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Miles manifestaron contra la guerra en todo el país |
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Desde la guerra en Vietnam nunca antes se habían vuelto a concentrar tantos miles de participantes para marchar en protesta contra la guerra de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Irak y exigir que el gobierno de Göran Persson asuma una posición clara de condena, y que Suecia detenga la exportación de armas a los dos países agresores. En la noche del jueves pasado (al conocerse el comienzo del ataque) y el sábado 22, tanto en las grandes ciudades como así también hasta en las más pequeñas localidades, se realizaron marchas y concentraciones contra la guerra convocadas por la Red Nacional Contra la Guerra, integrada por partidos de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales. El gobierno sueco en un esfuerzo en demostrar que tiene una posición más activa contraria la guerra, se hizo presente en las marchas tanto en Estocolmo a través del ministro de Migración y Ayuda Exterior Jan O Karlsson, como en Linköping con Anna Lindh, la ministro de Exteriores. Cuando Jan O. Karlsson comenzó su discurso en Norra Bantorget fue recibido con abucheos y gritos de farsante por parte del público. Tanto él como Anna Lindh se refirieron al conflicto dentro de la conocida posición oficial del gobierno de condena al ataque militar a Irak fuera del marco de Naciones Unidas y como una violación del derecho internacional, centrando sólo su preocupación en el hecho de que Turquía no invada la región kurda del norte de Irak. Anna Lindh expresó que la Unión Europea y la ONU deben presionar a Turquía para que se abstenga de intervenir en acciones militares en el norte iraquí . - Nosotros salimos a manifestar también el día jueves porque estamos contra la guerra y la posición dominante a nivel internacional de Estados Unidos. Esperamos que Estados Unidos asuma su responsabilidad en la reconstrucción de Irak después de la destrucción. Pero mucho mejor sería que ocuparan sus recursos en la construcción de más escuelas públicas y en terminar con los gettos en su propio país, en lugar gastar los millones que cuestan los misiles que construyen, dijo Philip Bergren un manifestante que estaba presente también el sábado en la protesta en Estocolmo con su mujer Melina y Neo el hijo de sólo dos meses de edad. Gentes portando carteles hechos a mano, de diferentes edades y procedencias, y sobre todo una gran presencia juvenil fue notable en todas las protestas. El mayor repudio expresado en consignas y banderolas de los manifestantes se lo llevó Bush jr., seguido de Tony Blair, pero no se escaparon tampoco el propio ministro Persson y su canciller Anna Lindh, a quienes se les acusó de cambiar de capa según el viento. En Malmö al final de la concentración en Stor torget y antes que comenzara la multitudinaria marcha que recorrió la ciudad el sábado, el actor Anders Carlsson leyó un texto del escritor uruguayo Eduardo Galeano publicado la semana pasada en diferentes medios de América Latina titulado Guerra y que fue traducido al sueco para esta ocasión, por el poeta Lasse Söderberg. En todas las manifestaciones distintos oradores se refirieron críticamente, al hecho de que la industria sueca continúe exportando armas y otro tipo de productos de uso militar tanto a Estados Unidos como a Gran Bretaña exigiendo del gobierno que se detengan las ventas, porque violan claras disposiciones legales que impiden dichas transacciones comerciales a países beligerantes. La postura gubernamental sueca fue catalogada por algunos oradores como inmoral, dado que por un lado se condena la guerra y sus enormes daños humanitarios, y por el otro se alimenta el conflicto y se provée a los agresores de armas. El domingo pasado en un programa de televisión el primer ministro Göran Persson defendió la posición, aduciendo de que en caso de detener el país dichos suministros podría crearse una situación política compleja para Suecia y de que además tendría serias consecuencias para el mismo ejército sueco al ser su armamento dependiente de componentes norteamericanos y británicos& Sin embargo, América Vera Zabala en nombre de ATTAC al hacer uso de la palabra el sábado en Malmö, llamó a la desobediencia civil para protestar contra esta violación de la ley del gobierno de Persson y realizar acciones en todo el país el próximo 8 de abril frente a las fábricas que exportan materiales militares. - Queremos que los líderes del mundo aprendan a escuchar a los pueblos. ¿Qué podemos hacer para que depongan las armas? Sí algo podemos hacer, tenemos que desobedecerles. Si ellos violan las leyes, también nosotros. Vamos a bloquear las entradas de las fábricas y le vamos a pintar de rojo Rosenbad, (la sede del gobierno en Estocolmo)- dijo América. -Muchachos, cuando esta noche miren la televisión no tomen Coca-Cola. Y ustedes chicas, sepan que los vinos franceses y alemanes tienen mejor gusto que los californianos y españoles- dijo Anton Flink de la Federación de Transportistas y consejero comunal del Partido de Izquierda en Malmö. |
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