Desde la guerra de Vietnam no se habían tenido lugar en el país, manifestaciones pacisfistas tan numerosas como las del pasado sábado, cuando más de 75 mil personas salieron a las calles en alrededor de 25 ciudades para protestar contra los preparativos bélicos de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Irak, y contra la política del gobierno de Göran Persson de apoyo tácito a la agresión imperialista, bajo el manto de Naciones Unidas.

Personas de todas las edades y condiciones sociales; más de 35 mil en Estocolmo que marcharon hacia la Embajada de Estados Unidos, más de 20 mil en Gotemburgo, más de 5 mil en Malmö; manifestaron contra la guerra y por la exigencia de que el gobierno sueco no apoye la agresión al pueblo iraquí y tenga una posición clara y no pasiva en favor de la paz. Carteles con leyendas tales como: "Ninguna sangre por petróleo". "Ningún apoyo sueco a la política de guerra de EE.UU."; "Te necesitamos Olof Palme", que portaba una anciana de 84 años en Estocolmo; con reproducciones del Guernica de Picasso censurado en Naciones Unidas por imposición norteamericana o el famoso cuadro repintado por jóvenes artistas en Umeå; o con leyenda de "La guerra es terrorismo", se vieron en estas inmensas demostraciones que sorprendieron al gobierno y a los medios de comunicación locales, que tuvieron que constatar en sus informaciones y editoriales la irrupción en Suecia de un poderoso movimiento pacifista, que tanto en ocasión de la guerra del Golfo, Yugoslavia o Afganistán no se manifestó con tan masiva presencia.

Según los organizadores, en estas marchas de más de 75 mil personas manifestaron el sábado, y desde los diferentes estrados ocupados por oradores de diferentes organizaciones y partidos, se convocó a los asistentes a doblar el número de las protestas en caso de que la guerra estalle y concentrarse en las plazas principales a las 19 horas, el mismo día de que esto sucediera.