Escribe Rubén Marín.

El sábado 16 de noviembre pasado se realizó en Estocolmo un seminario donde se analizó y debatió sobre la situación de crisis que vive Argentina. Teniendo como sitio de encuentro la sala de Alias Teater y convocado por, -además del propio teatro-, el Olof Palmes Internationella Centrum y Attac, con el auspicio de Stockholms Kulturnämnd, Konstnärsnämnden, FUF (Förening för Utvecklingsfrågor), ABF de Estocolmo y la recientemente formada organización Solidar (Solidaritet med Argentina).

Con una nutrida concurrencia cercana a 100 personas y un panel integrado por el economista Stefan de Vylder, el periodista Eduardo Berezán, el consejero de estado Roger Hällhag, el actor y director argentino Rafael Spregelburd, autor de la obra La Escala Humana y de América Vera-Zavala de Attac, quién tuvo a su cargo el rol de moderador, se abrió el seminario.

Ha transcurrido casi un año desde que la crisis del sistema bancario fue un hecho. En poco tiempo, el bienestar relativo del país se modificó. En la actualidad vive más de la mitad de la población bajo la línea de pobreza y la deuda externa del país es enorme. Que pasó y que factores llevaron a esta situación? Hay un riesgo de que esto suceda en otros países y en ese caso como se puede evitar? Como son las perspectivas de futuro para la Argentina? Estas interrogantes orientaron las exposiciones y la posterior ronda de preguntas.

El periodista Eduardo Berazán afirmó que la Argentina ha vivido casi todo: dictaduras, la guerra de las Malvinas, la hiperinflación, el proceso de privatizaciones. En la actualidad el país vive una crisis moral y política, que se caracteriza por los desmesurados niveles de corrupción e indeferencia social de la clase política. En este sentido recordó un diálogo que tuvo con el ex-ministro radical Terragno, el cual ante una pregunta sobre la crisis, respondiera ¿Qué crisis?.

El consejero de Estado Roger Hällhag, señaló por su parte que a diferencia de Chile y Brasil, en Argentina la esperanza de futuro toca fondo. Afirmó, que para construir alternativas progresistas se deben fortalecer las instituciones democráticas y su poder sobre la economía, tanto a nivel local, como nacional e internacional. Puso como ejemplos alentadores a seguir, al Brasil de Lula y el Chile de Lagos. También consideró importante una discusión sobre la deuda externa y el modo en que los organismos financieros internacionales se vinculan con los países deudores, aunque restó importancia a la deuda externa como factor causal de la crisis.

La corrupción, un factor de crisis

La corrupción y el de manejo local, a su juicio, es un claro elemento constituyente de la crisis. Por otro lado, en lo referente a los movimientos sociales, señaló que el movimiento piquetero puede ser una buena fuerza política, pero muchos tienen la imagen de que es una banda mafiosa manejada por políticos que usan métodos patoteriles contra sus adversarios. Finalmente realizó una lapidaria crítica a la izquierda, la cual a su juicio carece de programa, confiabilidad y organización.

Para el economista Stefan de Vylder, una reactivación económica requiere estabilidad política. En la Argentina, actualmente se vive una crisis moral, psicológica, económica e institucional. En su larga experiencia profesional nunca vio un colapso del sistema de pagos de esta envergadura. Sin embargo, señaló la presencia de signos positivos en la reactivación económica, aunque no se podrá salir de la crisis si los organismos financieros acreedores no modifican su política. La incidencia de la deuda externa es, no sólo en el corto plazo, sino también en el largo plazo, para las futuras generaciones un problema creciente e irresoluble. En este sentido, sugirió la búsqueda de un mecanismo de quiebra para aquellos estados que no puedan pagar, similar al existente en las empresas. De este modo los organismos acreedores serían responsables y asumirían el riesgo cuando presten dinero. Este mecanismo permitiría que la deuda no se transfiera a las nuevas generaciones. Consideró, que tampoco es correcto que la deuda se pague con dinero de la cooperación internacional. En lo que respecta a la cooperación sueca a toda Latinoamérica, esta es muchas veces menor que los cerca de 160 mil millones de dólares de la deuda externa argentina. Por otro lado, es importante buscar un trato comercial más justo, sin barreras proteccionistas y políticas agropecuarias destructivas, por parte de Estados Unidos, Japón y Europa, que tienden a obstaculizar sus exportaciones. En este sentido, destacó la importancia de que Suecia incida más en políticas económicas y comerciales con Argentina y con el resto de Latinoamérica.

La ronda de preguntas se centró en diversos asuntos con referencia a la actual situación de Argentina. Entre ellos el rol de los organismos financieros; la deuda externa; la intervención de EE.UU; una potencial ingerencia militar; el papel que Suecia podría tener; el comportamiento de las empresas, etc. Sin duda, la deuda externa, constituyó una de las mayores preocupaciones.

Una visión no realista

Finalmente cerró el debate el director y actor Rafael Spregelburd, quien en referencia a las exposiciones anteriores expresó: Muchas de las cosas que he escuchado no reproducen realmente los que está pasando en Argentina. Acá se ha hablado de repunte de la economía, leve disminución de la desocupación y de recomponer la institucionalidad democrática. Sólo una perspectiva europea y dentro del capitalismo, que es algo que en la Argentina ya no existe ni como posibilidad. Es tal la crisis de representatividad que nadie puede erigirse en representante de nada.

De este modo finalizó un interesante debate, que confirma la necesidad de un mayor conocimiento de la compleja situación social y política del país sudamericano, así como de la constitución y dinámica de diversos procesos sociales: la emergencia y confluencia de identidades sociales que expresan la lucha social y la resistencia al modelo económico y su sistema de representación política, la crisis al interior del bloque dominante, la crisis de los partidos políticos y la conformación de espacios sociales originales y de democracia directa en casi todo el territorio nacional. Son aspectos en los que se debe profundizar, para no caer en generalizaciones o expresiones de deseo. Por ende, la importancia de continuar desarrollando este tipo de espacios de reflexión y debate en torno a la crítica situación argentina. En consecuencia, quedaron preguntas sin responderse y muchos temas pendientes. Pero se debe felicitar la buena iniciativa que tuvieron los organizadores, principalmente Alias teater, anfitrión de este encuentro.