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El vuelo del cuervo |
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escribe Cándido Mientras prosigue sin pausa el vuelo de los aviones anglo-americanos descargando su carga mortífera sobre los iraquíes, otras alimañas (empresas) empiezan a sobrevolar el cielo oteando los cadáveres entre las ruinas (que habrá que reconstruir). Pero en este caso son muchos los postulantes y pocos los elegidos. Habrá alguna achura (vísceras) para el socio mayor (difícil que Aznar reciba algo porque los vasallos son utilizados ocasionalmente, pero despreciados por su propia condición), pero el grueso del botín quedará en casa. Donde está las grandes aves rapiñeras. Es decir, entre la pandilla depredadora de la Administración Bush en la que todos sus miembros son copropietarios, a través de gobernar en su favor, de empresas petroleras, del complejo industrial militar, químicas o relacionadas con el medio ambiente. Estas empresas, algunas de las cuales, Enron, Worldcom, etc. estafaron a millones de ahorristas de su propio país, fueron las que financiaron la campaña para llevar a la presidencia a George W.Bush. Lo que no impidió que tuviera que orquestar un fraude electoral para hacerse con el cargo, un escándalo que visualizó ante el mundo el carácter de empire banan en alusión a las repúblicas bananeras de América Latina donde las estafas electorales han sido moneda corriente. Los cuervos saben con certeza otear la presencia o la proximidad de la carroña y casi nunca se equivocan. También ahora las empresas de la cruzada liberadora del pueblo iraquí, están seguras de la victoria final. Aunque muchos, incluidos los expertos propios, empiecen a dudar de ella. La propaganda de los poderosos medios de información del imperio sólo logra, talvez por corto tiempo, engañar al propio pueblo y a los vasallos externos proamericanos, acríticamente rendidos ante el poder imperial, sobre la chapuza que está resultando esta guerra. Si Bush y Rumsfeld hubieran leído algo de historia de guerras, talvez podrán haber sido más prudentes. Pero están arriesgando repetir la aventura del Pirro, rey de Epiro, región de la antigua Grecia, que vivió entre los años 318-272 a.C que emprendió, a pesar de las advertencias de sus consejeros, una guerra contra los romanos a los que venció en las batallas de Heraclea y Ascoli, gracias sobre todo al uso de elefantes (léase bombas inteligentes) que sorprendieron a los romanos. Pero las pérdidas en esta última batalla, fueron tan cuantiosas que cuando los generales (léase expertos del mundo libre) lo felicitaron por la victoria, tuvo ingenio para decirles. Con otra victoria como esta estoy perdido. Bush perderá las elecciones pero lo atribuirá a una conspiración de Sadan Hussein, que incluso derrotado después de muerto, seguirá persiguiéndolo. |
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