El máximo responsable en el departamento de Arauca, bajo el Decreto 2002, zonas especiales implantadas por el gobierno de Álvaro Uribe, es el gobernador Emiro Palencia. Es ex coronel del ejército, que según sus adversarios, durante mucho tiempo ha estado afuera de Arauca, combatiendo a la guerrilla en zonas con estadísticas terribles de violaciones a los derechos humanos.

Con la decisión del gobierno sobre "Zonas de Rehabilitación y de Consolidación" (Decreto 2002), las decisiones sobre el futuro del depar-tamento quedan en sus manos. El gobernador relata sobre la difícil situación del orden público que "es generalizada", como dice, pero no se manifestó sobre el tema de los 98 millones de dólares que USA entregará a sus antiguos compañeros de armas en la Décima Octava Bri-gada del ejército en el departamento. Cuando le pregunté sobre las preocupaciones de las orga-nizaciones de derechos humanos y los sin-dicalistas acerca del Decreto 2002, sólo levantó la mirada.

A pesar de que Ud. es gobernador, la gente dice que las Fuerzas Militares están por enci-ma de las autoridades políticas en Arauca. ¿Cuál es su comentario?

- No creo que haya un exceso. Ellas tampoco están en condición de ocultar las acciones que están llevando adelante. Lógicamente existe una preocupación por parte de la población, pero eso me trae una sensación de más seguridad. Uno ve el soldado y la policía que dan un ambiente de seguridad propicio para ejercer nuestra libertad.

La gente no solamente ve, como dice, las calles muy militarizadas, también ve retenes paramilitares en las afueras de la capital Arauca.

- Bueno, esa pregunta no la respondería correctamente porque la desconozco total-mente. Allá son las Fuerzas Militares que hacen presencia física mientras la Gobernación está encargada de la parte administrativa y el manejo de los recursos y de darle el manejo transparente.

Pero los sindicalistas en por lo menos tres sindicatos seccionales subrayan todos que los paramilitares se encuentran solamente 15 minutos del casco urbano de la capital departamental, en un pueblito llamado Caracol.

"Llegaron hace un tiempo, mataron una cantidad de gente y el resto de la población huyó. Levantan retenes donde matan gente o la "vacunan". A veces están juntos, el ejército y los paramilitares", dice uno de los sindicalistas y muestra amenazas de muerte escritas donde los ´paras´ han dado un plazo de dos semanas para que se vayan los sindicalistas de Arauca.