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Continúa espiral de desempleo |
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MONTEVIDEO. La apreciable desocupación en Uruguay fue confirmada oficialmente el lunes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que en su último reporte reveló una alarmante tasa de desempleo del 19,8 %. Según el INE, el porcentaje correspondió al trimestre setiembre-noviembre de 2002, y constituye un nuevo récord en el país, con seis décimas más de lo registrado en los tres meses precedentes. Incluso, precisó, en comparación con igual período de 2001 la tasa de desocupación era de 4,3 puntos porcentuales menos. En la última etapa de 2002 aparecen registrados sin trabajo 242 mil uruguayos, en una nación de tres millones 300 mil habitantes y una población económicamente activa de un millón 300 mil personas, apuntó la entidad. La situación se evidencia más aguda en Montevideo, que con un millón 300 mil habitantes tiene una tasa de desempleo acumulado en la etapa de 20 %. Para analistas, nada evidencia que pueda revertirse a corto plazo esta situación, derivada de una profunda y cada vez más imparable recesión económica en Uruguay desde 1999. Ascienden a tenebroso militar Radaelli colaboró con un grupo de militares chilenos, seguidores del ex dictador Augusto Pinochet, en el secuestro y posterior asesinato, en 1992 y en suelo uruguayo, del científico Eugenio Berríos, ex agente pinochetista. La víctima trabajaba en la tenebrosa DINA, Dirección de Inteligencia Nacional, policía política del régimen de terror. Berríos fue trasladado a Montevideo para mantenerlo fuera del alcance de las investigaciones judiciales. Se lo instaló primero en la capital uruguaya, Montevideo, y luego fue trasladado al balneario Parque del Plata. Berríos logró escapar de sus escoltas y pese a presentarse en una comisaría policial por estar secuestrado, los agentes lo devolvieron a sus captores, siendo luego asesinado. El tenebroso procedimiento, que mostró la supervivencia del Plan Cóndor más allá de la redemocratización de Chile y Uruguay, generó una conmoción, convenientemente aplacada por las autoridades. Primero se dijo que Berríos estaba en Italia, luego su cuerpo apareció en las arenas del balneario El Pinar con dos impactos de bala en la cabeza. El caso, enterrado en la justicia como el propio cuerpo de Berríos en las dunas, está en un proceso de reapertura a nivel de Uruguay, mientras en Chile ya se han realizado procesamientos. Uno de los protagonistas directos de aquella operación, requerido por la justicia del país trasandino, hoy es premiado con una nueva designación del gobierno uruguayo. |
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