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Con Lionel Rieloff de la Biblioteca Central de Malmö
Disminuyen los préstamos de libros en español

 

escribe Elizabeth Meléndez R.

La disminución de préstamos de los libros en español en las bibliotecas públicas pone en riesgo la puesta al día y la compra de más literatura en castellano, afirma Lionel Rieloff de la Biblioteca Central de Malmö. Las nuevas medidas de integración y reestructuración internas de las bibliotecas suecas señala la necesidad de priorizar en los idiomas que tienen más usuarios, y con ello el dirigir el presupuesto hacia determinadas lenguas. Por ello peligra de que nuevos libros en español sean adquiridos en el futuro, y como consecuencia que los hispanohablantes perdamos la posibilidad de poder acceder gratuitamente, como hasta ahora, a la lectura de libros en nuestro idioma.

Las prioridades de compra de libros dependen del uso.

Sólo un 5 por ciento del presupuesto anual de la biblioteca central de Malmö se destina para la compra de libros en idiomas extranjeros. Esta biblioteca que ofrece el servicio de libros en 50 idiomas, ha comenzado un estudio estadístico para poder analizar y planificar la compra de libros según la demanda existente.

Cada año, cuando se decide el presupuesto para los libros extranjeros, que para la biblioteca central es de 360 mil coronas, comienza el conteo de utilización y circulación de estos libros, para señalar en qué idioma se comprarán más o cuál idioma definitivamente se mueve menos. Después de los polacos, los vietnamitas, los árabes, los persas, los albanos, los rusos y los finlandeses, son los libros en español los que tienen una circulación relativamente activa.

La sección de libros en español de la ciudad de Malmö que hasta 1997 estuvo ubicada totalmente en la biblioteca local de Rosengård, estaba compuesta hasta en un 50 por ciento por libros que se habían sido comprados en la década de los 70. Sólo desde hace 4 años, cuando más del 60 por ciento de los libros se ubicaron en la nueva biblioteca central, comenzó una modernización, por llamar así a la compra de literatura tanto latinoamericana como española de los últimos años. El censo total de libros en español asciende hoy día a 6.337 títulos en los que se incluyen todos los géneros desde ficción, científica e infantil. En la biblioteca central hay apróximadamente 1500 libros para adultos, 1200 para niños y 300 de literatura científica.

Es desde la biblioteca principal de Malmö donde se decide la compra de libros tanto para la Comuna de Malmö como para la región de Escania, por esta razón el presupuesto resulta bastante limitado y con ello focalizado en las necesidades más apremiantes. Este presupuesto no permite pensar con anterioridad sobre cuáles libros han de comprarse, sino que determina solamente en qué idioma deben comprarse. Los títulos se piden según la demanda. Después de una investigación rápida sobre los libros y una evaluación sobre su posible uso, se adelanta la compra. Según Lionel Rieloff, encargado de la literatura de ficción extranjera, no existen criterios claros sobre la compra de libros, sino que más bien hay una política bastante generosa, según la cual se compran los libros que la gente pide. Los canales de compras también varían y van desde la adquisición en las librerías locales, los contactos personales o en algunas librerías especializadas de Dinamarca hasta la compra a través del internet.

El préstamo interbibliotecario amplía el uso y abre las puertas de toda Suecia

La política de integración que también ha tocado a las bibliotecas estatales de Suecia, ha ayudado a que el préstamo interbibliotecario se incremente y que algunas bibliotecas se especialicen en algunos idiomas, bien por que los usuarios así lo requieren, pero también para hacer posible que el presupuesto bastante limitado en esta área se pueda utilizar de la mejor manera. Es por ello que si uno vive en Malmö, Västerås, Göteborg o Estocolmo, o bien en una pequeña ciudad, se pueden utilizar los servicios de información a través de la red de internet, para saber si una biblioteca tiene un libro y si es posible su préstamo. Este servicio interbibliotecario no tiene ningún costo y se adelanta al interior de una región en sólo una semana. Así las bibliotecas logran centrar el presupuesto en áreas realmente necesarias e incrementan las posibilidades de lectura de los usuarios. El incremento del préstamo interbibliotecario es la única solución para efectivizar los servicios y para focalizar la compra de libros en idiomas extranjeros en las comunas que así lo requieren. El problema es sin embargo que la utilización del catálogo a través de la red, no es muy frecuente ya que los usuarios no saben exactamente lo que hay, ni como pueden encontrar los libros en la red.

Se pierde el hábito de lectura en las nuevas generaciones.

-La segunda generación de hispano-hablantes residentes en Suecia ha perdido el goce de la lectura en español, dice Lionel Rieloff. -Los factores pueden ser muy variados. En algunas familias bien ya no se habla el español, o bien no se lee en español y por ello las nuevas generaciones leen preferiblemente las traducciones de literatura española al sueco, agrega. Este hecho ha tenido como consecuencia que la circulación de libros en español se haya reducido en los últimos años. Según Lionel es claro que en el caso del español, es la primera generación de inmigrantes la que hizo uso de la biblioteca en español y que son ellos mismos los que continúan dándole uso. Es claro también que los nuevos grupos de inmigrantes son los que empiezan a exigir los libros en el idioma materno y por ello hoy día la demanda de libros en albano, croata, rumano, ruso y árabe es mayor. Ya que las migraciones procedentes de América Latina y de España no han vuelto a ser tan grandes ni fuertes en los últimos tiempos, la demanda de estos libros también se ha reducido. Este hecho permite confirmar, según Lionel Rieloff que las segundas generaciones no se acercan al idioma, ni a la lectura en español como quienes llegaran como exiliados o inmigrantes.

Un latinoamericano encargado de la sección de libros en extranjero en Malmö

Lionel llegó hace 28 años a Suecia como consecuencia de la represión de la dictadura chilena. Su adolescencia tuvo color sueco y fue aquí donde terminó sus estudios de secundaria, ingresó a la universidad con el fin de convertirse en filósofo, pero el amor a las letras le mostró otro camino que fue el de los libros. Después de algunos años decidió ingresar a la Escuela de Bibliotecología de Borås, donde se tituló en 1991. Desde entonces ha estado vinculado al servicio de libros extranjeros en las bibliotecas de Trelleborg, Rosengård y actualmente en la biblioteca estatal de Malmö.

El mundo de los libros le ha abierto a Lionel, el camino al mundo de las personas y de las culturas. Como encargado de la Sección de Libros Extranjeros se encuentra diariamente con personas de diferentes nacionalidades quienes le ayudan a ampliar su visión del mundo. Me comenta que hay ocasiones en las cuales le han llamado inmigrantes que viajan a sus países de origen, para preguntarle si le interesaría que se compraran algunos libros de su país. Esta experiencia le hace a él los día diferentes e interesantes. Como hispanohablantes desearía poder aumentar más el número de libros y de esa manera actualizar rápidamente la literatura en español, tarea que ya ha hecho en los últimos años, pero sólo dependiendo de la demanda de ellos mismos, puede realizar su sueño. Como Lionel señala, la biblioteca tiene como norma el comprar los libros extranjeros que sean solicitados y ello implica darle oportunidad a todas las lenguas sin excepción. Así las cosas si no hay demanda de libros en español, el presupuesto se destinará a la compra de libros en otros idiomas, perdiéndose la posibilidad de enriquecer la biblioteca con la nueva literatura hispanoamericana. Y esta situación no sólo afectaría a esta biblioteca en Malmö, algo a tener en cuenta por todos los usuarios de libros en español en todo el país: si no usamos este servicio, poco a poco lo iremos perdiendo.



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