Los sucesivos gobiernos colorados y blancos han sumido al país en una grave situación, que abarca todos los aspectos de nuestras vidas y que afecta los derechos humanos. Para esta jornada se han organizado diversas actividades, demostrando una realidad que hace a lo que es hoy el conjunto del movimiento popular uruguayo.
Según el gobierno hay mas de 200 mil uruguayos sin empleo, otro tanto que ya ni lo busca, y los que aun lo tienen perdieron más del 40% de su poder adquisitivo, comparado con el año pasado, que ya venía mal. Esto implica que el derecho al trabajo no se respeta en Uruguay.
La vivienda, es otro de los derechos humanos que debe asegurar el gobierno, pero por el contrario, se dedicó a deshacer lo poco que había apuntando a satisfacer la gran demanda. Así, se recortaron a cero las inversiones oficiales en vivienda, hecho que se suma a que los sucesivos gobiernos de blancos y colorados fueron dejando de «otorgar préstamos» para las cooperativas de vivienda por ayuda mutua; y como si fuera poco se apunta a liquidar el Banco Hipotecario del Uruguay, con un proyecto de ley que está a punto de ser aprobado en el Senado.
La salud, otro de los derechos fundamentales, tampoco se asegura en Uruguay. Es más, el Ministro de Salud Pública es un contador, por lo que desde el inicio es un hecho que poco le importa la salud pública, sino que lo suyo son los números. Y para que los números den, se ha intentado todo, hasta el hoy, en que no hay médicos en ningún hospital porque fueron despedidos.
Si pasamos a otro de los Derechos Humanos, nos chocamos con la alimentación, que obviamente un país en el que no hay trabajo, no puede asegurar. Desde hace varios días, los uruguayos son sorprendidos por las noticias que vienen desde Argentina, que consigna ya varios casos de niños que mueren de hambre. Sin embargo, no debería sorprendernos, porque si miramos para el costado, en las calles de la capital, a los cientos de niños que mendigan por toda la ciudad, veremos que tenemos una situación tan grave que lamentablemente, para llegar a ser noticia solo hace falta un poco -poquito diríamos- mas de tiempo.
A la vida. El derecho a la vida es constitucionalmente hablando, un principio básico en Uruguay. Sin embargo, el 50% -o sea una de cada dos- de las mujeres que mueren en el Hospital Pereyra Rossell es como consecuencia de un aborto inseguro. Sin embargo la hipocresía que se impone al pueblo hace que no se quiera ver esta realidad. Así tenemos que desde hace ya casi un mes ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de Defensa de la Salud Reproductiva, que entre otras cosas, establece la despenalización del aborto. Pese al tiempo transcurrido, aún no se ha votado siquiera en general, porque los legisladores de derecha se han dedicado a darle largas al tema para evitar que sea aprobado.
Por último, y no porque sea menos importante, el derecho a la igualdad ante la Justicia, tampoco se respeta en el país. Como decía Enrique Santos Discépolo, en su profético «Cambalache», «hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador» y «el que no afana es un gil».
Pese a esta grave situación, que solo nos limitamos a enumerar en parte, y a que para los uruguayos los Derechos Humanos es un tema muy sentido, para esta jornada se han organizado diversas actividades, demostrando una realidad que hace a lo que es hoy el conjunto del movimiento popular uruguayo.
Familiares en el Memorial
«Con motivo de conmemorarse un nuevo aniversario de la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el grupo de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos-Desaparecidos desea compartir un momento de compromiso y lucha con todos. Nos encontramos en el Memorial a los Detenidos-Desaparecidos (Parque Vaz Ferreira, Cerro), el martes 10 de diciembre, a las 20:00 hs
Informe 2002 de Serpaj
«Hablar de justicia no es cuestión de discurso teórico. Es antes que nada un estilo de vida, una manera de ser ante la situación de injusticia en la que viven los excluidos. Esta situación infrahumana y humillante de la no-persona viola todos los Derechos Humanos, aunque, al mismo tiempo, por suerte ella puede ser también el lugar de una experiencia de liberación y de dignidad. La pregunta fundamental que nos hacemos es la de saber de que lado se sitúa cada uno». El texto pertenece a Luis María Pérez Aguirre (en «Desnudo de Seguridades», 2000); y encabeza la invitación del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ - Uruguay) para la presentación del Informe 2002 de «Derechos Humanos en Uruguay». La presentación fue el martes en el Atrio del Palacio Municipal.
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