Declaraciones efectuadas por el arzobispo KG Hammar sobre la fe y las bases que sustentan la creencia religiosa de la iglesia cristiana han levantado una ola de opiniones contradictorias que, sin dudas, conducen a la reflexión.

Reporteado en diciembre pasado por una agencia de noticias, el arzobispo Hammar expuso, entre otros conceptos, su opinión respecto a bases que resultan inamovibles e incuestionables para quienes profesan la fe religiosa como verdad absoluta y que para él son tema de discusión.

Con espíritu y enfoque analítico y racional Hammar respondió en la oportunidad sobre preguntas que tuvieron que ver con pilares fundamentales de la fe que él cuestiona sin ambages o que, por lo menos, pone en evidencia que no toda la iglesia acepta una visión dogmática en donde se excluya toda duda.

Cuando en la entrevista mencionada se le pregunta si el parto de la Virgen significa una desviación biológica, el arzobispo señala que para él resulta evidente que la fábula es una afirmación teológica con el fin de describir la naturaleza de algo especial en la persona de Jesús. Agrega asimismo que no es tampoco el único en la historia del mundo a quien se le ha adjudicado un nacimiento de madre virgen. Esta última afirmación, que le quita singularidad a ciertas características de que se le provee a Jesucristo, también la apunta a esa condición de hijo de Dios Tal título dijo- también se le ha dado a otros, al rey también se le ha llamado así. Con ese título lo que se ha querido remarcar es que las personas sienten, en torno a él, una fuerte presencia de Dios.

Con respecto a los milagros de Jesús, Hammar también tuvo una respuesta que toma distancia con la consabida aceptación de fenómenos que la creencia ha transformado en indiscutibles. En nuestro tiempo manifestó- se percibe con mucha frecuencia hechos a los que se considera como milagros. Si alguien sana de alguna manera de una enfermedad grave resulta ésta una buena oportunidad para ver en ello un milagro. No es importante si Jesús hizo milagros o no, lo decisivo es la relación con él. Sobre los evangelios por su parte el religioso sostuvo que se puede haber errado en los relatos sobre Jesús. Ellos están allí como advertencia y no para amarrarnos al pie de la letra a su interpretación de los hechos.

Frente a tales manifestaciones que ponen en duda aseveraciones de la Biblia son apoyadas por un gran número de obispos que opinan como él sobre temas tan sensibles.

-Su pensamiento es apasionante y abarca tanto teología, discurso filosófico como teoría del conocimiento, dice Esbjörn Hagberg, obispo de Karlstad. La misma opinión la sostienen la mayoría de los 13 obispos de Suecia. Sin embargo aquellos que mantienen una actitud tradicionalista se han sentido profunda y negativamente conmovidos por esa preminencia de la razón sobre la fe manifestada por Hammar. Este arzobispo que duda que Jesús haya caminado sobre las aguas, que haya resucitado muertos y que sea hijo de Dios ha generado además preocupación en miembros de la Iglesia tales como Kjell O Lejon candidato a Obispo en la diócesis de Gotemburgo, quien enfatiza que el rol del obispo debe ser el de sostenerse en la creencia y no en la duda. Asimismo éste considera que frente a aquella actitud cuestionadora de Hammar la mayoría de los sacerdotes se sienten extraños y con suspicacia aparentemente descalificadora infiere de la postura del arzobispo y sus seguidores, que ella proviene de una generación marcada por la revolución estudiantil del 68.

El punto de vista de Hammar ha hecho enfadar tanto al Movimiento Pentecostés como a la Iglesia Católica quienes sí tienen la necesidad de mantenerse aferrados al credo que los aleja de toda duda. Esa seguridad aportada por la falta de cualquier cuestionamiento a la verdad impuesta se ha visto perturbada en el seno de la grey, según declaraciones de Kjell O Lejon quien afirma que los dichos de Hammar han hecho huir a muchos de la Iglesia Sueca.