El 30 de octubre el gobierno comunal del los barrios de la zona sur de la ciudad de Malmö, decidió reducir drásticamente la ayuda económica para la organización ciudadana Grupo Möllevång. El grupo que funciona desde 1994 en el trabajo barrial de la poblada zona de la ciudad, ha organizado por espacio de ocho años actividades para incrementar la participación ciudadana y para mejorar el medio ambiente.

¡Aquí entre la muchedumbre y la tranquilidad quiero vivir yo!, con ese eslogan el Grupo Möllevåg busca motivar a los ciudadanos de la zona sur de Malmö a participar en actividades a través de las cuales los habitantes se atreven a la denuncia, motivan a la opinión, así como organizan trabajos comunales en pro de una vida más tranquila en la zona sur de Malmö, que tiene como centro la histórica plaza-mercado de Möllevång. Representantes de este grupo señalan: Hemos desarrollado una forma de trabajo propia que se va ajustando a cada momento y a cada necesidad. Somos un ejemplo de cómo el trabajo local se lleva a cabo, y se desarrolla a partir de sus propios habitantes.

Möllevågsgruppen pasó de ser un movimiento de base en 1994, para convertirse en una asociación formal en 1995. A partir de 1996 comenzaron a desarrollar su trabajo en la esquina de Möllevångstorget-Bergsgatan donde tiene su local de servicio. Durante los años 1997-1999 pudo financiarse a través de un programa conocido como URBAN , con fondos de la Unión Europea, y desde entonces han dependido del apoyo de la política comunal de Malmö. Paralelo a ello, financian sus actividades también con el patrocinio de empresas privadas y proyectos propios. Cabe destacar que el 30 de agosto de este año al grupo Möllevång se le otorgó el Premio Social-ecológico verde por parte del Miljöpartiets Miljöpris del 2. Además, entre los proyectos que llevan a cabo, está la de apoyar el llamado comercio justo (Rätthandel), y por ello han abierto una vitrina con productos del Tercer Mundo, que funciona en el local del grupo (Bergsgatan 32, Malmö).

La decisión del gobierno local barrial, de reducir el apoyo económico amenaza la prosecución de proyectos sociales y la existencia misma de la asociación. Con el recortado apoyo recibido se logra pagar solamente el arriendo del local, pero no cubre ningún tipo de actividad.

Para algunos, es sintomático que pasadas las elecciones, los políticos socialdemócratas que gobiernan la Comuna y que se enorgullecían de esta experiencia de base ciudadana hoy se desinteresen de la misma, y sean más proclives a aceptar la venta de los hasta hoy apartamentos de propiedad pública, a empresas inmobiliarias privadas. Estas han venido presionando a la Comuna para poder comprar amplias y antiguas viviendas ubicadas en un sitio muy atractivo y hacer así de este céntrico y popular barrio, (donde hoy habitan mayoritariamente jóvenes estudiantes, familias de clase media y baja, y sobre todo emigrantes), un lugar exclusivo con apartamentos de lujo para gente de altos ingresos.