El panorama desolador que interminablemente rodea la vida del pueblo palestino, acosado por la violencia que con absoluta impunidad ejercen las fuerzas israelíes, no es óbice para que esa sufrida comunidad continúe empecinadamente la lucha por su independencia y sus derechos. Por el contrario, la injusticia de esa situación parece impulsar siempre nuevas energías para perseverar en el combate. Esta comprobación que se observa -a través de las noticias- en el incesante sacrificio cotidiano a nivel comunitario, también se manifiesta en individualidades que resumen aquel potencial mediante un quehacer vital genuinamente representativo de esa historia. Tal es el caso de Hanan Ashrawi a quien recientemente le fuera concedido el Premio Palme.

Tras la pequeña y frágil figura de Ashrawi se cobija una fuerza y una claridad intelectual que le ha permitido llevar adelante una vida riquísima en experiencias de lucha y aportes a la causa del pueblo palestino. Esta mujer que nació cuando aún Palestina era un país próspero, en 1946, al transitar su vida fue creciendo con las transformaciones que dieran lugar a la realidad actual. La trágica historia que fue marcando a su pueblo comenzó a germinar cuando los ingleses, que después de la I Guerra Mundial habían constituido un protectorado en aquel territorio, prometieran a los árabes palestinos que tendrían su propio país, pero la misma promesa se la hicieron a los judíos a quienes ilusionaron con una patria en Palestina.

Luego del genocidio nazista efectuado con los judíos en la II Guerra Mundial, la unión de naciones dispuso para brindar un territorio a los sobrevivientes de la masacre- instituirles una patria en Palestina. Aquella catástrofe en Europa condujo a esta nueva en el Medio Oriente que aún continúa. Con esta historia comienza también la de Hanan Ashrawi quien ha asumido como cometido de vida ayudar con su lucha a crear una Palestina libre y democrática.

Ashrawi está hoy en el parlamento, en el Concejo Legislativo, y ha sido ministro de Investigación y Cultura entre 1996 y 1998 en el gobierno de Arafat Es además una personalidad académica que ha escrito libros sobre literatura medioeval. Fue jefa en la institución inglesa Bir Zeit antes de ser decana en la Facultad de Humanística. Se dio a conocer a nivel internacional en oportunidad de las negociaciones de paz en Madrid en 1991, como vocero oficial de la delegación palestina. Ha escrito Desde la Intifada a la independencia y Las páginas de la paz sobre los candentes temas que han ocupado su vida. Hoy lidera una comisión palestina para los derechos humanos y MIFTAH, una organización independiente de diálogo global que ella misma ha fundado.

No obstante la terrible situación que se vive en Cisjordania y la franja de Gaza, donde la destrucción permanente de los valores elementales para el desarrollo de una vida normal domina la cotidianeidad del pueblo palestino, Hanan Ashrawi no ceja en mantener viva la esperanza en el logro de un Estado Palestino.

Su preocupación permanente frente a aquel objetivo radica en la conciencia de un panorama en el que todos los factores necesarios para la construcción de una democracia están erosionados: poder, fe y esperanza en el futuro son valores esenciales agredidos sin solución de continuidad.
La sombra de una posible guerra contra Irak es temida por Ashrawi como un elemento más que empeoraría la situación. A pesar de todo ello, el valor y la esperanza que nutren su lucha y la de su pueblo no se detienen. Hoy el Premio Palme otorgado a esta hija del pueblo palestino homenajea esa permanencia.