escribe Pepe Viñoles

En noviembre del año pasado falleció en Roma el pintor Roberto Matta, su copiosa obra surrealista y siempre sorprendente, diseminada por todo el mundo tuvo en Suecia también refugio, entre otras, en manos de su amigo el galerista de Malmö, Siwert Bergström. La galería GKM de esta ciudad ha organizado una muestra homenaje con ese acervo, constituído por pinturas y obras gráficas de Matta.

El artista nació en Santiago en 1911, con el nombre de Roberto Sebastián Antonio Matta Echaurren en una familia de la clase alta chilena de origen español y de vascos franceses. Matta se traslada a Europa en 1933 para estudiar arquitectura, profesión que abandona tempranamente por la pintura. Su contacto con la causa de España republicana, su amistad con García Lorca y otros artistas, y luego en París con Dalí, lo ponen en contacto con el movimiento surrealista encabezado por André Breton, del cual se distancia luego, aunque historiadores y críticos siguen considerando su obra como un claro exponente continuador de esa tendencia estética.

Matta en Suecia

En el verano de 1936 Matta visita por primera vez Escandinavia y permanece por espacio de una semana en Estocolmo, por entonces vivía en Londres y aun no era pintor. Invitado por amigos pasar el Año Nuevo regresa a la capital sueca en diciembre del mismo año.

Pero su pintura pisa recién Suecia en 1956, cuando se realiza una exposición de sus obras en la legendaria galería Colibrí de Malmö que dirigía el pintor C-O Hultén, quien introdujo a la vanguardia moderna francesa de artistas como Corneille, Michaux, Alechinsky, y a otro gran latinoamericano, Wifredo Lam.

La amistad de Matta con artistas y poetas suecos influídos también por el surrealismo a quienes conoció en París, como Ingemar Leckius, Artur Lundkvist, Anders Österlin, Gösta Kriland, el mismo C-O Hultén, (junto a algunos de estos llega incluso a exponer), y a otros que conoce con posterioridad como Lasse Söderberg y Öyvind Fahlström, lo vinculan para siempre estrechamente a Suecia.

En 1959, a poco tiempo de creado el Moderna Museet de Estocolmo, su director Pontus Hultén realiza una gran muestra personal de la obra de Matta con la presencia del artista, adquiriendo el museo obras suyas que son hoy parte importante de la preciada colección de arte contemporáneo de esta institución. Luego en 1968, el Museo de Gotemburgo también presenta una importante exposición de Roberto Matta y en 1976 una galería de Jönköping expone obras del chileno.

Una de las personas que con el paso del tiempo tuvo también un fluído contacto con el pintor y fue adquiriendo sus obras, es Siwert Bergström, en cuya galería GKM de Malmö en 1988 Matta realiza una muestra. Bergström edita entonces con ese motivo, un importante catálogo conteniendo textos poéticos de Octavio Paz, Artur Lundkvist, Lasse Söderberg, del mismo Matta, y fragmentos de una conversación del artista sobre su arte que mantuviera con Ingemar Leckius, en 1955. Matta mantuvo no sólo en su obra plástica el espíritu rebelde heredado de lo mejor del surrealismo, su actitud personal y de compromiso político y social, con causas políticas (España, Cuba, Chile) y todo de lo que escribió y dijo está impregnado de ese impulso revolucionario original.

A Leckius el artista le explica: Yo amo el ruido de critales rotos. Me hubiera gustado escribir una pieza donde la acción todo el tiempo estuviera acompañada de cristales rotos: de ventanas, de vasos, de lámparas incandecentes etc. Acompañada sobre todo de preguntas. Una pregunta imprevista que rompiera el envoltorio de vidrio donde el personaje adverso está incluído.

Yo utilizo planchas de vidrio, planos transparentes también en mi pintura. Es por eso que estoy más interesado en lo que hay entre la cosa que la cosa misma, de lo que pasa entre las cosas. El vidrio simboliza un mundo, que es al mismo tiempo cerrado y abierto. Yo pinto dos personas y un vidrio entre ellos: las personas están aisladas, pero al mismo tiempo con la posibilidad de verse entre ellas, y de abrir una abertura para encontrarse. Así pinto yo una explosión, de partes estallantes: este es un diálogo, una acción. O pinto cristales entre las personas, es una acción retardada. Etc. Todo esto constituye un todo, constituye el ser humano y su vía láctea&.

Ahora, Siwert Bergström ha querido mostrar como homenaje a su amigo desaparecido las importantes obras de Roberto Matta que están en su poder, organizando esta exposición que se inauguró el pasado 25 de enero y que culmina el próximo 8 de marzo. Hemos sabido de que existe por parte de la Embajada de Chile interés de poder mostrar estas obras también en Estocolmo, y de que estaría llevando adelante gestiones con la galería GKM para poder concretar en los próximos esta positiva iniciativa. Con todo esta es una oportunidad única de admirar un buen conjunto de la obra del gran artista universal.

Hommage a Matta
Del 25 e enero
al 8 de marzo de 2003
Galleri GKM Siwert Bergström. Stora Nygatan 30, Malmö