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Una invalorable colección de arte moderno |
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escribe Pepe Viñoles Una exposición de más de cien obras representativas de la colección permanente del Moderna Museet de Estocolmo cerrado temporalmente, que fueron elegidas especialmente por Björn Springfeldt (antiguo director de Malmö Konsthall), son exhibidas en esta ciudad desde el pasado 8 de febrero hasta el próximo 4 de mayo. Dos años atrás, el modernísimo edificio de Estocolmo obra del conocido arquitecto catalán Rafael Moneo y a poco tiempo de haber sido inaugurado, tuvo que ser cerrado al detectarse un fabuloso fraude en su realización. Ello tuvo como consecuencia entre otras, al detectarse serios defectos en su construcción, de que fuera atacado por hongos de la humedad, que afectaron la salud del personal del Museo Moderno e hicieron peligrar la conservación de las valiosas colecciones allí alojadas, tanto de esta institución como las del Museo de Arquitectura que comparte el mismo edificio. Por esa razón, el actual director de la institución Lars Nittve y sus colaboradores tomaron la iniciativa de establecer contactos con museos y galerías comunales de todo el país, para que durante el tiempo en que el museo estuviera cerrado a los efectos de que se realizaran las tareas de saneamiento y reparación, sus obras pudieran ser vistas por un público más amplio, que en muchos casos nunca antes pudo admirar importantes exponentes de arte contemporáneo internacional y sueco que están en posesión del Museo Moderno de Estocolmo. Inaugurado este museo en 1957 y catapultado a nivel internacional -como uno de los cinco o seis que tiene un valorado acervo de las artes visuales contemporáneas por su legendario director Pontus Hultén durante los años sesenta- contando hoy su colección con más de 5 mil pinturas y esculturas, 12 mil dibujos, 16 mil grabados, 100 mil fotografías, 300 películas y videos artísticos y un famoso archivo de 5 mil afiches. Desde obras como El recién nacido la famosa escultura de Constantin Brancusi, a la en su tiempo escandalosa escultura La fuente realizada con un urinario por Marcel Duchamp; pasando por obras de Picasso, Matisse, Dalí, Klee, Calder; los expresionistas alemanes o los constructivistas rusos; latinoamericanos como Roberto Matta, los popistas como Rauschenberg o Oldenburg, de las últimas tendencias desde fines del siglo pasado hasta hoy, el Museo Moderno está considerado tanto a nivel de Europa como del resto del mundo como uno de los más prestigiosos por la variedad de géneros y calidad de su colección. Entre las piezas más famosas y raras del museo estocolmense, está un coche Lotus de fórmula 1 adquirido por Pontus Hultén con la idea de que el Moderno fuera una institución que diera cobijo además a expresiones aparentamente más distantes del terreno del arte como en este caso es el diseño industrial. Moderna Museet c/o Malmö Konsthall Björn Springfeldt, dirigió Malmö Konsthall durante los años 1986 a 1989, habiendo trabajado en el Museo Nacional de Estocolmo y ha sido jefe además del mismo Moderno, lo que le ha dado un gran conocimiento del patrimonio artístico de dichas instituciones nacionales e incluso en muchos casos, el privilegio de la relación directa con muchos de los artistas cuyas obras fueron adquiridas en diferentes períodos históricos. A Springfeldt no le gusta que le llamen curador de la muestra, porque considera a este oficio tan de moda en los círculos artísticos y a quien lo ejerce, como Un inflado que quiere mostrarse muy listo para llevar adelante su propia tesis intelectual. Un curador se ve a sí mismo como más importante que el artista y de esta manera logra empequeñecerlo. En este caso él ha elegido a pedido de la dirección de Malmö konsthall, y partiendo de la base tanto de su conocimiento personal de la historia particular de muchas de las obras expuestas tanto como de las excelentes condiciones físicas de las salas de esta galería malmoense, a 80 artistas extranjeros y suecos, y de estos últimos algunos que pertenecen a Escania o a Malmö mismo. La muestra no exhibe ningún Picasso, ni tampoco algún Matisse, pero sí otras obras paradigmáticas del arte contemporáneo que comprenden un período que va desde los años 30 del siglo pasado hasta el presente. La selección de Springfeldt por otra parte tiene el mérito de haber podido atrapar diferentes tendencias estéticas y sobre todo es útil para que el espectador pueda adquirir un panorama bastante amplio de aquellas que surgieron vigorosamente a partir de la segunda guerra mundial, tanto en Europa como en Estados Unidos. Demás está decir que la gran falencia sigue siendo la inexistencia de obras provenientes de Africa, América Latina o Asia, en este último caso con la excepción de Japón, cuyos artistas fueron mejor asimilados que otros por las metrópolis del arte. El descubrimiento tardío de artistas de Africa o de América Latina (para tomar sólo dos ejemplos) se produjo fundalmentalmente a partir de los 90, y el Museo Moderno de Estocolmo -ya sea por falta de recursos o por olímpico desinterés de sus directivos- parece no haberlo notado todavía, ni mediante exposiciones o con nuevas adquisiciones de obras de la periferia. En esta exposición existen algunos ejemplos de obras que en su momento reflejaron la revuelta política y cultural de los años 60 y 70. Por estos días en que estamos asistiendo a un nuevo auge guerrerista y patriotero de la administración de Bush jr, es sorprendente poder ver la obra escultórica The Patriots´ Parade (1967) del norteamericano Red Grooms realizada durante la guerra de Vietnam. Porque se podría hoy sustituir en esta obra la figura del presidente de entonces Lyndon B. Johnson por la del actual inquilino de la Casa Blanca, y el resto de la escultura no necesitaría ser alterado, para poder constatar que la fauna de hoy es de la misma estirpe que la que asolaba el sudeste asiático por aquellos años. - Yo espero que la gente que nunca puso un pie en Konsthallen venga aquí se vea sorprendida y alegrada. A diferencia del estruendo que producen los medios masivos, el arte por el contrario necesita que se le dé tiempo, y uno mismo tiene que exigirse un poco más. No se puede pretender tomárselo todo solo en un día, hay que venir otra vez y ojalá que sea en compañía de un amigo, dice Björn Springfeldt. Moderna Museet c/o Malmö Konsthall |
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