Los distintos sectores de la izquierda argentina, decidieron mantener fórmulas presidenciales separadas, al no llegar a acuerdos en torno a una candidatura única, y pese a considerar que la crisis de los partidos tradicionales, otorgaban una gran oprtunidad para tejer alianzas y crecer en el electorado.
Todas las fuerzas de izquierda proclamaban la necesidad de tejer alianzas y lograr plasmar en el terreno electoral el avance de las organizaciones sociales. Sin embargo, a la hora de definir candidaturas no hubo acuerdo. El programa ni se llegó a tocar.
La Izquierda Unida, que postula a Patricia Walsh, negoció hasta último momento con el Partido Obrero liderado por Jorge Altamira. Al cierre de las inscripciones ante la Justicia Electoral, el Partido Obrero emitía una declaración en la que acusaba a la Izquierda Unida de fraccionalista y de haber "vetado" la candidatura a vicepresidente de Altamira.
La Izquierda Unida había logrado en los últimos días retomar contactos con el PO, zanjadas las fuertes disidencias entre el Partido Comunista y el Movimiento Socialista de Trabajadores, que junto con un grupo de independientes integran la IU.
"Queremos la fórmula Walsh-Altamira", enfatizó el propio Jorge Altamira, diputado porteño por el PO. La IU pactó internamente que aceptarían a miembro del PO; pero no a su máximo referente partidario. Finalmente, la Izquierda Unida presentó la fórmula Patricia Walsh con Marcelo Tarrilli a la vicepresidencia.
La legisladora porteña Vilma Ripoll, del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), está reservada para la jefatura de Gobierno de la Ciudad; El Partido Comunista, que sigue insistiendo en algún acuerdo con el Frente para el Cambio que lidera Alicia Castro, ya tiene anotado a Patricio Echegaray como primer candidato nacional. Castro se pronunciaba por la unidad: "Es el momento de actuar: los partidos tradicionales están pulverizados". La división le parece "arbitraria"; en las sesiones "siempre votamos en conjunto".
Por su parte, el Partido Socialista de Alfredo Bravo, presentó su propia fórmula presidencial, Bravo y Alfredo Giustiniani. Alfredo Bravo explicó la separación de ARI señalando que "se enfrentaban visiones distintas con Elisa Carrió".
Por su parte, el Partido Socialista Auténtico (PSA), fue el primero en oficializar la postulación de Mario Mazzitelli-Adrián Camps para presidente y vice. También sin coalición, el Partido Humanista, presentó a Guillermo Sullings y a Liliana Ambrosio como candidatos a presidencia y vice.
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