Vinculan sudafricanos en el asesinato de Palme
Una vez más la atención de los medios se centra en la posibilidad de que el asesinato del ex Primer Ministro Olof Palme acaecido el 28 de febrero de 1986 pueda aclararse.

Si bien en estos 17 años transcurridos no ha podido determinarse quien o quienes estuvieron tras esta muerte, fueron muchas las orientaciones dadas a las investigaciones realizadas. Desde supuestos indicios de que el crimen hubiera sido cometido por un drogadicto solitario (Christer Pettersson) detenido y luego liberado, hasta la sospecha nunca probada de que la orgnización curda PPK estaba detrás del crímen, tesis sostenida por el hace poco fallecido jefe de policía Hans Holmér, muchas otras alternativas se manejaron sin que hasta el momento el caso se haya aclarado. Hoy surge a conocimiento público la noticia sobre investigaciones que se vienen realizando, desde hace un par de años, que indican un nuevo rumbo en la dirección de los posibles asesinos así como las motivaciones que llevaron a la muerte a aquel insigne defensor de valores humanos y políticos que la historia de los últimos años ha devaluado perversamente. Según documentación manejada por un grupo de sudafricanos que, en contacto con un empresario sueco con negocios en Sudáfrica vienen llevando adelante una investigación, el asesino habría sido un agente del Servicio de Inteligencia de aquel país. Aparentemente dicha persona habría estado en Estocolmo la noche del magnicidio y habría cumplido órdenes del viejo Servicio de Inteligencia de aquella época con el fin de eliminar, con Palme, a un fuerte apoyo y defensor del ANC durante el apartheid.

Demostraciones contra la guerra
Cada día se incrementan más y más las demostraciones contra una posible guerra contra Irak. El planeta está viendo proliferar movimientos de resistencia a la locura belicista del imperialismo norteamericano en todo grupo humano donde haya un mínimo de raciocinio.

En el propio seno del imperio se manifiestan personas de diferentes condiciones y clases sociales contra los dictados del emperador. En Suecia, el pueblo que va tomando consciencia de la barbarie que intenta cometerse ha comenzado a salir a las calles a decir NO. En el pasado fin de semana en diferentes partes del país se dieron cita miles de personas, como sucedió en Gotemburgo, en protesta contra la obsesión criminal de Bush. Con la participación de artistas, cineastas y escritores, desde escenarios improvisados se expresaron discursos y proclamas en rechazo a las amenazas de guerra. Halmstad y Uppsala también se constituyeron en espacio de protesta que van uniéndose fuertemente al amplio concierto por la paz que sigue generándose a medida que la amenaza continúa sin detenerse.

El deporte sueco homenajea a Dallas
Una figura muy popular en el ambiente deportivo de la ciudad de Malmö acaba de ser premiada en la gala realizada el pasado domingo en el Globen de Estocolmo.

En la oportunidad, fueron otorgados los que pueden ser considerados los Oscar al deporte a quienes alcanzaran los perfiles más altos en la actividad, así como a aquellas personalidades que brindaran importantes aportes al rubro. Entre los premiados figuró Diabaté "Dallas" Dialy Mory a quien se le otorgó el premio al deporte por sus 30 perseverantes años de trabajo en el Boxinclub de Malmö. Rosengård ha sido uno de los escenarios donde su actividad con los jóvenes lo convirtió en un promotor del deporte como elemento de estímulo a quienes con problemas sociales, por este medio, pudieron revertir positivamente sus vidas. Un premio muy merecido.

Boicotear productos de Israel
¡Basta de comprar productos de origen israelita ! Ciudadanos a nivel individual, movimientos populares, sindicatos y empresas deben unirse en la iniciativa de boycotear todos los productos provenientes del territorio israelí y las zonas ocupadas.

Esta ha sido la exigencia proclamada en la pasada semana por personalidades suecas agrupadas en la puesta en marcha de esa aspiración. Nombres como el del arzobispo K.G. Hammar, el embajador en Alemania Carl Tham, el ex redactor jefe del diario Aftonbladet Rolf Alsing, la ex consejera de Estado Maj-Lis Lööw, Ylva Johansson y varias decenas de trabajadores culturales, publicistas y académicos unieron sus voces en un artículo debate publicado el pasado fin de semana en Dagens Nyheter instando a que se haga realidad una sanción de esa naturaleza ante la violencia desatada que Israel ejerce permanentemente en Cysjordania y la franja de Gaza. La escalada de violencia constante que el gobierno de Ariel Sharon insiste en mantener activa ha quebrado las esperanzas de reanudación de conversaciones de paz.. El punto de vista que maneja Sharon esquiva toda aspiración de paz. Sharon no quiere la paz. Su única ambición se cifra en la destrucción de la autoridad palestina y en la negativa a la resolución de las Naciones Unidas de hacer posible la existencia de dos estados independientes con fronteras reconocidas. Durante más de 30 años esta situación persiste con desconocimiento total del derecho al pueblo palestino a poseer un suelo donde radicarse. El apartheit político que aumenta cada vez más su afan destructor, ha ignorado sistemáticamente no sólo humanas normas de tolerancia sino todas las presiones de la comunidad mundial , cuya debilidad es evidente al no poder hacer respetar las decisiones del concejo de seguridad de las NU. El grito lanzado ahora por el grupo liderado por el arzobispo tiende a presionar a través del boycot este permanente e impune ataque a los derechos palestinos más elementales obligando al gobierno de Sharon a retomar las conversaciones de paz.

Olvidando a Chernobyl
Los nuevos precios impuestos a la electricidad y los riesgos posibles de esa carencia energética quizás sean los factores que han actuado para que se manifestara en Suecia una nueva consideración sobre el uso de la energía nuclear.

Una aceptación mucho mayor de este medio, hecho constatado en reciente encuesta, demuestra el empalidecimiento de los temores despertados en su momento en la población al producirse el accidente en Tjernobil. Desde la última encuesta realizada en el verano con respecto a la que acaba de ejecutarse, el porcentaje de quienes apoyan la continuidad del uso de la fuerza nuclear ha aumentado de 43 a 51 por ciento. La mayoría de los suecos piensan ahora que la energía nuclear debe mantenerse al nivel en que se encuentra y hasta se aceptaría la alternativa de un crecimiento. Dos terceras partes consideran también que la usina de Barsebäck 2 no debe cerrarse como se proyectara. Ante la pregunta de si esta usina debe cerrarse, el 67 por ciento sostiene que no debe procederse en ese sentido, 24 por ciento optan por el cierre y un 9 por ciento no se pronuncia.