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Göran Greider reflexiona sobre América Latina |
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No se produce rápidamente, tampoco aparece aun muy claro, porque todavía se extienden las sombras del imperialismo norteamericano sobre grandes partes del planeta. Pero ahora se insinúan signos de que el mundo comienza a rejuvenecerse y a despojarse de los últimos veinte años de la decrépita visión mundial neoliberal. Y no pocas luces nos llegan de América Latina. Esta semana el Tercer Foro Social Mundial comenzó en Porto Alegre con debates y encuentros populares entre gentes provenientes de todo el mundo. Y este evento se realiza en Brasil que desde hace muy poco festeja porque un líder popular, con origen en los sindicatos, y con un programa de gobierno de reformas sociales en su programa de gobierno ha sido elegido presidente: Luiz Inacio Lula da Silva. Recientemente también el empobrecido Ecuador llevó un nuevo presidente al poder, nada menos que con el apoyo decisivo de la población indígena más oprimida: Lucio Gutiérrez. En otro país latinoamericano, Venezuela, lucha un presidente por permanecer en el poder y ha tenido que soportar desde hace tiempo -tanto a la prensa nacional como a la extranjera- las han desatado verdaderas campañas en su contra: Hugo Chávez Pocos años atrás ganó él la presidencia con una aplastante mayoría, iniciando después una serie de reformas sociales: por ejemplo comida en las escuelas para los niños pobres, al mismo tiempo que lucha por alcanzar un mayor control del dinero obtenido por el país del petróleo. En abril del año pasado perdió el poder tras un golpe militar, que puso al presidente de los empresarios en la ocasional presidencia. Toda la prensa internacional, e incluso a veces hasta la misma prensa sueca, aplaudió este golpe antidemocrático, lo que muestra hasta que punto es escandalosa la información periodística que del resto del mundo tenemos en Europa. Pocos días después, los grupos más democráticos dentro del ejército ayudaron a que el presidente elegido volviera a retomar el poder. Desde entonces el país ha sido paralizado por huelgas y manifestaciones de los opositores. Cómo esta lucha por el poder terminará, nadie puede saberlo todavía. Mientras tanto es claro que algo se mueve en el continente latinoamericano. En los ochenta, la población de esos parajes sufrió las duras exigencias neoliberales y los programas de ajustes estructurales del FMI y el Banco Mundial. Ahora parece que algo comienza a suceder. Desde Africa se oyen sólo desalentadoras noticias y allí todo está demorado antes del próximo deshielo. Estados Unidos, por suerte, parece ocupado en la guerra contra el terrorismo y preparándose para la inminente guerra contra Irak, y tener la energía para poder ocuparse de los acontecimientos que están sucediendo en su patio trasero. En Estados Unidos además, despierta a la vida una cada vez más vital opinión contraria a la guerra, al mismo tiempo que la popularidad de Bush desciende ahora al nivel que tenía antes del once de septiembre. Se nombra América latina y se oye un tañido de revuelta popular, que va desde el pedagogo de los pobres Paulo Freire, pasando por Che Guevara y Víctor Jara, hasta el subcomandante Marcos. Göran Greider es periodista y escritor. Jefe de redacción del diario Dala-Demokraten. |
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