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EE.UU. se adjudica la administración de Irak |
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La demanda de sus aliados de integrar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la futura administración de Irak, hasta que se resuelva su futuro político, no encuentra eco en el gobierno norteamericano. En la pasada semana, el Secretario de Estado, Colin Powell, se reunió con los cancilleres de la Unión Europea, y eludió definir la cuestión. Sin embargo, el influyente subsecretario de Defensa, autor de la concepción de ataques preventivos, Paul Wolfowitz, sostuvo, previo a la reunión entre el presidente Bush y el premier británico Blair, que las Naciones Unidas sólo tendrán la función de organizar la ayuda humanitaria. En la reunión en Irlanda, Blair pretendía otorgar un mayor papel a la ONU en la futura administración de Irak, y reducir así las diferencias con sus socios europeos. Sin embargo, el presidente Bush apoya las posiciones más duras de sus asesores de la Secretaría de Defensa (Rumsfeld y Wolfowitz) y de la consejera en Securidad Nacional, Condolissa Ricce. El subsecretario de Defensa, ya anunció que el general retirado Jay Garner, se hará cargo de la administración de Irak. Garner es el jefe de la oficina de reconstrucción y asistencia humanitaria, que está funcionando en Kuwait desde inicios de la invasión, en espera de la orden para asumir la admiistración de Irak. Este "gobernador transitorio", dependerá formalmente del general Tommy Franks, comandante de las operaciones en el Golfo Pérsico, aunque se afirma que recibirá órdenes de Bush. Según Wolfowitz, después se creará una autoridad iraquí conformada por los opositores a Hussein actualmente en el exilio, que deberá preparar en el futuro, elecciones para un gobierno permanente. No se ha revelado cuál será la posición de esta administración norteamericana, o de ese gobierno iraquí transitorio, en la referente a la economía, la adjudicación de los contrartos de reconstrucción y al manejo de las concesiones petroleras. El gobierno norteamericano tampoco ha sido muy claro en cuanto a la duración de cada mandato y el plazo final para el retiro de tropas. En un principio se estimó que esta administración norteamericana duraría tres meses, pero funcionarios del mismo gobierno han sostenido que parece poco posible cumplir con ese plazo. El futuro "gobernador" de Irak, el general Jay Garner, sostuvo en una reciente visita al puerto de Umm Qsar, que "estamos aquí para cumplir nuestro trabajo de liberar al pueblo iraquí, de proveerle un sistema de gobierno que represente la voluntad de los iraquíes libres. Lo haremos tan rápido como sea posible, y una vez que lo hayamos conseguido, se lo entregaremos a los iraquíes". El gobierno británico, el mayor socio militar en esta invasión, pretende reducir al máximo el mandato norteamericano en Irak. "El objetivo del Reino Unido es establecer un gobierno interino iraquí que suceda al equipo de Garner lo antes posible", señaló a la BBC el secretario de la Cancillería británica Mike O'Brien. EE.UU tampoco ha revelado el nombre de otros funcionarios que se harán cargo del gobierno de regiones de Irak. Está claro que el Pentágono tiene un papel fundamental en la formación del equipo que apoyará a Garner. El diario "The Washington Post" reveló que el Pentágono vetó hasta ocho antiguos y actuales diplomáticos de carrera del Departamento de Estado con experiencia en el mundo árabe, para puestos clave en la futura administración provisional iraquí. La misma fuente sostiene que ya se manejan los nombres de quienes tendrán a cargo la administración de las regiones norte, central y sur de Irak, así como las áreas de ayuda humanitaria, reconstrucción y administración civil: todos ellos, al parecer, con el visto bueno del Departamento de Defensa. Otro tema que continúa en discusión es que oficina u organismo coordinará las tareas humanitarias. Ha trascendido que el Secretario de Estado, Powell, reclamó que las mismas queden a cargo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dependiente de su cartera. Powell argumentó que las agencias internacionales y los grupos de socorristas voluntarios no estarían dispuestos a quedar subordinados a las Fuerzas Armadas estadounidenses. Esas mismas organizaciones piden que la ONU asuma el control de las operaciones de ayuda. Sin embargo, el Pentágono parece poco dispuesto a ceder terreno también en este plano. Mientras tanto, los gobierno europeos quieren recuperar terreno en la rica región petrolera del Golfo Pérsico, y presentan alternativas para influir en la administración de Irak post Hussein. "Las Naciones Unidas deben representar un rol central en la reconstrucción de Irak. Se debe garantizar la autonomía y soberanía de Irak; el pueblo iraquí debe poder determinar por sí mismo su futuro político", declaró el canciller alemán Gerard Schroeder. Propuso además incluir tropas europeas dentro de un contingente de Cascos Azules que garantizaría la seguridad de Irak, como forma de limar asperezas al tiempo de quitarle protagonismo a Estados Unidos. |
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