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Nadie sustenta la hipótesis del golpe de Estado |
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escribe Jaime Padilla La advertencia propalada por el embajador norteamericano David Greenlee en Bolivia de que se estaría preparando un golpe de Estado "fue sólo un globo de ensayo" según analistas locales porque horas después de "esta provocación" no fue sustentada ni por la embajada de ese país ni por el Poder Ejecutivo. El Gobierno y la oposición coincidieron en que existen ciertas condiciones adversas para el Ejecutivo, el que aprovechó la ocasión para intentar el alineamiento democrático de sus adversarios políticos y sociales. El ministro de la Presidencia, José Guillermo Justiniano, fue -dos días después- el encargado de amainar las diversas reacciones de la población boliviana al sostener que "lo esencial es que todos hagamos una profesión de fe, un compromiso con la democracia". Y simultáneamente como si fuera poco el espaldarazo al gobierno llegó por el lado del embajador de EEUU, David Greenlee. "Respaldamos al Gobierno Constitucional de este país, que es el gobierno del señor presidente Gonzalo Sánchez de Lozada", dijo en un acto montado en el Palacio, donde agregó que "la democracia está consolidándose cada vez más". El Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, el viernes pasado, interpretó el papel de víctima al convocar a la prensa local e informar que se "desbarató un golpe de Estado" preparado por el opositor Movimiento Al Socialismo (MAS), el mismo que estaba liderado por Evo Morales y Antonio Peredo. Asoció que los bloqueos de caminos efectuados en enero por los cocaleros y sectores del campesinado, los sucesos del 12 y 13 de febrero registrados en la ciudad de La Paz, así como la reciente la alianza de un militar y un policía, que se pronunciaron en contra la adjudicación de los derechos de exportación de gas natural vía Chile, dijo que también forman parte del plan de desestabilización de la democracia. "El golpe de Estado que supuestamente debía realizarse el 9 de abril no va a suceder porque está desmantelado", señaló. Admitió que la conjura golpista fue descubierto y denunciado por la Embajada de los Estados Unidos. Horas después aclaró que no se hace parte de la denuncia de la Embajada americana, pero que su gobierno está tomando en cuenta toda la información entregada por el embajador de ese país David Greenlee. "El gobierno tomó en cuenta la información de la Embajada americana, Bolivia tiene sus propios instrumentos de investigación, Inteligencia y protección del Estado. Mi gobierno no se hace parte de esta denuncia", dijo. El diputado Evo Morales principal dirigente del MAS tras rechazar el informe de EEUU, advirtió que si hay algún intento de golpe, éste proviene de la propia Embajada de EEUU, la que intentaría crear "un colchón" para la irrupción de la derecha en el escenario político. La información conocida el 14 de marzo, cuando el Vicepresidente Carlos de Mesa recibió en audiencia solicitada al representante diplomático, causó de inmediato alarma en las organizaciones cívicas, sindicales y políticas. En esa oportunidad, el embajador Greenlee, según un comunicado de la Vicepresidencia entregado a los medios de prensa, pidió a Mesa transmitir la información a los legisladores en peligro. Todo esto ocurrió cuando el embajador estadounidense David Greenlee, comunicó al vicepresidente Carlos de Mesa que a través de "información fidedigna" supo que el Movimiento al Socialismo (MAS) "está planeando un golpe militar de Estado" para abril, incidente en el que también serían asesinados los líderes de dicho partido Evo Morales Ayma y Filemón Escobar. Lo paradójico es que Morales sería asesinado por los militantes de su partido, el MAS. Solo después de algunas horas se conoció que el informe de la Embajada de Estados Unidos -era un "panfleto", que no tiene ninguna identificación ni un logotipo de la Embajada de Estados Unidos, que describía a Evo Morales Ayma y Antonio Peredo Leigue como "los principales arquitectos y responsables de este plan". "Hay un grupo dentro del partido del MAS que quisieran (sic) que Evo Morales y Filemón Escobar sean asesinados durante este golpe". El Senador Filemón Escobar, todo apresurado en su actitud "llamó a conferencia de prensa y dijo sentirse traicionado" al afirmar que renunciaba al MAS. Los medios locales también se apresuraron en pregonar que ese movimiento se "dividía". Para los analistas locales esta situación, "era una broma de mal gusto para el pueblo boliviano" y todo apuntaba también a ser parte de la "alucinación" del presidente que atribuye al "terrorismo" la creciente ola de descontento social en el país. Y ahora insiste en un golpe de Estado contra su gobierno. En el Palacio, tomando el antecedente de febrero -cuando el Ejecutivo mostró impactos de bala para probar su hipótesis de que se intentó matar al Presidente- no se descarta que haya condiciones para algún intento desestabilizador ya sea de izquierda o derecha. La situación es "grave", clamó el gobierno. No es dificil adivinar de donde proviene todos estos embustes. El "globo de ensayo" de la embajada norteamericana no es otra que una maniobra distraccionista, más para amedrentar al pueblo boliviano que ya esta cansado de las promesas en estos siete meses del gobierno movimientista cuando con énfasis menciona que las movilizaciones de los sectores podrían crear las condiciones para el golpe. Los ministros a su turno - con su libreto desmemoriado- entran en escena en esta comedia para mostrar que la economía del país "esta bien por ahora". Estos se muestran accesibles a los requerimientos de la prensa para hablar de los problemas económicos que acarrearía la interrupción de la democracia en el país. Lo que no dicen con claridad estas autoridades que esta gravedad se expresan en el país en diversos factores: el déficit fiscal oscila hoy en un 8.6%, el negocio del gas se muestra estancado y Bolivia ya llegó al tope de su endeudamiento. En criterio de Sánchez de Lozada, sólo él cree que la mejor acción que puede tomar su gobierno para proteger y garantizar la democracia, al margen de las medidas de seguridad, es salir en abril con el plan obras con empleos y comenzar a cumplir con sus ofertas electorales, que básicamente buscan atacar de frente a la crisis económica. "La democracia garantiza el cambio con orden y orden con cambio. Yo soy un hombre completamente entregado a ese principio, por eso he jurado ante Dios y la Patria cumplir y hacer cumplir las leyes", señaló. Confía en que la oposición y el oficialismo, además de los sectores sociales más representativos, concerten un pacto social para sacar al país de la crisis en la que se encuentra. El "pacto social" que propone el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada es sólo por la necesidad que tiene de mantenerse en el poder. ¿ acaso puede haber otra explicación? |
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