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21-Febrero-2003

 

A 17 años de atentado al primer ministro sueco
El asesinato de Palme sigue impune

 

escribe Ricardo Daher

A 17 años del asesinato del primer ministro sueco, Olof Palme, la investigación policial sigue estancada, aunque investigadores privados y periodistas sostienen que el atentado fue fruto de una conspiración internacional que involucró a por lo menos, dos servicios de inteligencia extranjeros.

El 28 de febrero de 1986, poco antes de la medianoche, el matrimonio Olof y Lisbet Palme se despedía de su hijo y su novia en la puerta del cine Grand, en el centro de la capital sueca, y se encaminó a la estación del metro cercana. Casi en la entrada al subterráneo, un desconocido se acercó por detrás y le disparó al primer ministro, a un metro de distancia. La bala, que posteriormente se identificó como del tipo 357 magnum metal piercing, especial para atravesar metales, entró por la espalda, atravesó su corazón y se perdió en una pared vecina. Un segundo disparo, quizás destinado a Lisbet Palme, no dio en el blanco.

El asesino corrió entonces, subió una escalera y se perdió. Diversos testimonios ubican a una persona sospechosa o agitada, ingresando a un VW Passat que lo esperaba, otros testimonios apuntan a que subió a un ómnibus del transporte colectivo, o lo vieron ingresar al cine Sagan, 30 minutos después de iniciada la función.

Los escasos testigos presenciales no pudieron dar una descripción del sospechoso, pero cuatro días más tarde, una joven dibujante entregó a la policía un retrato de alguien que vio en la noche del crimen y cerca del lugar, que se comportaba sospechosamente. En base a ese único testimonio se confeccionó un identikit oficial del sospechoso que no coincidía con las versiones de los pocos testigos directos del crimen. Aunque era medianoche, hacía frío y los primeros testigos dicen que el sospechoso usaba una gorra, el identikit policial mostraba cabellos negros.

Errores policiales

Las inexactitudes y los errores policiales comenzaron en la misma noche, en el momento en el primer ministro despidió a su custodia en su casa y más tarde fue al cine solo con su esposa. El cierre de la escena de crimen fue mal realizado, la central de radio de la policía no efectuó de inmediato la alerta, se demoró 3 minutos lo que permitió al asesino perderse del lugar, no se cerraron de inmediato las fronteras, y la búsqueda de los proyectiles, realizada con detectores de metal, no logró ningún resultado. Recién al otro día, un periodista y un curioso, encontraron dos proyectiles a escasos metros del lugar. Según expertos, las balas pudieron haber sido plantadas porque no coincidían con la trayectoria, se encontraban relativamente intactas, no tenían restos de la ropa o sangre de la víctima.

El arma asesina, un Smith Wesson Magnum 357 nunca fue hallada, y el último intento de encontrarla, enel 2002, siguiendo una pista errónea, no tuvo resultados positivos, el arma encontrada vinculada un alcohólico y drogadicto, procesado por el crimen anteriormente, no era la usada en el crimen. El único procesado en estos 17 años, Christer Petersson, fue liberado en 1989 cuando alguien atestiguó que se encontraba lejos del centro de Estocolmo a la hora del asesinato, y el primer sospechoso, detenido pocos días después del asesinato, Victor Gunnarsson, un simpatizante neonazi, murió de dos disparos según la policía un crimen pasional- en EE.UU en 1994, dónde se fue a vivir después de quedar en libertad por un mal procedimiento policial..

El inspector policial Börje Wingren, escribió un libro en 1997, en el que sostiene que Gunnarsson fue el autor material del asesinato.

Gunnarsson fue detenido el 12 de marzo de 1986, después que fue identificado como la persona que en un restaurante cercano al cine, se presentó a un grupo de mujeres como norteamericano y aseguró que Palme debía recibir un disparo en su espalda. También lo identificaron como la persona que entró al cine Sagan fuera de hora, y su físico coincidía con las descripciones de los testigos presenciales. En el allanamiento a su casa, la policía encontró una campera con restos de pólvora, y abundante literatura de grupos neonazis. Fue descalificado como sospechoso debido a que la policía mostró su fotografía a un testigo, antes de hacer la confrontación visual.

En estos 17 años, se han tejido diversas teorías sobre los autores del atentado. Un asesino solitario, una conspiración en la que participaba un grupo de policías con vínculos con la CIA, o la policía secreta sudafricana, la DINA chilena; una venganza iraní, o del Partido Comunista Kurdo (PKK) entre otras.

Conspiraciones internacionales

En los últimos años, se ha fortalecido, entre algunos periodistas investigadores, la teoría de una conspiración con participación de la CIA, extremistas de derecha europeos, policías suecos y servicios secretos del apartheid sudafricano de la época. En los primeros años, la policía sueca fue dejando de lado, y casi inexplicablemente, todos los indicios o denuncias sobre una conspiración con participación de gobiernos extranjeros.

El periodista sueco, Anders Leopold, publicó en internet las declaraciones de un supuesto agente de la CIA que vincula a esa agencia con el asesinato. Gene Tatum, confesó en una entrevista por radio, en Los Angeles, EE.UU, que la agencia había estado implicada en el asesinato del primer ministro sueco, por su disposición a frenar las exportaciones de armas a Irán. Tatum aseguró que en la operación participaron agentes de los servicios sudafricanos, y vinculó el caso al affaire conocido como Irán-contras, la operación de ventas de armas a Irán para obtener recursos para alimentar a las guerrillas contrarrevolucionarias nicaragüenses. Sostuvo que North estuvo en Suecia y hasta llegó a entrevistarse con Palme cuando estaba montando la red para venderle armas a Irán.

Otra de las teorías, y que tiene un punto en contacto con la anterior, sostiene que Palme fue eliminado por su intento de detener las exportaciones de armas de la empresa sueca Bofors, que a partir de papeles falsos, terminaban en países sobre los que existía una prohibición expresa de la ONU y el gobierno sueco, a venderles armas. Para reforzar esta teoría, recuerdan que un inspector de estas exportaciones, cayó bajo las ruedas de un tren subterráneo algunos sostienen que fue empujado-, meses después de la muerte de Palme.

Una versión más elaborada, asegura que la Bofors estaba en los planes del coronel norteamericano Oliver North para entregar armas a Irán a través de terceros países, y que el primer ministro sueco, enterado del caso, estaba a punto de ponerle fin.

Alrededor de estas versiones, han surgido durante años testimonios de todo tipo. Desde la participación de agentes de la DINA chilena, que curiosamente se encontraba en Suecia ese fatídico día, hasta la participación de agentes sudafricanos, grupos derechistas europeos, especialmente croatas, y hasta de la logia masónica italiana, P-2.

Lo cierto es que en años de investigación, después de gastados más de 40 millones de dólares, el crimen sigue impune. Algunos esperan que en algún momento, con la desclasificación de documentos reservados de la CIA norteamericana, surja alguna pista concreta que desvele el misterio.



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