamos si es anticapitalista posiblemente nos dirá que no, pero estoy convencido que no van a conseguir sus objetivos mientras exista este gobierno de las multinacionales.
Tu eres activo con el movimiento campesino del Perú. ¿Cómo aprecias hoy la organización de los campesinos?
Mira, durante el gobierno de Fujimori hubo un gran retroceso. El campesinado se encontraba entre dos fuegos y cualquier organizador campesino podía ser acusado ya sea de terrorista o de colaborador del gobierno y lo mataban, esto debilitó mucho la organización. Ahora se está recuperando. Yo pertenezco a la Confederación Campesina del Perú, que tiene sus bases organizacionales fundamentalmente en los departamentos de la zona andina, además existe la Confederación Nacional Agraria y en la región amazónica esta la AIDESEP, y existen otras organizaciones. Hay un proceso de recuperación.
¿Cuáles son las banderas de la organización campesina?
El campesinado de Perú tiene banderas similares a las de los demás países llamados subdesarrollados o neocolonizados, pero tiene también reclamos que son comunes a los campesinos del llamado primer mundo. Por ejemplo el tema de la soberanía alimentaria, el campesino de nuestros países consume lo que él produce, sin embargo, la lógica del mercado lo presiona a convertirse en monoproductor, a producir aquéllo que signifique más ingresos y todo lo demás que compre. Hay una agresión en todo el mundo contra el campesinado, porque están esas multinacionales agroindustriales que producen en grandes cantidades, productos muy apetitosos, pero que no necesariamente son nutritivos, con la llamada revolución verde, con la amplia gama de químicos que se aplican, eso hace daño al consumidor, hace daño al productor y además hace daño al suelo. La monoproducción año tras año es liquidador, además el uso de transgénicos agrede un principio de la agricultura: que la semilla sirve para poner en el suelo para la reproducción; pero con estos transgénicos, una semilla ya no sirve para sembrar la producción del año siguiente, para obligar a su compra, para crear dependencia.
En esta lucha por la soberanía alimentaria, estamos unidos campesinos del Perú, así como los de Brasil, Francia y muchos otros en todo el mundo.
¿Con qué propuesta?
La soberanía alimentaría significa que cada país se alimente de lo que produce ese país, si hay algo que falta, bueno se puede comprar, si hay algo que sobra, después de alimentar al país, entonces se puede vender, pero no seguir en esta lógica del mercado que es particularmente destructiva para la agricultura, va contra la naturaleza misma. Existe incluso una organización internacional, Vía Campesina, que nos agrupa.
Además de los transgénicos, está toda esta enorme tecnologización de la producción, que libera mucha mano de obra, que puede producir en grandes cantidades. ¿Cuál es la actitud del campesinado frente a este fenómeno palpable y creciente?
El problema es que el campesinado es cada vez mas pobre. Tomemos como ejemplo el Perú: ahí se importa trigo de Estados Unidos, trigo que se produce con subvención estatal, y nos venden mucho más barato de lo que es su costo de producción, porque el estado norteamericano les cubre una gran parte. Este trigo va al Perú, se le impone un pequeño impuesto, y compite con el trigo producido por el campesino pobre peruano. De esta manera mata la producción de trigo del Perú, pero no solamente al productor de trigo, sino al productor de papas, de quinuas, de habas, de cañigua, etc. A todos los que producen harinas, ¿por que? Porque ya la gente no compra el alimento por el valor nutritivo ni por el sabor, sino por el precio. Y claro, lo más barato son los fideos hechos con la harina blanca de ese trigo subvencionado que se importa de EE.UU. De este modo se arremete no sólo al campesinado peruano, sino la nutrición misma de la población peruana, hay un claro declive en la alimentación peruana por esta causa. La jubilación de los caudillos
Tu no eres solamente activista campesino, has sido un connotado líder de la izquierda peruana. ¿Cuál es la situación de la Izquierda en el Perú?
Yo diría que la izquierda peruana es casi inexistente como organización, el partido más grande seguramente es Patria Roja, que tiene muy poca gente. Sin embargo el movimiento popular es fuerte. Por ejemplo hemos detenido en el sur del país la privatización de las empresas eléctricas. Eso no fue dirigido por ningún partido, fueron las organizaciones vecinales, los estudiantes, los trabajadores de los mercados, en fin, grandes movilizaciones. Yo creo por eso que aun cuando la izquierda en tanto partidos esta débil, el movimiento está fuerte. Esto no significa que haya falta de conciencia en la gente, sino mas bien diría que es un castigo que está sufriendo la izquierda por el comportamiento verticalista que tuvo. Bueno, en la derecha eso es obvio, pero la izquierda tuvo comportamientos muy verticalistas y ya a la gente no le gusta eso. Yo creo que es una reacción positiva de la población
Ahora, yo no descalifico a los partidos, creo que siguen siendo necesarios, pero ya no como organismos de poder como han sido utilizados, no sólo como organismos por el poder del Estado, sino también por poder en los gremios, los sindicatos devienen en propiedad de determinados partidos políticos, etc. Ya la gente no quiere eso. Los partidos son necesarios, pero para impulsar determinada corriente de opinión, no para gobernar.
¿Ves el rol de los partidos más como inspiradores que como organizadores?
Sí. Porque la gente misma se organiza. Es bueno que tengan proposiciones políticas, que éstas sean aceptadas o no por la gente es otra cosa, pero que no sean aparatos de gobierno. En la derecha vemos que eso es lo natural: se activan para las elecciones y se turnan para gobernar, pero es el pueblo el que debería gobernar directamente. Las organizaciones sociales encuentran mas y mas la necesidad de tener representación directa en los gobiernos, pero son obligadas por el sistema a ir a través de los partidos. Una clara experiencia la tuvimos recientemente en el Cusco, donde las comunidades campesinas buscaban ser representadas directamente en el gobierno municipal, a pesar de las trabas del sistema, se creó incluso una organización para seguir esas reglas, con el fin de promover la democracia directa, que emula el milenario sistema del ayllu. Y ganamos.
La confederación indígena de Bolivia propone cambiar la Constitución, para establecer la representación directa de las organizaciones. Esta es una Constitución que sólo representa a los ricos dicen, y proponen el cambio. Queremos una asamblea constituyente donde estén representados las organizaciones populares. En fin, ya el partido no debe ser un instrumento de gobierno.
En el Perú y Latinoamérica se ha visto siempre el caudillismo como un fenómeno histórico de mucho arraigo. Los partidos y los líderes tienen mucho peso. Tu mismo has sido líder de un partido político, o de un movimiento político por mucho tiempo. Con esta propuesta estaríamos hablando de la jubilación de los partidos y de los líderes en ese papel central. ¿Está desapareciendo el caudillismo en el Perú?
Yo creo que se está minando, afortunadamente. Y es que es la sociedad de clases la que ha establecido esa mentalidad de que es la personalidad la que hace la historia. De ese modo nos fabrican sus personajes para manipular o cuando las masas se alzan, buscan personificar el movimiento, para anular a la persona, mediante el asesinato, la persecución o la corrupción. Pero cuando la gente entienda que el movimiento son todos. Se hará mas invencible. Yo he sido dirigente de la federación de campesinos, de la federación departamental, etc. Pero basta ya. Yo no creo en los dirigentes eternos. Así es mejor. Los jóvenes ahora lo hacen muy bien, los dirigentes eternos es un mal que también hay que desterrar.
Mira a nivel internacional: ¿qué partido, qué caudillo es el que dirige el Foro Social Mundial? Ninguno. ¿Qué partido o caudillo dirige este gran movimiento contra la guerra? Ninguno, ahí estamos todos. Eso es lo mejor. A todos no se podrá comprar ni encarcelar.
Tú has sufrido cárcel muchas veces y en distintas oportunidades. Y recientemente ya por razones de tu salud, se generó una gran movilización de solidaridad con tu persona. ¿Qué sientes de convocar la preocupación de tanta gente en todo el mundo? Mira, cuando estuve preso, cuando en dos ocasiones me condenaron a pena de muerte el 67, cuando la represión en Chile, cuando me desaparecieron, yo recibí muestras de solidaridad mundial y yo la esperaba. Yo sabía que ésta vendría. Pero ahora, cuando se trató de mi salud, no esperaba esa reacción solidaria que una vez mas me salvó la vida. Yo veo que no es como los neoliberales dicen que el ser humano es individualista por naturaleza, el ser humano es solidario en su esencia. Es el sistema el que induce el egoísmo.
El quechua, la infancia, los golpes
Otra de las imágenes que tengo de Hugo Blanco es cuando a fines de los 70:s ya como parlamentario, cubría con su cuerpo a unos trabajadores que iban a ser reprimidos por la policía en Lima. La golpiza que recibió obligó a su internamiento en el hospital... El período en que más golpes recibí de la policía fue cuando fui parlamentario. Por eso digo que en el Perú no hay inmunidad parlamentaria. La labor de los izquierdistas en el Congreso es mediatizada, los otros tienen el sistema, ellos tienen sus mayorías. Nuestra labor era acompañar a las organizaciones en las calles. La policía solía golpear en la cabeza, la acumulación de esos golpes ha dado lugar a un mal que se califica como enfermedad profesional de los boxeadores.
Tú creciste en el Cusco. ¿En tu casa hablaban quechua? ¿Castellano?
Había un manejo bilingüe.
¿En que idioma piensas?
Depende donde estoy, depende con quien hablo. Aquí en Suecia trato de pensar en sueco (risas).
¿Qué recuerdo especial tienes de tu infancia en el Cusco? Recuerdo que de niño me llegaron los ecos lejanos de la Revolución Mexicana de 1910. Después aprendí que fue de esencia indígena. En Sudamérica surgieron pintores, escritores, músicos indigenistas. Esa ola se me transmitió, mi padre cultivaba la poesía quechua, en mi familia se apreciaba esta ola intelectual. Tres cuatro décadas después de la Revolución, aún estaba vivo el eco. Recuerdo que después hubo un golpe de Estado y entró un gobierno derechista. En colegios y universidades imponían pequeños dictadorcillos y se generaba la lucha contra ellos.
Desde muy joven has participado en movimientos contestatarios. Sí. Recuerdo que de estudiante en la secundaria participé en un movimiento que logró traerse abajo a un mal director. Yo tenía un hermano que era aprista, cuando el Apra era aún un movimiento revolucionario. La policía intervino nuestra casa, nos interrogaron a todos, luego iba yo a visitar y llevar comida a mi hermano en la prisión. Desde joven pude vivir directamente la injusticia.
¿Cuándo iniciaron el movimiento armado a comienzos de los sesenta, cómo fue? Bueno, en realidad no fue un movimiento armado al estilo clásico, no hubo un foco guerrillero ni un partido político. Lo nuestro fue otra cosa: una organización campesina que buscaba justicia, contra la propiedad feudal de los hacendados.
Iniciamos una huelga, porque no había mas salida, se dejó de trabajar la tierra de los hacendados, así que vino la represión y ésta fue armada. Entonces fue que se tomó la decisión de defenderse de los ataques y había que hacerlo también con armas. Ahí me encomendaron organizar la autodefensa armada. Yo pertenecía a un partido político, pero la autodefensa no era del partido, era una decisión de la organización de masas. Claro, en mi cabeza yo imaginaba que de ahí no pararíamos hasta tomar el poder, pero la gente no pensaba en eso. Por ello el lema no era patria o muerte ni revolución o muerte, sino tierra o muerte.
Los derrotaron militarmente... En efecto, pero a pesar de la derrota militar, quedó la semilla en los campesinos, que iniciaron tomas de tierras y también quedó el temor en el gobierno, que tuvo que aplicar una reforma agraria para la provincia y posteriormente tuvo que hacerse ésta a nivel nacional. Entonces en este aspecto se puede decir que ese movimiento tuvo su triunfo.
Fue a raíz de ese movimiento que te condenaron a pena de muerte.. Sí. Hubo enfrentamientos armados y se produjo la muerte de tres policías. Como yo era el que comandaba, yo asumí la responsabilidad de los hechos, aunque en los hechos no fuera cierto. Eso usaron como motivación en los tribunales militares que me juzgaron, para darme pena de muerte, pero la solidaridad internacional salvó mi vida.
¿Cuál es tu actividad actualmente? Ahora que regrese al Perú voy a apoyar el trabajo de ese municipio del Cusco, del que te hablé. No voy a pretender enseñarles cómo se gobierna, los ayllus tienen 6 mil años de experiencia en esto. Mi función es mas de apoyo, posiblemente en asuntos técnicos o de mi experiencia personal. Los jóvenes campesinos en el Cusco me dijeron recientemente que ya es hora de dejar las caminatas por las alturas a ellos, que pueden hacerlo mejor. Ya vas a tener 70 años y no 20, me decían, dedícate a escribir tus experiencias.
¿Qué mensaje tienes a los jóvenes? Mi mensaje a los jóvenes es que ellos no solamente tienen que luchar por un mundo más justo, sino también ahora por la supervivencia de especie humana. El deterioro del medio ambiente, la negativa de Estados Unidos a firmar los acuerdos internacionales como el de Kyoto, o el acuerdo mundial del agua, dan muy malos presagios. El gobierno de las multinacionales lleva a un deterioro imparable en este sistema. Si siguen ellos en poder del mundo, van a matarnos y morir ellos mismo también. Queda a la juventud tomar conciencia de esto. Es una bandera más grande que la que nosotros tomamos. Yo espero que la cumplan.
¿Y estás escribiendo tus experiencias? Bueno, la verdad es que no me doy reposo como para hacerlo, me dejo ganar por los acontecimientos del día, pero es un proyecto que pronto espero comenzarlo a hacer.
La frase de Porto Alegre
Otro mundo es posible, es una frase que constituyó grito de combate del Foro Social Mundial. Tiene su historia: los antineoliberales del mundo se reunían ahí donde se reunían los neoliberales: Seatle, Praga y otros lugares, pero cuando la reunión en Dabos, decidieron no, nosotros no nos reuniremos allá, sino en porto Alegre, porque en Porto Alegre había un gobierno local participativo, donde cada barrio decidía la obra que necesitaba. Es decir no era el gobierno del prefeito, sino el gobierno de todos los ciudadanos, por eso fue que se escogió Porto Alegre, para decirle al neoliberalismo: ustedes están conduciendo al mundo al abismo y dicen que no hay otra posibilidad que la vuestra, nosotros demostraremos justamente lo contrario: que otro mundo es posible. Y en porto Alegre se estaba dando el embrión de ese otro mundo posible.
Internet es un regalo que nos ha hecho el Pentágono. Lo construyeron para ellos, lo diseñaron incluso para que no se pueda destruir, en caso de bombardeo o guerra, pero es aprovechado por los movimientos alternativos. Esta jugando un papel muy positivo en la globalización de la resistencia, contra la globalización imperial.
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