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Resuelto certamen literario de publicaciones |
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escribe Juan Cameron En su más reciente versión, el Certamen de Publicaciones Literarias del Gobierno Regional premia a doce creadores en diversos géneros. La colección 2002 incorpora autores conocidos e inéditos y destaca el nombre de Carlos Amador Marchant, quien obtiene una vez más un lugar en esta apreciada competición. El lunes 23 de septiembre fue resuelto el Certamen de Publicaciones Literarias correspondiente al año 2002, del Gobierno Regional de Valparaíso. Un jurado integrado por el poeta Ennio Moltedo Guio, el narrador Manuel Peña Muñoz y el académico de la Universidad de Playa Ancha, Eddie Morales Piña decidió premiar doce trabajos presentados, los que serán editados hacia finales de octubre próximo. En el género narrativo fueron distinguidos los volúmenes de cuentos En tiempos como éstos, de Carlos Henrickson, y Travesía, de Jaime Bergamín; y en crónica Valparaíso, escenario y artistas, de Nancy Astelli, Efraín Barquero en Valparaíso, de Carlos Amador Marchant, Album de flora y fauna, de Marcelo Novoa, Escenas de la vida bohemia, de Víctor Rojas Farías y Valparaíso y el mar de José Carrasco Balmaceda. En poesía se premió a las obras El silencio crece en el jardín, de Karen Toro, Las muchachas de Biarritz, de Nancy Gewölb, Tractatus y otros poemas, de Guillermo Rivera, Mester de Herrería, de Pablo Araya y Territorial, de Walter Rojas, libro que se reedita. Cada edición constará de ochocientos ejemplares, cuatrocientos de los cuales se entregarán a los autores en ceremonia pública una vez impresas las obras. Con esta tercera versión -las anteriores fueron en 1999 y 200- el Programa completa cuarenta y dos volúmenes; cuarenta libros de autores y dos selecciones de participantes, en prosa y poesía, editadas en el primer certamen. El concurso para este año aporta con nombres de indudable valor. Aunque en narrativa los galardonados fueron pocos, la contribución de Carlos Henrickson (Santiago, 1974) es una propuesta discursiva interesante en «relatos enmarcados en la conceptualización de lo que es un cuento», según anota Manuel Peña Muñoz. Las narraciones de este conocido poeta local (reside en Valparaíso desde hace cuatro años) enriquecerán sin duda un género muy venido a menos en la región. De igual forma deben considerarse los relatos de Jaime Bergamín (Viña del Mar, 1948), un arquitecto quien reside en Caracas hace ya más de una década y que conformara el círculo de amigos del fallecido Juan Luis Martínez. La crónica ha sido en cambio un género cultivado y poco difundido en la zona. El mito de la ciudad al imaginario colectivo se complementa ahora en varios aspectos. El trabajo de Nancy Astelli, una periodista cuyo título obtuviera recién este 2002, luego de un prolongado exilio en México, apunta a la nueva bohemia local a través de su particular y acertada visión de los artistas. Tal como en los casos de Víctor Rojas (Punta Arenas, 1960) y de Marcelo Novoa (Viña del Mar, 1964), quienes reúnen en sus respectivos volúmenes las notas editadas en las páginas de El Mercurio y dan cuenta de una labor creativa a partir de la década del 90. José Carrasco Balmaceda (Antofagasta, 1950), funcionario municipal y autor de cuentos infantiles, se refiere esta vez a la vinculación marítima y a su historia. En cambio el también nortino Carlos Amador Marchant (Iquique, 1955) rescata el misterioso y casi secreto paso del poeta Efraín Barquero por Valparaíso, poco antes de regresar a su permanente exilio en Francia. Marchant continúa sorprendiendo. Con paso silencioso y seguro gana por tercera vez consecutiva este premio. Primero lo obtuvo con su poemario Alone Again y luego con la novela Los cururos de la Santa María. Su exitosa aparición en la crónica -o el ensayo como apuntan los jurados- demuestra que talento le sobra para alcanzar los mayores logros en nuestra literatura. En poesía editarán por vez primera dos apreciados cultores del género. La joven Karen Toro (Valparaíso, 1980), quizá la mayor promesa de esta región en las últimas dos décadas, consigue a los 22 años un galardón deseado y buscado por la mayor parte de los escritores regionales. Y Guillermo Rivera (Viña del Mar, 1958), quien residiera una larga temporada en Estocolmo, reune después de muchos años los textos conocidos y queridos por sus colegas porteños. Similar es el caso de la académica Nancy Gewölb. Profesora de Expresión Gráfica de la Universidad de Valparaíso, ha inscrito su nombre en la plástica y el discurso locales; pero estaba inédita en el campo literario. La seria propuesta estética y la sólida relación de sus textos le permitieron destacarse en la primera selección. Cierran la lista los poetas Pablo Araya (Viña del Mar, 1963), miembro indiscutido de los 80 porteños y animador de lecturas y encuentros, y Walter Rojas (Tocopilla, 1958), un oculto poeta y profesor de Artes Plásticas que vive en la localidad de La Ligua. El libro de Rojas es la única reedición recomendada en la oportunidad. Sin duda este aporte a la creación, por parte del Gobierno Regional, es fundamental para la cultura de nuestra Región. El proyecto, llevado a cabo por el ex Intendente y actual Gerente de la Empresa Portuaria, Gabriel Aldoney, continúa gracias al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y es una muestra, cada vez más evidente, de la necesidad de una descentralización administrativa para el país. El nombre de Aldoney, se reitera, queda grabado en la historia de la literatura porteña con una obra que, aún sin estar escrita, será referida en adelante por su contundencia y su intrínseco valor. |
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