Así caracterizó la actual situación económica y social del Uruguay Raúl Sendic, diputado del Frente Amplio y dirigente del 26M el pasado 26 de marzo cuando su organización convocó a un acto en la céntrica Explanada Municipal en Montevideo, con motivo de cumplirse el 32 aniversario de la fundación. El acto en el cual hizo uso de la palabra además Eduardo Rubio, dirigente también de esa agrupación política integrante del Encuentro Progresista-Frente Amplio, congregó a más de 1500 personas y contó con la presencia como invitados de otros dirigentes frenteamplistas y representantes de organizaciones populares.

Al comenzar el acto aniversario, Rubio expresó que la ética era parte sustancial del proyecto de país y de gobierno del Frente Amplio y criticó a quienes han atacado a la izquierda por cumplir con el imperativo moral de decir la verdad a la población.

Por su parte Sendic, (quien es hijo del desaparecido fundador del Movimiento Tupamaro), al cerrar el acto del 26M, llamó a la militancia frenteamplista a impulsar un proyecto propio de cambio y reconstrucción productiva de Uruguay en el marco de un futuro gobierno del Frente Amplio, al tiempo de denunciar la connivencia del gobierno de Jorge Batlle con la rosca financiera y bancaria que ha operado en las últimas décadas aplicando el neoliberalismo en el país. Mencionó Sendic, como acicate para el pueblo uruguayo la resistencia del pueblo iraquí a los invasores, y que ninguna maquinaria puede derrotar a un pueblo decidido a defender sus intereses nacionales.

Batlle es un cadáver político

El diputado Sendic al señalar que el Frente Amplio no debía acudir al pedido de ayuda del catastrófico gobierno del presidente Batlle, a quien caracterizó como un cadáver político advirtió que: Tenemos que aventar el delirio sanguinettista, (en alusión a la política neoliberal instaurada por el ex-presidente Julio María Sanguinetti), de intentar construir una pequeña sociedad del Primer Mundo en medio de un país cada vez más empobrecido., agregando que había que eliminar también las influencias que esas políticas ejercen sobre muchos de nuestros propios compañeros frenteamplistas, que muchas veces terminan repitiendo los mismos argumentos que la derecha. Y nos hablan ellos también de la apertura del mercado, de las desmonopolizaciones y de las asociaciones del Estado con el sector privado. Eso es parte del delirio sanguinettista de que puede haber una sociedad muy rica, pero en medio de la pobreza y la marginación de miles.

Sendic dijo que un próximo gobierno frenteamplista debe planificar la economía, y el Estado orientar las inversiones hacia lo productivo, para proteger la producción y el trabajo. Ni país financiero, ni país de servicios dijo el dirigente del FA y del 26M, agregando que Uruguay tenía que salir a buscar financiamientos alternativos para el desarrollo, para la producción, para la sociedad y que un gobierno frenteamplista se tenía que acostumbrar a gobernar sin financiamiento externo, (citando al líder del FA Tabaré Vázquez), sin acuerdo con el FMI o con el Banco Mundial, porque los acuerdos con esos organismos nos funden. dijo Raúl Sendic.