MONTEVIDEO. Un grupo de parlamentarios frenteamplistas plantearán en ese ámbito sus quejas, proponiendo una investigación parlamentaria tendente a esclarecer el mecanismo mediante el cual se habilitó el ingreso la semana pasada de un contingente de militares norteamericanos, tripulantes del US Portland.

La denuncia según la cual se incumplió la normativa constitucional fue planteada el pasado lunes en la Mesa Política Nacional del Frente Amplio por el Gral (r) Víctor Manuel Licandro. Las repercusiones parlamentarias de esta situación tendrán lugar la semana próxima ya que la bancada de diputados del Encuentro Progresista agendó el punto para su reunión del martes 5. «Estoy convencido que este barco ilegalmente, inconstitucionalmente porque según señala el art. 85 de la Constitución es el Parlamento quien debe autorizar la salida o entrada de tropas, y dice para qué. Bueno este barco armado con tropas está comprendido en la exigencia constitucional», señaló Licandro que preside la Comisión Especial de Defensa (CED) del FA.

«Este barco vino a hacer un objetivo militar y lo cumplió. Conoce el Río de la Plata, navegó en el Río de la Plata, conoce el Puerto de Montevideo, entró, bajó y subió gente, conoce la ciudad y no es la primera vez. En otras Unitas ya vino la esposa del jefe naval de los buques norteamericanos, hizo una visita a una escuela, entregó a un organismo de esos una máquina de coser, etc., ¡Ya lo hicieron!», exclamó Licandro quien ha sido un permanente defensor en instancias de definición política del FA sobre aspectos de defensa, del contenido político-militar de las misiones de «acción cívica» llevadas adelante por uniformados.

La semana pasada, 650 marines yanquis vinieron a bordo del US Portland, un buque de guerra de la marina estadounidense proveniente de Brasil, donde participó de las maniobras conjuntas UNITAS 2002, comandadas por militares norteños. En las mismas también tomó parte Uruguay con unos 160 marinos.

En tanto, la tripulación realizó «tareas comunitarias» en instituciones sanitarias y de beneficencia tanto públicas como privadas: podando árboles, talando montes, pintando fachadas y entregando libros. No se permitieron visitas a la nave anclada «a muro» en las radas del Puerto de Montevideo, pese a lo cual pudo verse a los norteamericanos en grupos de cuatro o cinco transitando por nuestra principal avenida vistiendo ropas de turista y en plan de compras.

A bordo del buque se brindó entrenamiento a cuadros de la Armada Nacional en tareas de rescate y salvataje, según trascendió. Organizaciones civiles de la zona portuaria declararon su disconformidad con la incursión de los uniformados y repudiaron su presencia en el Hospital Maciel.